JUEVES 7 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Física e historia, otros de los cocos de estudiantes 


Matemáticas, lo más difícil para aspirantes a bachillerato

Ť Revela estudio de Comipems que las preguntas complicadas del examen son respondidas sólo por 33% de los solicitantes

Claudia Herrera Beltrán Ť Matemáticas, física e historia son las asignaturas más difíciles para los jóvenes que cada año presentan el examen de ingreso a bachillerato en el Distrito Federal, pero hay preguntas que en particular son el "coco" de los chavos.

En español son las oraciones simples; en historia, las principales civilizaciones del México prehispánico; en civismo, la Constitución Política; en matemáticas, el teorema de Pitágoras.

Para ingresar a la escuela anhelada, los aspirantes se quiebran más la cabeza cuando en física, por ejemplo, se les pide convertir unidades ¿por decir, galones a litros?; en geografía se les pregunta sobre la biodiversidad; en química, sobre los tipos de reacciones, y en biología, acerca de las principales estructuras de la célula.

Un estudio sobre los cinco años del examen de ingreso a bachillerato en el DF y la zona metropolitana revela los reactivos más difíciles para el millón 206 mil 327 muchachos que han sido evaluados hasta ahora y del que se desprende también un perfil de los más brillantes y de los peor calificados.

Si un joven reuniera todas las características de los aspirantes con mayor puntaje, sería así: sus padres tienen un nivel de escolaridad alto (de licenciatura a posgrado), tiene un promedio excelente en secundaria, su familia es de ingresos económicos altos, proviene de secundaria general privada, dedica mucho tiempo a estudiar, aspira a ingresar en una universidad privada y tiene pocos hermanos.

Su contraparte es el estudiante con puntaje bajo, cuyos padres no pasaron de la secundaria, con una calificación no muy buena en su certificado de secundaria, que proviene de la telesecundaria, que no le reserva mucho tiempo a las tareas, aspira a estudiar en una universidad pública y tiene varios hermanos.

De acuerdo con el informe 1996-2000 de la Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior (Comipems) ?que agrupa a nueve centros educativos convocantes del examen? hay preguntas que son muy difíciles para los muchachos porque sólo son respondidas por 33 por ciento de los sustentantes, mientras que las fáciles son resueltas por 67 por ciento.

Desde 1995, cada año cerca de 250 mil aspirantes deben resolver 128 reactivos de un examen diseñado para que la mitad sea respondida acertadamente en temas referentes a ocho asignaturas: español, historia, geografía, civismo, matemáticas, física, química y biología.

Pero de todas las materias, las matemáticas son la principal "tragedia" para los muchachos, pues no hay un solo tema que se les facilite. Todo es complicado, pero lo que es prácticamente incontestable son las ecuaciones de primer grado con una incógnita, la medición de perímetros, áreas y volúmenes de figuras geométricas; la solución de problemas que involucren triángulos semejantes, el teorema de Pitágoras. También los trazos geométricos y el cálculo de la probabilidad de un evento como una fracción decimal y un porcentaje.

En español, los contenidos temáticos "más difíciles" son las partes de la oración, en particular los accidentes del verbo; el uso de c, s, z, las conjunciones y los tiempos del verbo.

Los chavos tampoco son buenos en historia, pero lo que más "dolores de cabeza" les provocan son ciertos pasajes en particular. En la historia mundial, las consecuencias de la Primera Guerra Mundial y las transformaciones culturales del Renacimiento. Cuando se les pregunta sobre su país, sufren más con el tema de la Independencia, en especial cuando deben hablar sobre la participación de los caudillos y los antecedentes de este movimiento; también padecen con reactivos sobre la Revolución Mexicana y el gobierno de Porfirio Díaz.

Aunque la geografía es una asignatura menos difícil, los jóvenes se ven en aprietos con preguntas sobre las características de la población rural y urbana, así como cuando deben ubicar y decir las capitales de los países de Asia, Africa y occidente.

En civismo, batallan con temas en los cuales deben definir los elementos que conforman la nación mexicana, las características de la Constitución Política, la organización política de México, los elementos de identidad nacional y las características del sistema republicano.

Cuando los muchachos se enfrentan a los temas de física, casi todo les provoca desmayos, pero en especial lo referente a la temperatura, el principio de Arquímedes, las leyes de Newton y la electrostática. Mientras que en biología, son los genes y los cromosomas, la composición de los seres vivos, el control de la natalidad y el conocimiento científico y empírico.

Los únicos momentos de respiro para los chavos son las llamadas preguntas "fáciles", como son: en español, el uso de la b y la v, en historia el imperialismo; en geografía los movimientos de la Tierra, en civismo, las instituciones responsables de promover los derechos de los mexicanos; en física, la corriente eléctrica y en biología, los sistemas biológicos en plantas y animales celulares y pluricelulares.

El "fuerte" de los examinados es la habilidad matemática (obtienen 53.6 por ciento), civismo (52.7 por ciento) y biología (52.2 por ciento), mientras que los porcentajes más bajos son matemáticas (45.7 por ciento), física (46.9 por ciento) e historia (48.6 por ciento).

Si se hiciera un retrato del estudiante con mejor puntaje, lo más relevante sería que su promedio de calificaciones en secundaria es alto, la escolaridad de sus padres es de preparatoria para arriba y el tipo de secundaria de procedencia es un centro de enseñanza privado. Enseguida se ubican características de menor peso: el tiempo dedicado al estudio y a la lectura fuera del horario escolar, el ingreso familiar mensual, la ocupación de los padres y el número de hermanos.

Menor importancia tienen los antecedentes de reprobación del alumno, si trabajan o no y el género (las mujeres obtienen en promedio 2.9 puntos porcentuales menos en el examen).