MARTES 28 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Surgen más indicios de que hubo manipuleo de votos para declarar ganador a Bush
Impugna Al Gore resultado de Florida que da el triunfo a Bush
Ť Llama a los estadunidenses a defender el principio fundamental de la democracia de su país
Ť En Miami-Dade hay más de 10 mil boletas que no fueron contadas; no las registró la máquina
Ť El gobierno no entregó las oficinas de la transición; el republicano se presenta como triunfador
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 27 de noviembre Ť Al comenzar la campaña de Al Gore el proceso de impugnación de los resultados electorales en Florida, se revelaron más indicios sobre la posibilidad de que el candidato demócrata a la presidencia podría ser quien ganó la mayoría de votos.
Esta noche, Al Gore exhortó al pueblo estadunidense a defender el principio fundamental de esta democracia: "ignorar los votos es ignorar la democracia misma". En Estados Unidos, dijo, "cuando se emiten los sufragios, los contamos. No los desechamos arbitrariamente, porque es demasiado difícil".
El candidato republicano, George W. Bush, se declaró la noche del domingo presidente electo por la "voluntad popular", pero, por el momento, esta contienda ya no tiene que ver con el ejercicio ciudadano, sino que ahora será resuelta por las maniobras entre abogados y jueces. Hoy, en la ciudad de Tallahassee, Florida, los demócratas iniciaron el proceso judicial de la impugnación del resultado electoral en tres condados de ese estado, lo cual prolongará esta disputa electoral varios días más.
Al Gore justificó la impugnación esta mañana cuando declaró que "si cada voto es contado en Florida, fácilmente hay suficientes para cambiar el resultado y decidir la elección en nuestro favor".
Podría tener razón. La impugnación de los demócratas gira en torno a si hubo o no boletas emitidas legalmente pero que no fueron contadas. En Miami-Dade hay más de 10 mil boletas que no fueron contabilizadas porque las máquinas no las registraron, y ahora el argumento es sobre por qué no fueron sumadas y si debían o no serlo. También hay unas 3 mil boletas más del condado de Palm Beach que no fueron integradas al total final. En el tercer condado bajo disputa, Nassau, se alega que el conteo final no incluyó una serie de sufragios.
Pero hay más. Un condado que no figura en el caso de impugnación, pero donde se introdujo una demanda legal cuestionando el resultado, podría cambiar, por sí solo y el forma drástica, el resultado de esta elección. La demanda legal solicita que se descarten 15 mil boletas de votantes "ausentes" enviadas por correo en un condado donde Bush ganó.
Un abogado demócrata sostiene que los republicanos alteraron en forma ilegal boletas de ausentes, y por lo tanto solicita que se desechen 15 mil boletas. Una juez del condado ha aceptado evaluar el caso, y si falla en favor del abogado demócrata el resultado sería la pérdida neta de más de 4 mil 700 votos para Bush, y así dar el margen de la victoria a Gore.
Piden republicanos a la Supre Corte determine legalidad de conteo manual
Como si no fuera suficiente, la semana concluirá en la Suprema Corte de Estados Unidos. La campaña de Bush solicitó que la máxima instancia judicial del país determine si el recuento manual autorizado por las cortes de Florida es constitucional, y su esperanza es que decida que no es legal, y con ello acabar con las posibilidades del aspirante republicano a la presidencia de Estados Unidos.
Hoy, Bush -quien anoche fue declarado ganador del voto en Florida, al "certificarse" los resultados ahora impugnados por un margen de 537 votos de los casi 6 millones emitidos en ese estado- continuó con su estrategia de presentarse ya como el presidente electo e inició actividades del proceso de transición para preparar su presidencia.
Pero, como se había anticipado, el gobierno federal no entregó las oficinas para la transición, que han permanecido listas, pero desocupadas, 20 días después de la elección. El argumento: la elección aun está bajo evaluación en los tribunales de este país y, por lo tanto, no ha concluido.
Al mismo tiempo, los estadunidenses siguen observando todo esto como si fuera un "espectáculo" más que una batalla que podría determinar el futuro de la democracia estadunidense. Sin embargo, hay indicios de cansancio.
A pesar de que Gore recibió la mayoría del voto popular en Estados Unidos (unos 337 mil más que Bush, de los casi 100 millones emitidos a nivel nacional), algunas encuestas indican que una mayoría opina que Gore debería de rendirse. Según el sondeo del Washington Post difundido hoy, 60 por ciento opina que Gore debería ceder la contienda, ante 35 por ciento que dice que debería continuar luchando.
Esto significa que aunque aún es muy posible que Gore pudo haber obtenido suficientes votos como para ganar esta elección, el público ya está listo para aceptar que cada voto no cuenta en este país y, aunque fueran contados, la diferencia entre Al Gore y George W. Bush no es para tanto.