De la Fuente: dañino, desvirtuar a las universidades públicas
Ť La demanda será una bomba de tiempo sino se incrementa la matrícula en bachillerato y licenciatura
Karina Avilés /I Ť El rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, define: "sí hay una diferencia ideológica, conceptual, de fondo" entre la educación superior pública y la privada, y explica: las ciencias y las humanidades son necesarias para proteger la soberanía y entender de manera autónoma, no importada, los fenómenos sociales y lo que somos, aunque "desde el punto de vista empresarial" esas son disciplinas que podrían considerarse "no rentables". Asegura que "desvirtuar a las universidades públicas al calificarlas como instrumentos de movilidad social podría generar las condiciones más propicias para el surgimiento de estallidos populares".
Conviene en que de no incrementarse la matrícula de la educación pública a nivel medio-superior y superior se crearán bombas de tiempo. En suma, sostiene que el respeto a la pluralidad ideológica de las instituciones autónomas debe atenderse en los planteamientos de la reforma del Estado. Insiste en que las universidades privadas "complementan" a las públicas "pero no pueden remplazarlas".
En una entrevista con La Jornada, De la Fuente reflexiona de frente al escenario político inédito que vivirá el país a partir del próximo primero de diciembre.
?¿Cree que para los gobiernos llamados tecnócratas o gerenciales las enseñanzas que ofrece la UNAM representan un peligro?
?La enseñanza de las ciencias nunca ha estado muy acendrada en las universidades privadas, porque también hay una razón de costo. Hacer una facultad de ciencias o de ingeniería es muy costoso por los talleres y laboratorios... Eso es precisamente lo que justifica que el Estado invierta en este tipo de carreras que han venido formando en México cuadros fundamentales para el desarrollo del país.
?Pero hay una clara diferencia entre los perfiles de las universidades públicas y privadas...
?Hay una clara vocación de unas y otras. Eso es lo que tenemos que ver al analizar el panorama de la educación superior en México, no son nada más los aspectos fragmentados de la calidad que tienen los estudiantes que salen de una o de otra universidad, sino también hay que considerar las disciplinas que se imparten en unas y otras.
"En la concepción pública de la educación superior como la que imparte la UNAM, hay que formar poetas, literatos, directores de teatro, historiadores, antropólogos, en fin, especialistas en toda una gama de disciplinas de las humanidades y de las ciencias sociales que son necesarias para el desarrollo del país y para proteger nuestra soberanía, todo ello para entender de manera autónoma y no importada los fenómenos sociales de México y comprender nuestro pasado, nuestras culturas indígenas, la nación que somos y lo que somos".
Disciplinas no rentables
"Desde el punto de vista empresarial, evidentemente son disciplinas que podrían considerarse 'no rentables'. No podemos ver a la educación superior únicamente en términos de rentabilidad. A mí me parece que habría pocas más rentables que entender cabalmente el valor y el significado de nuestra cultura precolombina, el origen de nuestros indios, su situación a través de los siglos y sólo se logra con investigaciones antropológicas e históricas. Eso tiene un valor en el presente y en el futuro de México.
"Y hay quienes piensan que esos son aspectos que por no representar una rentabilidad en términos económicos no debemos ocuparnos de ellos. Entonces, en el fondo lo que hay, sí, es una diferencia ideológica, conceptual, de fondo que va mucho más allá de las formas en las que muchas veces se quedan los debates en la opinión pública, cuando en realidad deberían estar llegando a este tipo de asuntos que es donde está la raíz de la divergencia de opiniones que se han vertido en nuestro país en torno a la educación superior y al papel del Estado como responsable del fomento y del desarrollo de esa educación".
El rector entra de lleno en el debate de lafunción social que cumplen las universidades públicas, las cuales "han sido el mejor instrumento de movilidad social que hemos diseñado los mexicanos a lo largo de nuestra historia".
?¿Qué consecuencias traería para el país devaluar dicha función?
?Imagínese usted, ¡sería gravísimo! Por un lado, nunca he dejado de reconocer el papel que juegan las universidades privadas en el contexto educativo nacional. Tienen un lugar especial. Complementan los esfuerzos de la educación pública, pero no pueden remplazarla, porque no tienen la capacidad para entender y atender una matrícula de esas (grandes) dimensiones y quienes no cuentan con recursos económicos no tienen la posibilidad de acceder a ellas.
"Si se desnaturaliza o se desvirtúa el papel de la universidad pública, lo único que tendremos en los próximos años será una brecha todavía mayor entre sectores que tienen recursos, que pueden educar a sus hijos en instituciones privadas, y por otro lado, instituciones públicas menguadas o muy disminuidas, con baja calidad académica, con una oferta educativa más limitada para gente pobre que no tiene ninguna otra opción y que si no salen bien preparados tampoco la tendrán a la hora de insertarse exitosamente en el mercado laboral. Con el tiempo, esto no nos lleva más que a acentuar las disparidades, las desigualdades y ciertamente a generar también condiciones más propicias para los estallidos sociales".
?¿La gran demanda que existe para acceder al bachillerato y a la licenciatura no convierte a las casas de estudio en bombas de tiempo?
