LUNES 27 DE NOVIEMBRE DE 2000

 Ť Recursos no sólo por número de elementos, pide el titular de Marina, Lorenzo Franco

Equilibrio presupuestal en fuerzas armadas

Ť Se manifiesta en favor de un estado mayor conjunto en México, mientras sea dirigido por un civil y cada dependencia conserve su capacidad de operación Ť Mejorar 70% de la flota, entre sus resultados

Jesús Aranda Ť A cuatro días de que deje la titularidad de la Secretaría de Marina, el almirante José Ramón Lorenzo Franco se manifiesta en favor de un equilibrio en las fuerzas armadas, sobre todo en la asignación del presupuesto, a fin de que éste no se base sólo en el número de elementos, también en los programas de desarrollo y operación de cada dependencia. Habla también de la viabilidad de crear en México un estado mayor conjunto, con un secretario de la Defensa civil, pero en el que los comandantes de Marina, Ejército y Fuerza Aérea estén en igualdad de circunstancias.

Entrevistado por La Jornada en las oficinas donde despachó seis años, en las cuales prácticamente desaparecieron los objetos personales, el almirante admite la existencia de los llamados juniors en el interior de la Armada (quienes ostentaban los mejores cargos y comisiones de la dependencia), y acepta que su llegada representó un cambio de formas y de actitudes en la institución, pues se prestó mayor atención al personal; "si no hay marineros, no hay almirantes".

lorenzo-franco-3Satisfecho por su labor, Lorenzo Franco hace un recuento de los resultados de su administración. En primer lugar, evalúa, los recursos humanos; ''el haber alcanzado que la mayor parte del personal se comprometa con la institución y con su trabajo, todo lo demás cae solito''. En segundo lugar, la construcción de seis buques de la clase Holzinger, la compra de 40 lanchas interceptoras suecas y la remotorización de buques viejos, es decir, la modernización de 70 por ciento de la flota naval. Estas adecuaciones operativas permiten vigilar 60 por ciento del mar territorial. En cuanto a la flota aérea, afirma que la adquisición de helicópteros y aviones de fabricación rusa significó la renovación de 80 por ciento del equipo existente.

Pero destaca de manera especial el proyecto Lancair, que contempla el armado de naves pequeñas con materiales de reciente tecnología, como la fibra de carbono. La Marina heredará al próximo sexenio la construcción de dos aviones presurizados, dos rígidos, dos acrobáticos y el ensamblaje de dos helicópteros pequeños.

El elitismo en la Armada, un mito

-¿Cómo explicar estos resultados en el marco de una economía restringida y de recortes presupuestarios?

-En 95 empezamos con 2 mil y pico de millones de pesos; ahora llevamos alrededor de 8 mil millones, pero tomando en cuenta las devaluaciones y el crecimiento de 14 mil hombres en estos seis años (de 39 mil a 53 mil), el incremento del presupuesto se nos vuelve cero, por eso decimos que el presupuesto de la Secretaría de Marina no ha crecido en términos reales. Creo más bien que el rendimiento del presupuesto, vuelvo a lo mismo, se debió al compromiso de los recursos humanos en todos los niveles, eliminando intermediarios y con gente buscando los mejores precios y eliminando lo que no sirve. Por ejemplo, si este vehículo estaba 200 días en reparación, pues ya no sirve, y mejor cambiamos; perder el amor a lo viejo permite discernir entre la chatarra y el instrumento de trabajo.

-Se dice que la Marina ha sido elitista por el tipo de oficiales.

-No, eso nos lo cargaron porque se hizo una fama muy negativa de lo que llaman los juniors, pero no, en la Marina hay de todo, hay de todos los niveles sociales y económicos del país. Entre oficiales hay gente que viene incluso del campo y gente que viene de familias con bastantes posibilidades económicas.

''Posiblemente estas creencias se deban a que la preparación del oficial naval es un poquito... no elitista... es un poquito de mayor nivel, aparte de la preparación profesional y de las especialidades que desempeñan en diferentes grupos sociales e incluso en misiones en el exterior.

-¿Qué tan alto es el nivel de deserción en la Armada?

-Yo no le llamo deserción, le llamo rotación de personal, o sea, de los que se van y de los que ingresan hablamos de 3 por ciento; hemos bajado al mínimo ya, porque al inicio de la administración teníamos alrededor de 12 por ciento. Es más, no nos daba tiempo de sustituir a los que se iban; ahora hemos bajado al mínimo.

-Hay quien opina que las fuerzas armadas deben avanzar hacia un mayor equilibrio. Se habla de la posibilidad de un estado mayor conjunto, incluso de un secretario de la Defensa civil, de que la Marina tenga sus propios tribunales de justicia... ¿Hasta dónde es posible esto?

-Creo que sí se puede, todo depende del presidente electo. Creo que es factible todo. Muchos países de Latinoamérica lo han hecho; el último fue Brasil, el año pasado, en donde quedaron muy bien marcadas las tres fuerzas, cada una con un comandante general con categoría de secretario de Estado, cada una con su propio presupuesto, su propia doctrina, pero todas esas doctrinas y filosofías de operación regidas y controladas desde un programa central, que es el Ministerio de Defensa... La condición es que el ministro de Defensa sea un civil, sin relación con ningún arma, para evitar malas interpretaciones, pero cada fuerza sigue con su misma capacidad de desarrollo y operación.

-¿Qué beneficio traería esto?

