LUNES 4 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Venció al primer raqueta Alejandro Hernández en cinco sets


Marcelo Amador, campeón del Nacional de Tenis

Ť Duele la derrota, pero es merecido el triunfo del colimense, expresó el perdedor

Abril del Río, enviada, Manzanillo, 3 de diciembre Ť Alejandro Hernández se convirtió en el campeón sin corona del tenis mexicano, luego de casi cinco años como primer raqueta del país y perder hoy la final del Torneo Nacional de Primera Fuerza, que nunca ha ganado, ante Marcelo Amador, joven promesa que se llevó la victoria luego de un trepidante encuentro en la cancha del Club Maeva de esta ciudad, por 4-6, 6-4, 7-6 (7-5), 4-6 y 6-4.

Hernández, quien durante los últimos cinco años ha sido el mexicano mejor ubicado en la lista mundial de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) -donde ahora ronda en el sitio 180-, buscaba el campeonato nacional por segunda vez en su carrera, pues en 1998 quedó eliminado en las semifinales.

Pero hoy, pese a estar dispuesto a todo, el tijuanense de 24 años sufrió fuertes calambres hacia el final del juego que duró poco más de cuatro horas.

Además, en el desarrollo del encuentro fue sorprendido por Amador, tenista colimense de 20 años radicado en San Luis Potosí, sexto en la clasificación nacional, a quien nunca había enfrentado, ni había jugado un partido a tres de cinco sets.

La situación se observaba a pedir de boca para Hernández, pues además de que no enfrentó mayor problemas para alcanzar la final, su experiencia parecía pesar mucho más que las ganas y la buena racha con que accedió a ésta etapa Amador, victimario al final de tres jugadores Copa Davis: Mariano Sánchez, Marco Osorio y el propio Hernández.

Tras ganar el primer set sin problemas, el primer raqueta del país no se confió, pero sí tuvo que poner más atención en Amador, quien empezó a cambiarle el ritmo, a cruzarle bolas y a acomodarlas en las líneas para imponerse en los dos siguientes episodios.

Aunado al rendimiento del rival, Hernández también debió de enfrentar la dureza del público, que aunque instalado en una pequeña tribuna de no más de 500 espectadores -entre ellos muchos turistas canadienses-, se habían entregado de lleno al colimense.

Hacia el cuarto set, Hernández sacó la casta; dio una demostración de lo que impera en el tenis actual, que es el servicio, así que disparó una buena ráfaga de aces para anotarse el parcial. Para ese entonces empezaron las molestias, pero fue hasta el inicio del quinto y definitorio cuando se decidió a solicitar asistencia médica.

El juez Portifio Godoy -quien de forma inexplicable se dirigió en español y en inglés durante todo el torneo (Nacional)- concedió 3.5 minutos para que el jugador fuera atendido. Tras recibir un breve masaje, Hernández decidió continuar.

Visiblemente dolido, cojeando, Hernández intentó recuperar el servicio que Amador le había roto en el tercer game. Se quitó un match point cuando estaba abajo 0-40 con 3-5 juegos en el quinto set, pero finalmente sucumbió ante los fuertes dolores.

Ya no buscó las últimas bolas con las que Amador se convirtió en campeón, para además llevarse como premio un auto compacto, 15 mil pesos y una membresía familiar del club sede.

"Es mucho más dolorosa esta derrota de lo que imaginé", reveló Hernández con voz entrecortada, apenas conteniendo el llanto.

No obstante, el raqueta número uno, quien durante el partido hizo gestos de reconocimiento ante cada punto en el que su rival se imponía, admitió que "es merecido el triunfo de Amador; es un jugador con gran futuro".

En el torneo de dobles se coronaron Oscar Ortiz y Marco Osorio. La pareja, que busca un puesto en el equipo Copa Davis, venció en la final 7-6 (7-4) y 6-4 a la dupla Ernesto Ponce-Víctor Romero.