MIERCOLES 6 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť Condición de AMLO
Bernardo continuará como marchista, afirma su entrenador
Jorge Sepúlveda Marín Ť El director del Instituto del Deporte del Distrito Federal, Bernardo Segura, continuará sus entrenamientos, ya que quiere sacarse la espina que le quedó clavada en Sydney, luego de que lo despojaron de la medalla de oro en los 20 kilómetros de caminata, anticipa su entrenador Adrián Navarro.
Admite que el marchista ha demostrado una envidiable disciplina y una mejor fortuna en su carrera deportiva y en la administración, ya que cuando fue diputado y luego candidato a la presidencia municipal de San Mateo Atenco supo cumplir también en lo deportivo, por lo que confía en que rinda en las dos tareas primordiales que tiene ahora.
"Además, el instituto ya no será aquel monstruo enorme que era antes Promoción Deportiva. Bernardo se demorará algunos días en empaparse de lo que deberá hacer y luego dictará las normas para lograrlo, pero creo que sí tendrá el tiempo necesario para ser funcionario y competidor.
Además, fue ésta una de las condiciones que le impuso Andrés Manuel López Obrador (jefe de Gobierno del Distrito Federal) cuando lo llamó a colaborar", apunta.
Se crearía una escuela de marcha
Navarro adelanta que Segura podría crear una escuela de marcha para la capital federal, donde rescataría a los andarines del estado de México que han desertado, ya que les disminuyeron las becas drásticamente.
"Esa ha sido una idea de Bernardo desde hace mucho tiempo y probablemente ahora que tendrá recursos y la forma de lograrlo sería bueno que lo llevara a la práctica", sostiene.
Insiste en que los problemas con los que se topará el marchista en el IDDF no lo perjudicarán en sus preparación, porque el competidor ya ha demostrado que cuando entrena o compite está metido sólo en eso y lo demás lo deja fuera.
Así es que lo único que le hace falta es tiempo, por lo que Navarro inclusive ya le propuso que se mude a esta ciudad para evitar perder tiempo en los traslados.
Con 30 años de edad, Segura es una persona muy joven y hasta ahora no ha fallado en lo que se ha propuesto, por lo que continuará con la vista puesta en el Mundial de Atletismo de agosto de 2001, en Edmonton, Canadá, y luego en Atenas 2004, donde tiene cifradas sus esperanzas para obtener una presea sin lugar a dudas.
Adrián Navarro comenta que le gustaría tener un cargo en el IDDF, quizá la dirección de la escuela de caminata, ya que no quiere abandonar las actividades del ramo y, a estas alturas, con su experiencia considera que bien podría hacerse cargo de un trabajo de esa naturaleza.