JUEVES 7 DE DICIEMBRE DE 2000

En víspera de la cumbre de la UE, Niza está bajo estado de sitio


Más protestas contra la globalización

FRANCE Afp, Reuters y Dpa, Niza, 6 de diciembre Ť Más de 60 mil sindicalistas europeos y activistas contra la globalización tomaron hoy las calles de esta ciudad del sureste de Francia, para protestar contra la cumbre de la Unión Europea que comenzará aquí este jueves, y que se ve ensombrecida por luchas de poder internas.

Pese a la fuerte lluvia, los trabajadores -principalmente franceses, italianos y españoles- marcharon por las calles para pedir que el capítulo de los derechos fundamentales que la cumbre planea respaldar, incluya garantías iguales para los 15 países miembros de la UE.

Varios miles de críticos de la globalización también se concentraron en Niza para varios días de protestas, entre las que se prevé una cadena humana alrededor de las instalaciones de la cumbre, donde se reunirán, a partir de este jueves, los líderes de la UE.

"Los sindicatos tienen dos reivindicaciones: que la carta europea de derechos fundamentales se integre en los tratados de la Unión Europea, y que se adopte un programa de políticas sociales para los próximos cinco años, para alcanzar el pleno empleo", explicó Emilio Gabaglio, secretario general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES).

A causa de un desacuerdo sobre las reivindicaciones dirigidas a Los Quince, las organizaciones antiglobalización, especialmente la Confederación de Campesinos, dirigida por el francés José Bové, realizaron su manifestación en el centro de Niza, cerrado al tránsito y con un imponente despliegue policial. En la céntrica plaza de Massena, estos activistas entonaron consignas contra "la burocracia europea" y la globalización, e incluso bailaron algunos tangos.

"No hacemos la competencia a la CES. Nosotros luchamos para que la carta de derechos fundamentales no adquiera fuerza de ley porque es limitada", declaró Michel Rousseau, responsable de la Asociación de Marchas Europeas.

Además de discutir, del 7 al 10 de diciembre, las reformas previas a la inclusión de hasta 12 nuevos países miembros en los próximos años, los líderes europeos deben proclamar la carta de derechos fundamentales, que por el momento no tendrá valor jurídico.

Sin embargo, podría ser legalmente vinculante si pasa a formar parte de los tratados europeos, e incluso para muchos es un primer paso hacia la creación de una auténtica Constitución europea.

Pero esta posiblidad no goza de unanimidad. El Reino Unido, Suecia, Dinamarca e Irlanda están en contra, pues supondría más obligaciones a lo ya estipulado en sus países.

Por otro lado, Francia y Alemania se enfrentan por el tema de la reasignación del número de votos con que cuenta cada país para tomar decisiones por mayoría en el Consejo de Ministros.

Alemania, que tras la reunificación cuenta con 82 millones de habitantes, pide romper la actual paridad de diez votos que tiene junto con los otros tres grandes de la UE: Francia, Reino Unido e Italia.

Francia, por su parte, lucha con uñas y dientes para mantener la paridad histórica con Alemania. Pero Reino Unido e Italia serían favorables a un escalonamiento en el número de votos, aunque no lo defienden tan activamente como España.

El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Joschka Fischer, adelantó hoy que su país "no impedirá un acuerdo global en Niza".

Además, cada país tiene dificultades para abandonar su posibilidad de vetar decisiones en un terreno: España, en los fondos estructurales; Alemania, en el derecho de asilo; Francia, en el comercio internacional, y el Reino Unido en fiscalidad, entre otras cosas.

Otro tema a discutir es el número de miembros de la comisión. Divididos entre un comisario por país y una comisión reducida con rotación de países, se podría optar por este último sistema, pero decidiendo la forma de rotar cuando empiecen a entrar en la UE los primeros candidatos del Este, hacia el año 2005.