MIERCOLES 22 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Urgen reconfiguraciones y nuevas plantas


Pemex debe invertir 10 mil mdd para refinar gasolinas y diesel

Ť Minatitlán y Salina Cruz serán licitadas en 2001: Willars

Ť Si se completan los requerimientos podría dejarse de importar

Miriam Posada García, enviada, Cadereyta, NL, 21 de noviembre Ť Pemex Refinación deberá completar en la próxima década una inversión superior a los 10 mil millones de dólares en el Sistema Nacional de Refinación a fin de abastecer de manera íntegra la demanda interna de gasolinas y diesel, y por fin dejar de ser importador, señaló el director de esta subsidiaria de Petróleos Mexicanos (Pemex), Jaime Mario Willars.

El funcionario anunció que el próximo año comenzará el proceso de reconfiguración de las refinerías de Minatitlán y Salamanca, y advirtió que también será necesario construir una o dos refinerías más con capacidad para producir 150 mil barriles diarios de combustible cada una o 300 mil en conjunto, pero destacó que esta decisión deberá tomarse a más tardar en el 2002 o de lo contrario no será posible satisfacer la demanda.

Las estimaciones hechas por Pemex Refinación se basan en el crecimiento esperado de la economía del 7 por ciento anual, y el crecimiento en la demanda de gasolinas del 4 por ciento, explicó Willars durante un recorrido por la recién inaugurada planta de Cadereyta, la más importante del proyecto de reconfiguración y la primera en entrar en operación.

Detalló que los trabajos de reconfiguración iniciados este sexenio seguirán el ritmo programado, de tal forma que la refinería de Madero deberá estar lista para diciembre del año próximo; Tula y Salamanca deberán entrar en operación para el primer trimestre del 2002.

Minatitlán y Salina Cruz serán licitadas el año próximo, ya que requerirán una inversión de 2 mil 700 millones de dólares para su reconfiguración, los cuales, dijo Willars, se pretende que provengan de financiamiento privado. Detalló que las dos refinerías adicionales --que se ubicarían en el sur del país-- requerirían una inversión de 4 mil 600 millones de dólares.

De esta manera, Jaime Mario Willars precisó que de los 10 mil millones de dólares requeridos en el proceso para poner al día el Sistema Nacional de Refinación y que empezó justo en el sexenio por terminar, 5 mil 700 se están invirtiendo en la reconfiguración de Cadereyta, Tula, Salamanca y Madero, y 4 mil 600 millones más serán los requerimientos para las dos nuevas refinerías a través de las cuales se producirán 300 mil barriles más de gasolinas.

El director de Pemex Refinación señaló que al terminar la reconfiguración del sistema actual, y contar con las nuevas refinerías, Petróleos Mexicanos estaría en condiciones de satisfacer ampliamente los requerimientos nacionales de gasolinas y diesel, dejaría de importar 140 mil barriles diarios de estos combustibles, e incluso tendrían un excedente.

Sin embargo, dijo, la inversión en esta área debe ser permanente y constante porque los requerimientos de la población y la industria van en aumento.

En 1999 las ventas internas de gasolina fueron de 511 mil barriles por día contra una producción diaria de 442 mil barriles; para el 2002 se espera un crecimiento de 3.6 por ciento que ubicaría las ventas en 568 mil barriles por día; mientras el crecimiento esperado para el año 2006 sería de 4.4 por ciento equivalente a ventas diarias de 676 mil barriles de gasolina.

Jaime Mario Willars aseguró que el proyecto de reconfiguración resulta altamente rentable ya que genera un valor presente neto de 2 mil 192 millones de dólares con una tasa de retorno del 15.3 por ciento antes de financiamiento. Cadereyta tiene un valor presente neto de 523 millones de dólares con una tasa de retorno del 13.8 por ciento; el de Madero es de 383 millones de dólares y 13.6 por ciento de retorno; Salamanca es de 248 millones y 21.4 por ciento de tasa y Tula de 269 millones de dólares con una tasa de 24.9 por ciento.

En cuanto al futuro de Petróleos Mexicanos y de Pemex Refinación, el funcionario se manifestó muy satisfecho por las señales enviadas por el equipo de transición de Vicente Fox en el sentido de que la paraestatal debe sujetarse a un nuevo régimen fiscal, ''sabemos y estamos satisfechos con ser un importante instrumento de aportación de recursos a los ingresos del gobierno federal, pero sí es necesario contar con más recursos para invertir en el crecimiento de la empresa''.