Ť El Congreso destituyó a Alberto Fujimori

Asume Valentín Paniagua la presidencia interina de Perú

Ť El nuevo mandatario nombró como premier a Pérez de Cuéllar

Ť Pide Alejandro Toledo impedir que empresas sigan quebrando

Reuters, Afp, Ap y Dpa, Lima, 22 de noviembre Ť Valentín Paniagua asumió hoy la presidencia interina de Perú hasta julio de 2001, luego de que Alberto Fujimori se convirtió en el primer mandatario en la historia del país andino destituido por "permanente incapacidad moral".

El primer anuncio de Paniagua, quien era el presidente del Congreso, fue el nombramiento como primer ministro de Javier Pérez de Cuéllar, ex secretario general de Naciones Unidas, quien encabezará lo que el flamante mandatario denominó un gabinete de "unidad y reconciliación nacional".

"Al cabo de 10 años, la democracia retorna al palacio de gobierno", dijo Paniagua a una muchedumbre que lo aplaudía en las afueras de la sede gubernamental.

Antes, en su discurso de asunción en el Congreso ante legisladores y cuerpo diplomático, puso énfasis en el objetivo político de lograr la "reinstitucionalidad democrática del país", sacudido por la crisis de corrupción detonada por el ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos, y que con- cluyó con el viaje de Fujimori al exterior y su dimisión, anunciada desde Japón.

Paniagua dijo que la tarea central de su gobierno será garantizar un proceso electoral transparente y la total neutralidad del aparato público para la campaña que elegirá al futuro presidente. Su corto mandato también evaluará los resultados del proceso de privatización y el destino de los más de 9 mil 200 millones de dólares que se lograron en los últimos nueve años a través de éste.

Paniagua, que asumió la jefatura de Estado en su condición de titular del Congreso ante la vacancia que éste declaró de la presidencia y la renuncia de los dos vicepresidente, proclamó además que actuará bajo los principios éticos del imperio inca de "laboriosidad, veracidad y honestidad".

Para los analistas locales, el nuevo gobierno deberá ser capaz de levantar la golpeada economía peruana, atraer inversores y capturar al prófugo Montesinos.

Alejandro Toledo, principal candidato de la oposición en las elecciones de abril pasado --quien dijo que le robaron su victoria cuando Fujimori ganó su tercer mandato consecutivo en una polémica segunda vuelta en mayo--, sostuvo hoy que "necesitamos construir un programa económico que impida que las empresas sigan quebrando, y que la recesión se profundice".

Por otro lado, pidió que la "justicia internacional" investigue si Fujimori y su ex asesor Montesinos tuvieron nexos con el narcotráfico colombiano.

Augurios optimistas

A su vez, el escritor y ex candidato presidencial Mario Vargas Llosa se mostró optimista al destacar desde Londres que "vamos a tener en la presidencia del Consejo de Ministros a un peruano ilustre, que es una de nuestras mejores credenciales internacionales", en alusión a Pérez de Cuéllar.

El octogenario diplomático, quien también fue derrotado por Fujimori, en una segunda ronda electoral en 1990, volverá este jueves a Perú procedente de París.

Por lo pronto, Estados Unidos, Venezuela, Bolivia y Ecuador, entre otros países, felicitaron a Paniagua. Japón deseó que "la estabilidad política y la democracia se fortalecerán bajo el nuevo presidente".

"Mano dura, presidente", "Perú vivió farsa de 10 años" y "La hora de la responsabilidad", titularon hoy los diarios La República, Liberación y Expreso para subrayar el ánimo y expectativas de los peruanos.

La actitud de éstos, según analistas, va de la incredulidad a la esperanza. Y no es para menos, ya que desde el 14 de septiembre, cuando se vio en un video a Montesinos sobornar a un congresista, Fujimori anunció nuevas elecciones, su ex asesor se fugó del país y retornó, renunciaron personajes del gobierno, Suiza reveló que Montesinos tenía cuentas por 50 millones de dólares en sus bancos y el mandatario salió del país para asistir a un foro en Brunei, pero en una escala en Tokio aprovechó para renunciar.

Sin embargo, el Congreso no aceptó la dimisión y a última hora del martes votó a favor de la vacancia de la presidencia, sustentada en la insólita vía elegida para renunciar desde el extranjero, y en la presunta complicidad de Fujimori con Montesinos.

Así, el hombre que dirigió Perú durante una década se convirtió en el quinto gobernante latinoamericano que en la última década es destituido, como el ecuatoriano Abdalá Bucaram, el venezolano Carlos Andrés Pérez, el brasileño Fernando Collor de Mello y el paraguayo Raúl Cubas.

Durante el debate, a ratos virulento, Fujimori fue acusado por la oposición de corbardía, desvergüenza y de tener cuentas secretas en Japón y Singapur. Los legislado- res de la que fue hasta ahora alianza gobernante Perú 2000 señalaron que la oposición se movía por "revanchismo y venganza".

Según el congresista Absalón Vásquez, que anoche habló por teléfono con Fujimori, éste se molestó por la destitución, al lamentar que no se le reconocieran los méritos de 10 años de gestión, como la derrota infligida a los grupos guerrilleros Sendero Luminoso y Movimiento Revolucionario Tupac Amaru y a la hiperinflación.

Este miércoles, Fujimori abandonó el lujoso hotel de Tokio donde estaba hospedado desde el viernes, al parecer para dirigirse a la casa de un amigo no identificado.

El gobierno japonés dijo que aún esperaba que Fujimori tomara contacto con los servicios oficiales para regularizar su situación en el país. Pero al ser interrogado sobre si Fujimori tiene nacionalidad peruana, el secretario de gobierno, Yasuo Fukuda, eludió la pregunta y dijo que "no conozco suficientes detalles sobre este punto".

La víspera, funcionarios japoneses habían asegurado que, al haber sido inscrito al nacer por sus padres en el registro ancestral del consulado japonés en Perú, Fujimori tiene la doble nacionalidad.

Una fuente gubernamental citada hoy por Reuters dijo que Tokio estaría obligado a permitir que Fujimori se quede en el país indefinidamente, por temores de que sea atacado por "terroristas" en Perú.