VIERNES 1o. DE DICIEMBRE DE 2000
Ť Participó en el Foro Iberoamérica con empresarios y personajes de la cultura
Los intelectuales mexicanos deben asumir una postura crítica: Fuentes
Ť ''Aplaudiré todo lo que se haga bien y denunciaré los errores'', indica el prestigiado escritor
Ť Hoy nos reconocemos no en la unanimidad, sino en el diálogo, asevera el autor de Terra Nostra
Miryam Audiffred Ť ''Nunca como ahora los intelectuales mexicanos deben asumir una postura crítica, porque toda democracia exige crítica y observación", señaló a La Jornada el escritor Carlos Fuentes al concluir el Foro Iberoamérica, encuentro que reunió a cerca de 40 empresarios e intelectuales en torno del fenómeno de la globalización.
Horas después de ofrecer el discurso de bienvenida a Vicente Fox -quien hoy asume la presidencia de la República-, el autor de Terra Nostra y La región más transparente expresó que durante este sexenio ejercerá una ''crítica constructiva e inteligente que ayude al país".
''Mantendré una posición de alerta -aseguró-. Aplaudiré todo lo que se haga bien y también denunciaré los errores. Creo que ésta será la postura de todos los que no pertenecemos al gobierno."
Nacido en 1928 y creador de una obra que retrata la evolución de la vida mexicana, Fuentes también habló de una de sus grandes certezas: ''La globalización está en México tan presente como el volcán Popocatépetl. Como eso nadie lo va a cambiar nuestro problema radica en encontrar la manera de enfrentarnos a ella".
Al respecto, habló de su confianza en la cultura como parte de la globalización. ''Por encima de nuestros tropiezos políticos y de nuestras deficiencias económicas, el vigor y la continuidad de nuestra cultura nos dan vuelo y nos dan pie para comunicarle el valor cultural al valor político, económico y social".
Pero una cultura aislada es una cultura muerta, aclaró el también autor de La muerte de Artemio Cruz. En sus palabras, ''sólo viven las culturas compartidas, las civilizaciones contagiadas".
Mencionó que los vertiginosos cambios generados a lo largo del siglo XX han hecho necesaria la gestación de un estrecho vínculo entre intelectuales y empresarios, pues ''hoy nos reconocemos no en la unanimidad, sino en el diálogo".
Nueva disposición al diálogo
''La caída del Muro de Berlín, hace ya once años -prosiguió Fuentes- señaló el fin de la guerra fría pero no significó ni el fin de la historia ni el fin de los problemas sociales. Todo lo contrario. A partir de 1989 nos dimos cuenta de lo que 50 años de enfrentamiento internacional habían aplazado: toda una agenda social, política y económica barrida debajo de los tapetes ideológicos."
Añadió que ''no vivimos en un mundo perfecto" ni en un mundo concluido y mostró su satisfacción por la celebración de este encuentro que, en su opinión, significó una nueva disposición al diálogo. ''Nos reunimos preocupados por la respuesta del mundo iberoamericano a los desafíos de la globalización y por la calidad de los contenidos culturales que podamos aportar a las revoluciones de la tecnología y la comunicación desde México y Buenos Aires, desde Río y Lisboa, desde Santiago".
Y por fortuna -concluyó- este encuentro puso gran énfasis en el perfil cultural del mundo de habla española y portuguesa no sólo en América Latina y la península ibérica sino en Estados Unidos, con sus 35 millones de hispanoparlantes. ''Un tema fundamental fue la afirmación de una cultura que nos es común y nos da una fuerza extraordinaria en el mundo y una continuidad fantástica que queremos hacer valer a través de los medios de comunicación".