MIERCOLES 29 DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť No significará el desarme del EZLN, aclaran
Cumplir los acuerdos de San Andrés, piden indígenas a Fox
Ť Es apenas condición para reanudar el diálogo con los rebeldes
Ť Demandan reanudar debate sobre los derechos de las etnias
Rosa Rojas, enviada, Oaxaca, Oax., 28 de noviembre Ť Vicente Fox no debe pensar que enviar los acuerdos de San Andrés sobre derechos y cultura indígenas al Congreso y que éstos se plasmen en la Constitución ya significa el desarme del EZLN; eso sería apenas la condición necesaria para que se reanude el diálogo entre zapatistas y autoridades, se planteó aquí durante el coloquio Las Organizaciones Indígenas y el Nuevo Gobierno: La Búsqueda de Nuevos Caminos.
En el acto, organizado por la agrupación CIESAS-Istmo, participan 50 dirigentes de organizaciones indígenas, así como intelectuales indios y mestizos.
Se recordó que el incumplimiento del gobierno de Ernesto Zedillo de los acuerdos citados, firmados al concluir la primera de las mesas de diálogo pactadas con el EZLN, dejaron también en suspenso el debate sobre tierra y territorios de los pueblos indios y los derechos de las mujeres indígenas, que habría que retomar.
La Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas, en voz de Cándida Jiménez, mixe, manifestó: "Para nosotras la autonomía de nuestros pueblos quiere decir la paridad, democracia y equidad entre hombres y mujeres, entre indígenas y no indígenas, es decir, entre todos los seres humanos, y sobre todo que sean reconocidos nuestros derechos como pueblos originarios que somos".
Luego de denunciar que hay mujeres indígenas que han sido víctimas de violaciones por parte de elementos del Ejército y paramilitares, planteó la necesidad de legalizar el aborto "en los términos que corresponde a un problema de salud".
Asimismo, el reclamo de las indígenas a tener voz, tierra, salud "y al reconocimiento de una autonomía que tenga una visión de género, con rostro y conciencia de mujer y así poder reconstruir la mitad femenina de la comunidad que ha sido olvidada y desde ahí construir como sujetas con derecho, es decir, ser ciudadanas en nuestro propio país".
Durante los trabajos de hoy, se discutió sobre los problemas de articulación de lo local y lo nacional; los pueblos indios y la agenda del nuevo gobierno: la representación y participación política indígena, la restructuración institucional y la presencia india, las reformas legales para un nuevo marco institucional.
Se externaron posiciones encontradas sobre algunos puntos. Hay quienes consideran necesaria una nueva Constitución, y no sólo reformar la que ya existe. Hubo quienes consideran que no tiene sentido luchar por modificaciones a las leyes.
Sergio Sarmiento, coordinador de CIESAS-Istmo, luego de insistir en que el movimiento indígena nacional tiene dificultades orgánicas, de visión y de estrategia para hacerle frente a la coyuntura que se vive en el país, habló de los cambios que está haciendo Fox, entre ellos las innovaciones gubernamentales y las oficinas de participación ciudadana, como la que está creando para asuntos indígenas.
Eso no es novedad, aseveró, pues Maximiliano creó una oficina para los miserables, entre quienes estaban los indios.
Hay quienes afirman, agregó, que los neoliberales le van a dar a las etnias nuevos espejitos y cuentas de vidrio, que son las leyes sobre los derechos indios, subrayando que esta lucha "va a restarle banderas al movimiento indígena nacional".
Añadió que ya en Guerrero existe una Secretaría de Asuntos Indígenas; en Oaxaca, los derechos indígenas son parte de la ley; ahí están las normas, pero no los recursos, por lo que hay que tener claros cuáles son los retos del movimiento indio en estos nuevos escenarios.
Luis Luna, del Consejo Indígena Mexicano -de filiación priísta-, planteó la necesidad de que se modifiquen las leyes electorales que impiden a los pueblos indios tener su propia representación en el Congreso.
Alejandro Cruz, del Consejo Indígena Popular de Oaxaca Ricardo Flores Magón, declaró que en esta entidad tienen legisladores indios -mencionó a Cándido Coheto, diputado priísta, y a Héctor Sánchez, senador perredista-, "pero ellos no obedecen a los indígenas, sino al sistema".
En Oaxaca, abundó, tenemos 17 leyes para los indígenas pero "son sólo reglamentos y en una controversia constitucional no nos sirven para nada".
