JUEVES 23 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť El sábado cumple su aniversario; celebrará consejo nacional ordinario
UNT, tres años contra el corporativismo
Ť La central se presenta como alternativa para lograr libertad y autonomía sindicales
Ť Ve en Fox la oportunidad de constituirse como interlocutora privilegiada de los trabajadores
Fabiola Martínez Ť La Unión Nacional de Trabajadores (UNT) celebra el sábado su tercer aniversario. Esta central, constituida con sindicatos disidentes al Congreso del Trabajo, se presenta como la única alternativa de los sindicatos para fomentar su autonomía y libertad.
''Nosotros esperamos ser un factor determinante para que el nuevo gobierno asuma como una prioridad fomentar el sindicalismo libre, y en ese sentido somos la única alternativa; no hay otra opción'', afirmó Francisco Hernández Juárez, líder de los telefonistas, quien con los dirigentes sindicales de la UNAM y el Seguro Social presidirá la UNT de forma colegiada hasta el 2004.
En el documento base de su tercer Congreso Nacional Ordinario, que se efectuará el sábado, la UNT se propone construir alianzas entre diversas organizaciones sindicales, con el fin de combatir el corporativismo y exigir la participación de esta central en la definición y el desarrollo de las políticas públicas.
Los dirigentes de la UNT reconocen que el cambio de gobierno representa una oportunidad para avanzar y para constituirse como un punto de referencia importante de diálogo entre el próximo presidente de la República y el movimiento obrero.
En el pleno de la UNT de ayer, los representantes de las principales organizaciones que conforman esta central se reunieron con el coordinador de los diputados panistas, Felipe Calderón Hinojosa, ante quien refrendaron la intención señalada y los puntos prioritarios para un diálogo nacional de los trabajadores.
El panista pidió a los representantes de la UNT "discutir con serenidad y respeto" lo relativo al ámbito sindical y su relación con el nuevo gobierno.
Aunque reconoció que la UNT ''no responde a los viejos esquemas corporativos'', Calderón aseveró que Fox debe establecer puentes con todas las centrales obreras y, en su caso, ''fortalecer los medios para que cada organización resuelva sus prioridades y elija con procedimientos democráticos e independientes a quien habrá de representarlos".
En el reciente encuentro con el presidente electo Vicente Fox, los dirigentes de la UNT presentaron una lista de peticiones, entre las cuales destaca la eliminación de la requisa, del apartado B del artículo 123 constitucional, y de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos.
Se manifestaron en contra de los contratos de protección, es decir, de los documentos firmados a espaldas de los trabajadores, que de acuerdo con la UNT constituyen 90 por ciento de los documentos de este tipo registrados en el país.
Sin embargo, se precisa en un documento de trabajo interno de la Federación de Sindicatos de Empresas de Bienes y Servicios (Fsebes), ''ni Fox ni Carlos Abascal -coordinador de asuntos laborales en el equipo de transición y mencionado como posible secretario del Trabajo- emitieron algún comentario en este sentido; no soltaron prenda''.
En aquella reunión, se agrega en el documento de la Fsebes, el mandatario electo hizo público su compromiso para una recuperación salarial y dejó en claro que cualquier reforma a la Ley Federal del Trabajo tendría que avanzar por riguroso consenso.
Así, la UNT, constituida formalmente el 27 de noviembre de 1997, se alista para realizar su congreso nacional en el que, en el ámbito interno, se ratificará el esquema de presidencia colectiva o colegiada, que recaerá nuevamente en Hernández Juárez, Agustín Rodríguez y Fernando Rocha.
La UNT afirmó que ante la presente transición política en el país, se proponen ''convertirse en un agente activo de la democratización del país'' por medio de un sindicalismo que privilegie las prácticas democráticas y que ''aliente el surgimiento de nuevos y más representativos liderazgos que vinculen la ética con la política''.
En materia de política económica, la UNT se dice dispuesta a combatir ''cualquier acto de gobierno que vulnere la soberanía nacional'' y evitar a toda costa la privatización de las industrias estratégicas, como la petrolera y la eléctrica.
Sin embargo, la UNT tiene pendientes algunos objetivos que delineó como prioritarios en 1997, como la posibilidad de influir en la fijación de los salarios mínimos e incluso lograr la desaparición de la comisión nacional respectiva.
En términos operativos, la UNT continúa sin un padrón preciso de las organizaciones y el número de trabajadores que la integran, ni la definición de una sede nacional o la equidad en las aportaciones económicas para el sostenimiento de esta central.