?Si no se incrementa la oferta por supuesto que sí. En la educación media-superior y superior tenemos la parte más ancha en la pirámide demográfica, es decir, ahí viene la gran demanda, millones de jóvenes en los próximos años y ahí es donde habrá que ver si realmente se toman o no las decisiones que favorezcan el crecimiento de la educación pública a nivel bachillerato, licenciatura y de posgrado.
"Vemos el caso de la UNAM: recibe cada año a poco más de 30 mil estudiantes, lo hemos seguido haciendo, es el máximo de la capacidad que tenemos y aún así quedan miles de jóvenes sin poder acceder a la UNAM. Habrá que tomar las medidas necesarias para ampliar los espacios educativos en otras instituciones, sobre todo, en las zonas donde hay mayor población. En la zona metropolitana de la ciudad de México hacen falta nuevos espacios para satisfacer esa demanda y no volver a caer en una sobresaturación de las universidades existentes, porque si se rebasa el límite de su capacidad entonces sí se dan esos fenómenos que usted señala y muchos otros más.
"La UNAM tiene en licenciatura esa capacidad que es la más grande de México, pero no tiene más, en donde sí la tenemos es en el posgrado, que a pesar de ser el más grande del país queremos aumentar su matrícula. Por todo ello queremos seguir insistiendo en que la UNAM requiere un mayor presupuesto para que pueda seguir cumpliendo con sus tareas, independientemente de que tenemos que atender los problemas que a veces parecen surgir de grupos que quisieran ver que a la Universidad no se le dé más presupuesto o se le acote o condicione por razones de tipo político que es algo francamente inadmisible".
Los cambios políticos
?Se ha visto que en el gabinete de Vicente Fox la mayoría son egresados de universidades privadas y sólo algunos provienen de la UNAM, ¿considera usted que la Universidad ha perdido el debate y el diseño de las políticas del país que siempre había tenido y qué implica esto?
?Yo creo que lo que hay es más competencia como resultado del desarrollo que ha habido en materia educativa que tampoco podemos negar. Y el desarrollo de ciertas universidades privadas que ciertamente creo que algunas de ellas han hecho muy bien su trabajo y seguramente también tiene que ver con la perspectiva que de los problemas tiene el nuevo titular del Ejecutivo, pero hay buenos universitarios que hasta donde sabemos ahora estarán trabajando en el gabinete del Fox y en el de Andrés Manuel López Obrador. Finalmente, al servidor público hay que evaluarlo por su desempeño y lo demás en este momento sería prejuzgar un poco las cosas.
?¿Qué peligros reales corre la UNAM con su actual estructura frente al nuevo gobierno?
?La Universidad está más allá del cambio de gobierno, porque es una institución nacional, profundamente arraigada en la conciencia social de México y tiene su autonomía que le permite entre otras cosas autogobernarse, definir cómo utiliza su patrimonio, y mantener vivos los principios de libertad de cátedra y de investigación. Sin embargo, la Universidad no puede estar al margen de los cambios que ocurren en el país y lo que necesitamos es seguir planteando ante el nuevo gobierno cuáles son los valores, los principios, los objetivos y las tareas que realiza la UNAM para que pueda recibir el respaldo y el apoyo que requiere.
?¿Cómo afectan los cambios que se dieron a partir del 2 de julio al proyecto de una universidad pública, nacional y autónoma?
?Se ha especulado mucho, pero realmente no lo sabemos. La verdad es que no conozco realmente cuál es el programa de educación del gobierno y primero hay que verlo para poder tener un juicio al respecto. Veo con buenos ojos que el responsable de esa área sea un ex rector que viene de una universidad pública, y confío en que la experiencia que ha tenido le permitirá poner en marcha políticas más acordes.
?A partir del 82 se ha visto un claro y evidente desmantelamiento de las instituciones públicas, se ha privilegiado lo privado frente a lo público. ¿Usted considera que el proyecto neoliberal también ha mermado a las universidades públicas?
?Lo primero con lo que yo no estoy de acuerdo es que las cosas se planteen generando en el propio planteamiento un encono y menos en materia educativa, lo público versus lo privado. Cada quien juega un papel y a cada una hay que darle el peso que juega y ahí sí es donde nuevamente creo que hay que gestionar mayores recursos para las instituciones públicas, porque juegan un rol social de mucho más peso que las privadas, pero no necesariamente enfrascarlas en un encono que no las lleva a ningún lado.
?En estos tiempos hay nuevas visiones de la historia: se ve la gesta de la Independencia como una "acción innecesaria"; a Porfirio Díaz como "el dictador justo" y a la Revolución Mexicana sólo como "un mito". ¿Qué tanto deberá modificar la UNAM sus planes de estudio y su perspectiva sobre estos hechos o qué tanto deberá defender la historia como la hemos conocido?
?La historia no se puede cambiar por decisiones políticas coyunturales, sólo la investigación rigurosa nos podrá ir diciendo, como lo ha ido haciendo los trabajos en la UNAM, que algunos hechos históricos pues no fueron exactamente como habíamos pensado, pero esto es producto de la investigación y no de una moda transitoria.