Lunes en la Ciencia, 27 de noviembre del 2000
Incertidumbre respecto al equipo de transición de Fox
ƑCuál política científica?
Alejandro Canales
"Este es otro gobierno y por lo menos hay el reconocimiento de que ciencia y tecnología son rubros estratégicos", expresó María del Carmen Díaz, responsable de investigación del presidente electo Vicente Fox (La Jornada, 23 de octubre de 2000). El periodo de transición concluirá en unos días más y la nueva administración asumirá sus funciones. Tocará ahora la tarea de gobernar, responder a las inquietudes y dejar atrás las declaraciones.
Seguramente, la siguiente administración ya se formó una idea clara de cuál es la situación de la ciencia y la tecnología, tanto como de la lista extensa de propuestas que han llegado a sus manos de una u otra manera. Sin embargo, también es posible que frente al cúmulo de información y propuestas, el dilema sea desprender claramente cuáles serán los lineamientos estratégicos para una política científica. En este caso tendría mayor relevancia qué nos anticipó el equipo foxista, quiénes se han pronunciado y quiénes asumirán funciones a partir del mes siguiente. El asunto es todavía más complicado, porque en los meses anteriores se han prestado a confusión quienes son responsables o no en esta materia en el equipo del presidente electo.
En lo que corresponde a los compromisos de campaña de Fox, básicamente anticipó que instrumentaría políticas claras de fortalecimiento de la ciencia, la tecnología y la innovación, lo que incluía una apertura a la comunidad internacional, un desarrollo equilibrado en las diferentes regiones y la creación de una academia de ciencias y tecnologías (8 de febrero de 2000). También estableció el compromiso de duplicar el gasto a lo largo de su administración hasta alcanzar 0.8 por ciento del PIB (25 de marzo de 2000).
La comunidad de investigadores también ha expresado sus inquietudes y sugerencias. Las opiniones personales han resaltado la falta de apoyos para la actividad, el reducido tamaño de la comunidad y el problema de la centralización. Algunas de las expresiones de carácter colectivo, como las formuladas por las academias de Ciencias, Medicina e Ingeniería, se han pronunciado por impulsar políticas de Estado -no gubernamentales- para la ciencia, así como independizar al Conacyt de cualquier secretaría. También destacaron las opiniones críticas de la Adiat, respecto a la insuficiencia de recursos financieros y el escaso interés por la innovación tecnológica y el vínculo con la industria.
En las semanas recientes, representantes de consejos de ciencia y tecnología de una docena de entidades federativas llamaron a concentrar esfuerzos en torno a siete líneas de acción, como la descentralización, el incremento financiero, el crecimiento en la formación de recursos humanos y los proceso de vinculación (Lunes en la Ciencia, 16 de octubre de 2000).
En cuanto a los responsables del equipo del presidente electo, uno de los vértices en la definición de la política científica de la próxima administración, su participación ha sido confusa. En julio, cuando fue nombrada co-cordinadora del área social en el equipo de transición, María del Carmen Díaz declaró que se tenía considerado fortalecer, modernizar e integrar el sistema de ciencia y tecnología. Pero no hubo más anuncios ni precisiones. Posteriormente, Rafael Rangel Sostmann fue designado responsable del equipo educativo del presidente electo, aclaró la responsabilidad de la ex legisladora Díaz y negó que Tessy López, investigadora de la UAM, también fuera asesora, como se hacia llamar (La Jornada 23 de septiembre de 2000).
Recientemente, la doctora Díaz ha refrendado el compromiso presupuestal del próximo presidente, la intención de fortalecer al Conacyt y la elaboración de un plan para la ciencia, todavía por conocer, a 25 años. También ha señalado la importancia incrementar la investigación básica y aplicada, el impulso a la participación de la industria en el financiamiento y el hecho de que México pueda llegar a ser un tigre latinoamericano.
Sin embargo, en un chat de un diario de circulación nacional, la investigadora Tessy López señaló que en el equipo de Fox, ella es "consejera personal y coordinadora del grupo ACAPE que desarrolló el proyecto de educación, ciencia y tecnología" (19 de octubre de 2000). Incluso, algunas de sus propuestas constituyen medidas muy definidas. Por ejemplo, advirtió que la federalización de Conacyt podría ser parcial, la anulación de las becas-crédito, el perfil y nombres de quienes podrían ocupar la titularidad del consejo, la supresión del Promep, y áreas de conocimiento que serán favorecidas con mayores recursos.
Resolver quiénes son o no asesores del equipo foxista no tiene mayor relevancia, el problema es cuáles iniciativas son correctas y si quien tendrá a su cargo la responsabilidad de elaborar los lineamientos estratégicos tiene claros los principales retos y las prioridades, así como la serie de propuestas que parecen tener consenso y viabilidad. En esta situación de diferencias se sabe Ƒcuál política científica poner en marcha?
El autor es investigador del Seminario de Educación Superior, CESU-UNAM.