JUEVES 7 DE DICIEMBRE DE 2000

 
Ť Euforia de organismos humanitarios por fallo contra Suárez y Riveros 


Italia: cadena perpetua a dos ex generales argentinos

Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 6 de diciembre Ť Los organismos humanitarios argentinos recibieron hoy con euforia la noticia de que los ex generales Guillermo Suárez Mason y Santiago Omar Riveros fueron condenados --en ausencia-- a cadena perpetua por tribunales de Italia, por el secuestro y asesinato de ocho ciudadanos de ese país durante la última dictadura castrense (1976-1983).

Otros cinco ex oficiales militares --Alejandro Puerta, José Luis Porchetto, Julio Roberto Rossin, Carlos Gerradi y Omar Héctor Maldonado-- también fueron con ARGENTINA_ITALY_MILITARY denados en ausencia, y recibieron sentencias de 24 años de cárcel por su responsabilidad en la desaparición del dirigente gremial Martino Mastinú.

Suárez Mason (dado de baja) y Riveros (retirado) cumplen aquí prisión domiciliaria, por un proceso en su contra y en contra de otros militares que lleva adelante el juez Adolfo Bagnasco por el delito de apropiación de niños nacidos en cautiverio de madres detenidas desaparecidas, que respondería a un plan sistemático de los hombres claves de la pasada dictadura.

Este es el único delito con carácter de inextinguible que no estuvo contemplado en las leyes de punto final y obediencia debida que en la década de 1980 dejaron en libertad a todos los represores, ni tampoco en los indultos a los jerarcas militares de la dictadura dictado por el ex presidente Carlos Saúl Menem.

La condena a los dos ex generales argentinos es la primera en el extranjero. Aunque en Italia existen dos instancias de apelación para los inculpados, la mayoría de los organismos humanitarios cree que la sentencia será en firme.

El escándalo que se vivió en Italia después de la liberación del ex oficial Héctor Olivera, detenido este año en Roma a pedido de la justicia francesa por el secuestro y desaparición de la ciudadana francesa Anne Marie Erize durante la dictadura, hará que la justicia italiana sea más precavida en estos casos.

Olivera utilizó una falsa partida de defunción de la joven para burlar a la justicia italiana, aunque también privó su amistad con grupos neofascistas de Italia, que lo ayudaron y podrían haber influido en los jueces que lo pusieron en libertad.

"Los crímenes de Suárez Mason son miles. El tiene responsabilidad por más de 4 mil 500 desaparecidos y muertos y 12 casos de mujeres embarazadas y/o menores desaparecidos", recordó a La Jornada José Luis D'Andrea Mohr, ex capitán del ejército pasado a retiro por la dictadura y quien realizó importantes investigaciones sobre los soldados desaparecidos, plasmadas en su libro El batallón perdido.

"Esos crímenes fueron cometidos durante el tiempo que Suárez Mason estuvo en la comandancia de la zona uno, entre 1976 y principios de 1979. Esta zona abarcaba la capital federal, casi toda la provincia de Buenos Aires y la provincia de La Pampa, es decir que actuaba sobre 11 millones 500 mil habitantes".

Además, apuntó, en diciembre de 1979, antes de dejar su cargo de jefe de estado mayor, "mediante un boletín confidencial número 4853 ordenó la incineración de toda la documentación de la lucha antisubversiva, incluida la contabilidad del manejo de los fondos de una cuenta especial secreta", recuerda D'Andrea Mohr, quien declaró en los juicios de Roma.

En Italia, Suárez Mason está acusado por el secuestro y asesinato de Laura Carlotto, hija de Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo. Guido, el hijo de Laura, nacido en un centro clandestino de detención, es uno de los centenares de niños buscados por las abuelas.

Asimismo, el general dado de baja es responsabilizado por la desaparición de Pedro Lucio Mazzochi, Roberto, Julio Morressi, Luis Alberto Fabri y Daniel Jesús Ciufo.

Riveros, quien fuera responsable de la zona cuatro de institutos militares, cuya sede estaba en Campo de Mayo --donde funcionó una maternidad clandestina para presas políticas-- está acusado por los asesinatos de los ciudadanos italianos Cerdeña Mario Marras y su cuñado el sindicalista Martino Mastinú.

Desde Italia, familiares de los desaparecidos se comunicaron con distintos organismos para expresar su satisfacción por la condena, que aunque simbólica despierta en esa nación europea muchas esperanzas con respecto a diversos juicios criminales que se llevan adelante en el mundo para aplicar justicia a quienes no han sido castigados en su país de origen por crímenes de lesa humanidad y la desaparición de hasta 30 mil personas.

"Sabemos que habrá muchos subterfugios para evitar que se extradite a los culpables, como seguramente solicitará la justicia italiana, pero ya de hecho ellos no podrán salir de Argentina, y están señalados ante el mundo como lo que fueron", dijo Estela de Carlotto.

La línea fundadora de Madres de Plaza de Mayo también recibió con alegría la noticia de la condena en Roma, al igual que el Centro de Estudios Legales y Sociales, entre otros organismos humanitarios.

La única voz discordante fue la de Hebe de Bonafini, titular de la otra línea de Madres de Plaza de Mayo, quien dijo que como la condena es simbólica, "me parece que no pasa nada".

El gobierno del presidente socialdemócrata Fernando de la Rúa no se pronunció hasta el momento sobre la decisión de la justicia italiana, mientras la cancillería estudia la condena de la Corte de lo Criminal de Roma, que llega 24 años después del golpe militar argentino.

El único antecedente de otra actuación judicial extranjera contra militares represores argentinos fue la de Francia contra el ex capitán de navío Alfredo Astiz, condenado a cadena perpetua por la desaparición de dos monjas francesas.