-El beneficio sería que la sociedad nos conociera y nos entendiera, pues habría una interlocución con un político o un civil designado; la población nos conocería mucho más.

Presupuesto más allá de los servicios personales

-Pareciera que la Marina está olvidada o no se le toma en cuenta, a pesar de nuestro gran litoral...

-Yo lo he dicho: hasta ahora que el doctor Zedillo nos rescató habíamos permanecido de espaldas al mar. En la Marina subsistíamos; hubo buenas épocas, pero en otras estábamos en el olvido. Ahora, logramos brincar, lo que en otras condiciones hubiera costado bastante tiempo.

-¿Se puede justificar la presencia de una fuerza por su número exclusivamente? Es decir, el Ejército es el que recibe mayor presupuesto, y después sigue la Marina, pero se asegura que esa desproporción es por el número de elementos que tiene.

-No, no sé cómo se maneje el presupuesto de la Secretaría de la Defensa, pero son dos fuerzas ahí: la fuerza aérea, que es un arma muy cara, tanto su adquisición como en su mantenimiento, y el Ejército, que por ser cada vez más tecnificado también es caro. Creo que esa división es por el costo del equipamiento. La mayoría de nuestro presupuesto se va para servicios personales. Esa es una varita que marca mucho el monto del presupuesto: ¿a cuántos hay que pagarles sueldo?

''Creo que esa sería la media. Decir: tal secretaría tiene 5 o 10 mil elementos, con tanto se pagan los sueldos; de ahí, lo que necesita para su equipamiento y operación.

-¿Pero hay manera de avanzar hacia un equilibrio?

-El equilibrio sería ese: que aparte de los servicios personales se destinara un presupuesto de desarrollo de inversión; ahí es donde tiene que equilibrarse, en el presupuesto de inversión y de desarrollo, haciendo a un lado los servicios personales, porque eso marca diferencias enormes. Pero en lo relativo al aspecto de equipamiento y operación, eso ya varía...

-En cuanto a la procuración y administración de la justicia, ¿cuál es su propuesta?

-La justicia militar debe ser una sola, salvo que hubiera consejos de guerra para cada arma, porque acciones que para unos son faltas graves o para otros delitos, y se puede caer en indefinición, por eso propondría la participación de marinos en el Supremo Tribunal de Justicia Militar.

-En relación con la infantería de marina, se ha avanzado en la construcción de más bases y en un mayor reconocimiento a su labor, pero ha quedado latente el problema del surgimiento del Grupo Anfibio de Fuerzas Especiales (Ganfes) del Ejército, porque se dice que invadió las funciones de la Armada. ¿Hacia dónde llevará este problema?

-En el fondo no hay ningún problema, porque debe manejarse como una cooperación, así como nosotros actuamos en otros campos. En este caso es lo mismo, creo que lo que nos ha faltado es un poquito más de coordinación, porque el objetivo es el mismo: la lucha contra el narcotráfico, y con mejor coordinación podríamos aprovechar esos recursos, los nuestros y los de ellos. O sea, que no se vea como una duplicidad, sino como un complemento. Hay áreas que por falta de recursos, por falta de personal no hemos podido cubrir; yo lo vería entonces como un complemento...

Lealtad, cualidad del próximo secretario

-A partir del 2 de julio que se da un cambio radical, un proceso nuevo. Con la designación de los secretarios de Defensa y Marina sale a relucir que el escalafón no está muy claro, pues el primero en la lista no es precisamente el próximo secretario...

-El escalafón aquí es público. Por ejemplo, yo soy el número uno porque soy el más antiguo en años de ingreso, tiempo en el grado, fecha del último ascenso y observaciones... Todo el mundo se dice dañado o lastimado, pero todo el mundo sabe que tiene arrestos, notas de mala conducta, consejos de honor... Cada año se califica la hoja de actuación, donde se evalúa la conducta del personal del comandante, y eso va a su expediente.

-En la víspera de que se den a conocer los nombres de los titulares de Defensa y de Marina, se le cuestiona si el hecho de que se hayan ventilado públicamente los nombres de los secretariables no traerá consecuencias negativas...

-No, no sé quiénes se hayan entrevistado con el equipo de Vicente Fox, pero no tienen obligación de decírmelo; es una cosa muy particular, muy personal. Al contrario, creo que todos los que hayan participado y que no fueron elegidos tendrán más compromisos que cumplir.

-¿Hay un perfil deseable de secretario de Marina?

-Creo que no. Los que han llegado a esos niveles tienen la capacidad, unos más y otros menos, pero lo mas importante es el compromiso con la Armada y con el país, por supuesto. En el caso del titular electo, compromiso con el presidente; tiene que ser leal al presidente.

-¿Qué es primero? ¿El compromiso con el presidente?

-Yo estimo que es primero el compromiso con el país, y lógicamente si el presidente representa al país, pues al presidente.

-En unos días deja la secretaría, ¿qué quiere hacer? ¿A qué se quiere dedicar?

-En los primeros días adaptarme a las nuevas condiciones de vida, con más tranquilidad, con más calma. Los compromisos subsisten; los compromisos, morales, profesionales con la institución subsisten, pero ya pasan un poquito atrás de lo familiar y lo personal. Primero será habituarme, adaptarme nuevamente a una vida que dejé hace seis años, después saldrá todo: tengo mucho que leer, que conocer... Hay tantas cosas que por falta de tiempo no continué...

-¿Se va satisfecho?

-Sí.