Es necesario, agregó, que las etnias puedan obligar a esos representantes a que hagan lo que los pueblos mandan; si se legislan los acuerdos de San Andrés, pueden ser letra muerta "si el movimiento indígena no tiene fuerza para que sean aplicadas". Hay peligro de "legitimar al gobierno de la derecha si sólo decimos que sí queremos representación".
En favor de reformas constitucionales
Víctor de la Cruz, zapoteca; Irineo Rojas, purépecha; Abelardo Torres, purépecha, y Héctor Díaz Polanco, mestizo, argumentaron en favor de que se hagan reformas constitucionales.
De la Cruz se refirió a la Constitución de 1917. Fue el resultado, dijo, de que miles de personas murieran luchando por sus derechos. "ƑNo sirvió el artículo 27 para que muchos indígenas y campesinos recuperaran las tierras? ƑNo sirvió el artículo 123 para que los obreros tengan una jornada de ocho horas? Si no sirve luchar por las leyes, y los representantes se corrompen, Ƒcuál va a ser el camino? Este nihilismo, este cerrarse es preocupante".
Si se registran los acuerdos de San Andrés en la Carta Magna no se acaba la materia de lucha de las organizaciones indígenas; entonces se luchará por que se cumplan y se incluyan otros derechos de los pueblos indios en ese ordenamiento legal, manifestó.
Planteó asimismo que se requiere la reconstitución de los pueblos indios, por lo que propuso realizar talleres de diálogo cultural en las comunidades.
Rojas coincidió en que lo ideal sería una nueva Constitución, pero en este momento lo más viable son las reformas a ésta.
A los pueblos indios, aseveró, "nos dieron atole con el dedo con las reformas al artículo cuarto constitucional de 1992", simplemente reconociendo que existen, pero afuera de la casa del Estado, no adentro de la gran mansión que éste es.
El asunto es de coyuntura, si los conservadores te dan más oportunidad, hay que negociar, pero sin olvidar la preparación de los recursos humanos y con la participación de los abogados indígenas que existen, apuntó.
Torres afirmó que como México es una democracia electoral que nada tiene que ver con las etnias, Fox ya es legítimo y le interesa consolidarse; por eso ofreció legislar sobre los acuerdos de San Andrés.
Sin embargo, hay el peligro de que pretenda legislar sólo las autonomías locales, las que ya tienen las comunidades y no las regionales, a lo cual temen.
De ahí que sea necesario insistir en las reformas constitucionales primero, para que sean los pueblos indios y no sólo las comunidades las que sean sujetos de derecho y luego buscar los cambios institucionales; esto tiene que ver con un proyecto de nación, indicó.
Díaz Polanco apuntó que una tarea, no sólo del movimiento indígena nacional sino de la gente democrática de este país, es crear las condiciones para que Fox cumpla los acuerdos de San Andrés, que éstos sean parte de la Constitución, que quede claro en ella que todos los pueblos indios tienen derecho a la autonomía y a la autodeterminación.
Una segunda fase sería la lucha para que esto se cumpla y, una tercera, el retomar las mesas que quedaron pendientes entre el gobierno y el EZLN.
Natalio Hernández, del Seminario Permanente sobre Experiencias Indígenas, quien participó en la mesa de trabajo del equipo de Fox para la elaboración de propuestas relativas a los compromisos adoptados por éste con las etnias cuando era candidato presidencial, informó de la propuesta para la integración de un consejo nacional para el desarrollo de los pueblos indios.
Se propone, dijo, que esté integrado por 12 representantes de organizaciones; ocho académicos vinculados con el movimiento indígena, y habría cinco representantes del Estado mexicano. Se ha informado que el consejo podría instalarse por el 10 de diciembre.
Este consejo es un espacio de gobierno para la negociación; si se quiere participar en la discusión de leyes y en la reforma del Estado, hay que correr el riesgo de entrarle, indicó.
Pedro de Jesús, del Consejo Guerrerense, planteó que la estrategia debe ser no sólo aprovechar las coyunturas, sino crearlas. Sin embargo, en la actualidad, con una transición a un gobierno neoliberal de carácter empresarial, debe buscarse la ratificación por el gobierno mexicano del Convenio 169 de la OIT y la legislación de los acuerdos de San Andrés, con base en la iniciativa de la Cocopa.
Debe haber una estrategia de las organizaciones indias para la acción conjunta desde lo local a lo regional y nacional, añadió, y recogió el planteamiento que se hizo un día antes sobre la creación de una red para la coordinación y la acción con base en acuerdos mínimos.