FOX: FORMALIDADES PRELIMINARES
Ayer, el presidente electo, Vicente Fox, presentó
a algunos de los miembros de su gabinete. Sería improcedente adelantar
juicios sobre el próximo equipo de gobierno antes de conocerlo en
su totalidad y sin tener elementos más amplios sobre los equilibrios
y las líneas gubernamentales que se expresan, en ciernes, en la
composición de la primera línea de colaboradores de la Presidencia.
Es aconsejable, en cambio, esperar a que los nombramientos estén
completos para reflexionar al respecto.
En lo inmediato, cabe destacar algunos aspectos formales
del anuncio formulado ayer y de sus posibles significados. La decisión
misma de dar a conocer al primer grupo de colaboradores presidenciales
en una ceremonia alineada en los gustos y costumbres empresariales ?tan
parecida a lo que en mercadotecnia se conoce como ''lanzamiento'' de un
producto? resulta, de por sí, inquietante.
El acto pareció ir a contrapelo de la actual circunstancia
cívica del país, caracterizada, entre muchas otras cosas,
por un paulatino abandono de acontecimientos políticos fastuosos
y por prácticas de comunicación social más austeras
y republicanas. Lo paradójico es que Fox, quien con su estilo informal
y desenfadado ha contribuido a ese alejamiento de los ritualismos, empiece
a recurrir a ceremonias costosas y pomposas para resolver asuntos que podrían
saldarse con una simple conferencia de prensa. Sería lamentable
que actos como el destape parcial de ayer y la fiesta programada en el
Castillo de Chapultepec para celebrar la asunción del próximo
mandatario fueran adelantos de un estilo personal de gobernar.
Del lado positivo es pertinente subrayar el saludo y la
felicitación enviados por Fox, al inicio del encuentro referido,
al jefe de Gobierno electo de la ciudad de México, Andrés
Manuel López Obrador, y a varios de sus futuros colaboradores. Esa
expresión del próximo mandatario refleja un espíritu
de respeto y colaboración institucional que, hoy como nunca, resulta
necesario para la buena marcha del país en un escenario de poder
compartido entre la Federación y los estados, entre el Ejecutivo,
el Legislativo y el Judicial, y en el que se expresa la pluralidad política
de la sociedad. En particular, el mensaje de Fox augura un buen ánimo
en las relaciones entre el gobierno de la República y el de la capital,
en las que la fluidez y la armonía resultan fundamentales para hacer
frente, con éxito, al cúmulo de problemas ambientales, de
seguridad, de falta o insuficiencia de servicios y de pobreza que agobian
a buena parte de los habitantes del valle de México.
En los próximos días se tendrá un
panorama más completo sobre el equipo que tendrá en sus manos
la administración pública del país y habrá
que analizar, entonces, su composición, sus potencialidades y sus
deficiencias. |