VIERNES 1o. DE DICIEMBRE DE 2000
Ť Absoluta, la confianza de Fox en las fuerzas armadas, dice el titular de Sedena
Proseguirá la lucha militar contra el narco: Vega García
Jesús Aranda y Víctor Guerra, corresponsal Ť Al asumir el cargo de secretario de la Defensa Nacional, el general de división Ricardo Clemente Vega García señaló que, por instrucciones del presidente electo Vicente Fox, el Ejército y la Fuerza Aérea mexicanos continuarán participando en la lucha contra el narcotráfico, como se ha realizado hasta la fecha, en tanto se organizan los cuerpos de seguridad pública a los que por ministerio de ley les corresponde actuar.
Ante los comandantes de regiones, zonas militares y altos mandos del Ejército, Vega García hizo hincapié en la "absoluta confianza" que Fox tiene en las fuerzas armadas, al tiempo que hizo un llamado a los mandos a que escuchen "mucho" a sus subordinados, para lograr la superación del Ejército en su conjunto; además de ratificar el compromiso institucional de respetar los derechos humanos y poner particular énfasis en elevar la moral de los militares.
Luego de oficializar el nombramiento del general Mario Delfino Palmerín Cordero como subsecretario de la Defensa Nacional -quien aspiró hasta el último minuto a dirigir la dependencia-, y del general Ernesto Arcos Oropeza -ratificado por acuerdo presidencial- como comandante de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), Vega García sostuvo que es preferible cambiar el agotamiento físico por el ánimo de cumplir con el deber; destacó también que impulsará programas de adiestramiento y de capacitación al interior del Ejército.
Por su parte, el general Enrique Cervantes Aguirre dijo, momentos antes de entregar formalmente el mando, que con Vega García el próximo presidente de la República encontrará a un colaborador a la altura de las circunstancias, el cual "estamos seguros" será factor fundamental en la buena marcha del país.
En tanto, en las instalaciones de la Secretaría de Marina Marco Antonio Peyrot González se convirtió en el primer vicealmirante en ser titular de esa dependencia sin contar con el grado máximo, que es el de almirante.
Peyrot recibió el cargo de manos del almirante José Ramón Lorenzo Franco, quien dirigió los destinos de la Armada de México en el sexenio de Ernesto Zedillo, en una ceremonia a la que asistieron comandantes de regiones y zonas navales del país, así como los altos mandos de la Armada. En la reunión se confirmaron los nombramientos del almirante Armando Sánchez Moreno como subsecretario de Marina; del vicealmirante Alberto Castro Rosas, jefe de Estado Mayor; del vicealmirante Raúl Niembro, oficial mayor; del vicealmirante José Antonio Carreón, inspector y contralor general; del vicealmirante Casimiro Martínez Pretelín, comandante de la Fuerza Naval del Pacífico, y del vicealmirante Daniel Zamora, comandante de la Fuerza Naval del Golfo.
A diferencia de Vega García -cuyo nombramiento generó molestia entre algunos generales que se consideraban secretariables, pero que concluyó por su "disciplina y lealtad a las instituciones"-, en el caso de Peyrot su designación deberá ser ratificada de facto por el Senado de la República, la próxima semana.
Si bien el presidente Vicente Fox está en su derecho de nombrar a un vicealmirante como secretario de Marina, por cuestión de jerarquía militar es totalmente inaceptable que alguien de grado inferior -como es un vicealmirante- ejerza el mando y ordene a sus superiores de grado las directrices correspondientes.
De acuerdo con el escalafón de la Secretaría de Marina, resulta paradójico que el vicealmirante sea el marino de mayor antigüedad en activo, a excepción del almirante Alejandro Maldonado, cuyo retiro por ley está programado para el próximo 23 de diciembre.
Así las cosas, el actual secretario de Marina supera incluso en años de servicio a los cinco almirantes que ascendieron el pasado 20 de noviembre, así como al almirante Raúl Castro Alvarez, quien dejó el cargo de inspector y contralor general de la Armada.
Para fuentes castrenses consultadas, tanto la designación de Vega García -quien tiene tan sólo un año como general de división-, como el nombramiento de Peyrot, reflejan la necesidad de que se reforme la legislación, para evitar que se repitan los malentendidos.
Señalaron que en países como Brasil, Guatemala y Perú, cuando un militar o marino de menor antigüedad es promovido a secretario de Estado, todos los que tienen más años en servicio que él se ven obligados a renunciar. Esta modalidad tendría la ventaja -aseguraron- de garantizar un proceso de "rejuvenecimiento y movilidad" en las fuerzas armadas.
La tarde de ayer circuló la especie de que al interior de la Armada había gran inconformidad por el nombramiento de Peyrot; sin embargo, fue tajantemente desmentida en la dependencia, además que se ratificó la lealtad e institucionalidad de los marinos hacia su nuevo comandante en jefe.