MIERCOLES 29 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť Sólida, la democracia, afirmó en Colima
Dejo una casa en orden, dijo Zedillo ayer, en su última gira
Ť Inauguró el Presidente el Hospital Regional Universitario
Ť Emotiva jornada de trabajo; gran afectividad hacia su esposa
Matilde Pérez U., enviada, Colima, Col., 28 de noviembre Ť El hombre parco, Ernesto Zedillo, no pudo ocultar la emotividad en el cierre de su última gira por el territorio nacional como presidente de la República y, al término de su discurso, en el que afirmó deja una "casa en orden" y "un país con una democracia sólida", besó públicamente a su esposa Nilda Patricia Velasco.
Tanto al inicio como al final de su intervención durante la inauguración del Hospital Regional Universitario, Ernesto Zedillo enfatizó el origen colimense de "la paisanita que ha sido mi compañera de toda la vida", y a quien le brindó -en la gira 602 y última de su sexenio- un trato cálido y pocas veces visto a lo largo de su gobierno.
Zedillo Ponce de León inició su visita a Colima, de apenas hora y cuarto, bromeando con los cerca de mil hombres, mujeres y niños reunidos en el acceso de dicho hospital. "Al entrar aquí me preocupé mucho porque vi unas sillas vacías por ahí, y dije: como ya me faltan tres días para terminar, ya no quieren venir a mis actos. Afortunadamente llegué aquí, y volteé, y vi a todos aquellos amigos en la sombra. šMuy bien, cuídense del sol! Ya estoy más tranquilo".
Después halagaría a Rosa Elena Farías Rivera, presidenta del comité de salud de la comunidad Callejones de Colima, quien minutos antes había improvisado el discurso de agradecimiento a nombre de los colimenses. "Es mejor oradora que un servidor y que el señor gobernador", Fernando Moreno Peña.
El comentario causó risas entre los presentes, por lo que Zedillo -con tono serio- preguntó: "ƑPor qué se ríen? Es una realidad, es una apabullante realidad. A mí ya no me preocupa porque yo ya me voy de la política, pero al gobernador, quién sabe".
Explicó el porqué de la brevedad de su visita al estado que calificó como hermoso y muy querido. "Como se podrán imaginar, estamos todavía muy ocupados en hacer la mudanza y en entregar la casa en orden (...) la que es de todos los mexicanos. Es una casa en la que sus habitantes pueden mirar con optimismo, con seguridad, con esperanza, hacia el futuro", dijo, y compartió: "Es el gran logro de los mexicanos".
Tampoco hizo a un lado, en su muy breve recuento, la alusión a la crisis económica del inicio de su administración, y agradeció a los mexicanos su esfuerzo y confianza, así como a la demanda de que el gobierno actuara con sensibilidad social. "Los mexicanos podemos tener confianza porque, gracias al esfuerzo de todos, nuestra economía está creciendo, está generando empleos; los salarios empiezan a recuperarse, y también gracias a la disciplina económica y gracias a esa demanda del pueblo de México de que el gobierno actúe con sensibilidad social, hemos desplegado una política social para atender lo que más le importa a la gente".
Su intervención previa al obligado "corte de listón" para inaugurar formalmente las instalaciones del hospital para beneficio de 997 localidades de Colima, Jalisco y Michoacán, también estuvo marcada por una insistente alusión a la democracia, definición a la que recurrió en nueve ocasiones durante los últimos cinco minutos de su discurso.
"Debemos estar satisfechos porque gracias, no a las reformas que se hicieron en este gobierno, sino a las reformas que de tiempo atrás se emprendieron en nuestro país, y que hemos venido cumpliendo paso a paso, nos podemos decir que somos parte de un país orgullosa y plenamente democrático".
Luego de expresar su convicción de que México "está llamado a ser una de las grandes naciones del mundo en el siglo XXI, el presidente Zedillo mencionó que en todo el país "la gente es orgullosamente democrática; practica la democracia y sabe que la democracia es un medio privilegiado para lograr ese progreso material y humano al que todos aspiramos".
En el traslado del aeropuerto -en el municipio de Cuauhtémoc- al hospital regional, en Colima, el presidente Zedillo y su comitiva se toparon con un pequeño grupo de jubilados y pensionados del ingenio azucarero Quesería que, con una manta, quisieron llamar, por última vez, su atención. Los vehículos siguieron, no disminuyeron la velocidad.
Al término del recorrido por las instalaciones del nosocomio, la pareja Ernesto Zedillo-Nilda Patricia Velasco recibió de los colimenses abrazos, peticiones de fotografiar- se juntos, elogios como: "šUsted Presidente sí puede vernos a la cara!", y hasta felicitaciones por el "šbuen trabajo!" que realizó. Aunque de esta última frase emitida por una mujer a Zedillo, éste reviró: "ƑUsted cree?", y continuó apretando manos, acercándose a los niños.