MIERCOLES 29 DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť Presentó su último informe de Gobierno


Albores Guillén sostiene que no solapó paramilitares en Chiapas

Angeles Mariscal, corresponsal, Tuxtla Gutiérrez, Chis., 28 de noviembre Ť El gobernador Roberto Albores presentó su último informe de Gobierno en el que señala que uno de sus principales logros fue la creación del acuerdo estatal de reconciliación, el cual legitima presuntos cumplimientos de los acuerdos de San Andrés Larráinzar.

Al evento, efectuado en el Congreso local, acudió como invitado especial el coronel del Ejército Mexicano Leopoldo Díaz, encargado en la entidad de operar los actos de contrainsurgencia en contra del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y de las comunidades células del Ejército Popular Revolucionario (EPR).

También estuvo el delegado del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) en Chiapas Luis Miguel Dena Escalera y la clase política priísta del estado.

Posterior al evento, los políticos priístas asistieron a una comida que fue presidida por su dirigente nacional Dulce María Sauri Riancho.

Durante la sesión previa, diputados de los partidos políticos con presencia en la Cámara, presentaron su postura respecto a la administración alborista.

El panista David Alfonso Utrilla le recordó al mandatario que su arribo se debió a la masacre de Acteal, porque dos semanas después del hecho fue nombrado para sustituir a Julio César Ruiz Ferro.

Señaló que el acuerdo estatal para la reconciliación fracasó por "unilateral y excluyente. Por ignorar e intentar usurpar los acuerdos de San Andrés al crear leyes que afectaban negativamente al EZLN, como la remunicipalización de la zona de conflicto, la ley estatal en materia indígena y la de amnistía para los paramilitares".

La perredista Ester Velasco Ochoa acusó al gobernador de presentar "una realidad inventada, aplicar una política contrainsurgente y agudizar los conflictos intercomunitarios de los bastiones zapatistas, simulando incluso deserciones masivas de insurgentes".

Al llegar inició el desmantelamiento de los municipios autónomos "para quitarle banderas al EZLN. Siguió protegiendo a los paramilitares, convirtiéndose en el principal desestabilizador de la entidad. Se constituyó como el paramilitar mayor".

Según su informe, todas las acciones del gobernador "dan cumplimiento a algunas de las demandas del EZLN planteadas en los acuerdos de San Andrés".

Al dar inicio a su extenso documento, Albores Guillén se despidió de toda la clase política local: "Dejo la estafeta en manos de quienes habrán de sucederme; a quienes me sucedan les deseo todo el éxito que merecen los chiapanecos".

En el discurso no estaba contemplado el tema pero improvisó: "mi gobierno no solapó paramilitares; hasta donde se pudo se aplicó la ley y se restableció el estado de Derecho".

Aseguró que deja al gobierno saliente 38 millones de pesos "para cumplir los compromisos que dejo pendientes".

El cuarto gobernador sustituto desde el alzamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional entregará el 8 de diciembre el gobierno a la administración encabezado por Pablo Salazar Mendiguchía.