Ť Fue muerto en Barcelona de dos tiros en la nuca
Asesinan al ex ministro Ernest Lluch; Madrid culpa a ETA
Ť Además etarras atacaron un cuartel de la Guardia Civil en Irún
Ť Pide el gobierno vasco la mediación del rey español en la crisis
Armando G. Tejeda, corresponsal, Madrid, miércoles 22 de noviembre Ť El ex ministro socialista, y catedrático de Universidad de Barcelona, Ernest Lluch fue asesinado la noche del martes de dos tiros en la nuca en el estacionamiento de su casa en Barcelona, en una acción atribuida por la policía española a la organización armada vasca ETA.
Este atentado ocurrió en la víspera de que las altas instituciones del Estado español tenían previsto festejar el 25 aniversario de la coronación del rey Juan Carlos, fecha en la que comenzó el llamado periodo de transición hacia la democracia tras la muerte del dictador Francisco Franco.
Durante la mañana del martes el grupo armado separatista también atacó con un lanzagranadas el cuartel de la Guardia Civil en Irún, acción en la cual resultó levemente herido un uniformado.
Lluch, quien no había recibido amenazas de muerte y no contaba con escolta, y fue el primer ministro de Sanidad y Consumo del gobierno socialista del presidente Felipe González (1982-1996), fue abatido por dos presuntos miembros de ETA en el estacionamiento de su domicilio cerca de las 22 horas locales.
Pero el hallazgo de su cuerpo, que se encontraba entre dos vehículos, se produjo hasta pasada la medianoche, cuando fue visto por un vigilante del edificio.
Según los primeros informes policiales, Lluch recibió dos disparos en la cabeza y, poco después, los presuntos atacantes hicieron estallar un coche a unos 500 metros del lugar del atentado, una práctica habitual del grupo armado vasco para desaparecer las pruebas del crimen.
El estallido provocó la alarma de los vecinos y el traslado inmediato de las máximas autoridades del gobierno catalán, incluido el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, quien fue informado en el lugar de la explosión del asesinato de Lluch.
El catedrático, de 63 años de edad y con tres hijas, fue ministro de Sanidad y Consumo con el primer gobierno socialista de la recién instaurada democracia española, y fungió de 1982 hasta 1986.
Comenzó su carrera política en la lucha contra el franquismo, lo cual le costó varios encarcelamientos. Con la llegada de la democracia empezó su militancia en el Partido Socialista Catalán y en 1979 obtuvo su primer escaño parlamentario.
Lluch, que tenía el grado de doctor en economía, era catedrático de historia en la Universidad de Barcelona. También se caracterizó por su intensa relación con Euskadi y tenía una casa en San Sebastián.
El gobierno autonómico catalán señaló que los autores de este asesinato son los mismos que el pasado 21 de septiembre mataron al concejal del Partido Popular de Sant Adria de Besos, José Luis Ruiz Casado, y los que estallaron, el primero de noviembre pasado, un coche-bomba en pleno centro de la capital catalana, acciones que han sido ampliamente repudiada por todo el espectro político español, con excepción de los seguidores etarras.
Desde que ETA anunció la ruptura de la tregua unilateral, en diciembre del año pasado, 21 personas han perdido la vida y más 150 han resultado heridas en la que ya es considerada una de las ofensivas más brutales del grupo armado.
La mañana del martes, ETA atacó con un lanzagranadas el cuartel de la Guardia Civil de Irún, que recibió el impacto de dos artefactos explosivos lanzados desde un vehículo estacionado en las inmediaciones del lugar de los hechos.
Los artificieros de la Guardia Civil acordonaron la zona por espacio de nueve horas, hasta que a través de un robot lograron estallar de forma controlada una "bomba trampa" que se encontraba en la guantera del mismo automóvil.
Los partidos políticos y el gobierno español manifestaron su total repulsa a estas nuevas "acciones terroristas" de ETA.
La Ejecutiva del Partido Socialista Obrero Español mantuvo una reunión urgente esta madrugada para analizar la situación tras la muerte de Lluch, la que calificaron de "hecho execrable".
El vocero del Partido Nacionalista Vasco (en el gobierno local vasco), Iñaki Anasagasti, afirmó que Lluch era "un hombre puente" que pugnó por el diálogo en la solución del conflicto vasco, que es "un problema enquistado".
Anasagasti reconoció ante periodistas españoles y extranjeros que "jamás hubiéramos pensado que Lluch era un objetivo de ETA, pero está claro que lo que quiere ETA es una guerra de trincheras y que se ha convertido en una máquina de matar".
Horas antes de los ataques, el presidente del gobierno vasco, Juan José Ibarretxe, pidió la mediación del rey Juan Carlos, aprovechando la celebración del aniversario de su alta investidura, en el conflicto que sacude al País Vasco.
En una petición sin precedentes, el gobierno regional emitió una declaración en la que se llama a evitar "los excesos preconstitucionales" que se cometen desde Madrid contra el independentismo.
Esta es la primera ocasión que desde el gobierno vasco se pide la mediación de la corona entre las instituciones españolas y vascas tras la llegada al poder del actual presidente del gobierno, el derechista José María Aznar, quien mantiene un áspero enfrentamiento con los dirigentes del Partido Nacionalista Vasco y el gobierno regional, a los que acusa de pasividad ante el "terrorismo" de ETA.