Ť Los pleitos entre las porras, cada vez más frecuentes, alejan a las familias
El futbol mexicano dejó de ser un paraíso con saldo blanco
Ť Fanáticos de Pumas y América, los más involucrados Ť Pensé que aquí era diferente: Bianchi
Carlos Hernández Ť La imagen de un hincha ensangrentado que apuñala por la espalda a un aficionado del equipo rival ?el pasado domingo en el estadio Monumental de Chile, durante el duelo Colo Colo-O'Higins?, recorrió el mundo y mostró, una vez más, el grado del fanatismo al que se ha llegado en las canchas del futbol.
Y, por lo que se ha observado en los últimos tiempos en los estadios de México, es algo que debe alertar a los directivos del país.
El caso más grave de la inseguridad en el futbol mexicano se registró en el estadio México 68, cuando ocho personas murieron asfixiadas en el túnel 29, el 26 de mayo de 1985.
Quince años después de aquella tragedia, el balompié nacional se encuentra en un tobogán de violencia y los sucesos más recientes demuestran que está dejando de ser el paraíso del que presumían sus dirigentes.
Está dejando de ser, sobre todo, un deporte al que se podía asistir con la familia y en el que convivían codo a codo aficionados con diferente camiseta.
Aquí algunos sucesos:
21 de mayo en CU: "Salir con vida de aquí"
Molestos porque no les habían dado boletos para ingresar al estadio de Ciudad Universitaria, unos 250 jóvenes "del CCH" interceptaron sobre la lateral de Insurgentes el camión en que viajaban unos asustados necaxistas.
Los estudiantes, que se dijeron integrantes de la porra oficial, treparon al techo y rayonearon el transporte. La directiva de Pumas accedió a la petición de los rijosos, quienes dejaron pasar a los rojiblancos, pero todavía fueron amedrentados con piedras cuando realizaban su calentamiento en la pista de tartán del inmueble.
El técnico Raúl Arias expresó: "Nunca había vivido tal inseguridad. Después de la tensión, lo importante es salir con vida de aquí". En la otra esquina, el entonces entrenador universitario Hugo Sánchez, casi llegó al enfrentamiento de manos con Salvador Cabrera.
7 de junio, en el Azteca: Agreden a 30 argentinos
Noche de Copa Libertadores en el estadio Azteca. América necesitaba meter tres goles para vencer al Boca Juniors y poder clasificar a la final del torneo continental más importante.
Y contra todos los pronósticos lo logró, pero a 8 minutos del final, el defensa Walter Samuel marcó el 3-1 y el conjunto argentino avanzó con global de 5-4. Dio al traste con el carnaval que ya empezaban más de 100 mil aficionados en las gradas.
En represalia, seguidores americanistas agredieron a unos 30 argentinos que habían ido a apoyar a su escuadra. "En Argentina se viven estos actos de violencia, pero pensé que en México era diferente", expresó el timonel Carlos Bianchi.
Antes del duelo, fanáticos de las Aguilas dieron el portazo en el propio estadio Azteca, que se presume es el más seguro del país, luego de apalear a los escasos vigilantes.
27 de julio Violencia a la europea
Rumbo al torneo de Invierno 2000, elAmérica realizó su primer Día del Aficionado en el Azteca, al que acudieron unos 60 mil espectadores.
Al estilo europeo se presentaron los nuevos refuerzos del conjunto, encabezados por el que a la postre sería su principal figura, Luis Hernández. Los fanáticos, desesperados porque la presentación se retrasó cuatro horas, rompieron las vallas del inmueble y unos 800 ingresaron a la cancha.
Algunos aficionados fueron severamente golpeados por el grupo Lobos, cuando los espectadores sólo deseaban saludar o pedir un autógrafo. Se reportaron seis lesionados, tres de ellos de gravedad al caer al foso que rodea la cancha.
26 de agosto, en CU Pumas contra Perra Brava
Los Pumas cayeron 2-1 ante el Toluca, pero sus aficionados en montón se le dejaron ir a los integrantes de la Perra Brava y se liaron a golpes en el túnel 40. El líder de los fanáticos rojos, Rolando González, se ufanó de que enfrentaron a integrantes de las porras Rebel y Orgullo Azul y Oro y que con su única mano, la izquierda, "le tumbé los dientes a uno de esos porros".
La mano derecha, por cierto, la perdió al estallarle un palomazo en el estadio Nemesio Diez. Además, los seudouniversitarios dañaron los autobuses en los que los rojos se transportaron de Toluca.
10 de septiembre Pierden en cancha, ganan en tribuna
En una de las primeras muestras de frustración de los aficionados americanistas durante el torneo de Invierno 2000, integrantes de la llamada Barra Monumental atacaron a aficionados tapatíos, luego de que las Chivas habían humillado 3-0 a las Aguilas, en el Clásico.
Previamente, integrantes de la porra de águilas, acusados de ingresar una gran cantidad de fuegos artificiales al estadio, formaron una gran hoguera en tribunas.
29 de noviembre Perseguidores, perseguidos
Toluca se impuso 2-0 al América, en cuartos de final de la liguilla del torneo, y encolerizados fanáticos amarillos, se dice que de la Barra Fenomenal, persiguieron desde las gradas del Azteca y hasta la salida a algunos seguidores de los choriceros.
Sin embargo, la persecución llegó hasta el estacionamiento, donde varios aficionados rojos descendieron de los camiones y golpeó a los inicialmente atacantes.
2 de diciembre Futbolistas contra público
En el partido definitivo por la clasificación a semifinales entre Toluca y América, en el estadio Nemesio Diez, el técnico de los rojos, Ricardo Ferrero, se burló al final de un aficionado americanista que previamente se había mofado de él, por lo que jugadores amarillos y toluqueños llegaron a insultarse, aunque el conato no pasó a mayores.
Hubo también acusaciones, en el sentido de que el defensa de las Aguilas, Víctor Santibañez, se burló de la Perra Brava cuando el América había marcado el 4-1 y estaba en semifinales.
Escoltados a su entidad
Esa misma tarde, Gallos de Aguascalientes vencía 1-0 al local Real Sociedad, en el estadio Francisco Villa de Zacatecas, con lo que el equipo de casa quedaba eliminado de la liguilla de la primera A.
Sin embargo, minutos antes de concluir el duelo, aficionados locales rompieron las vallas metálicas que protegían a unos 500 seguidores visitantes, quienes fueron golpeados en plena tribuna, aunque algunos alcanzaron a bajar a la cancha para protegerse.
El árbitro dio por terminado el encuentro. El saldo fueron 26 personas detenidas, tres niños perdidos, golpeados sin mayor gravedad y la policía escoltó a los aficionados hasta su entidad, donde en el partido previo también habían surgido conatos de violencia entre los fanáticos. El estadio sólo fue suspendido un partido.
3 de diciembre Cohetón en la portería
En plena portería de los visitantes Monarcas, los jugadores Angel Comizzo, Carlos Pavón y Pedro Pineda recibieron un cohetón lanzado desde la tribuna por el taxista Arturo Cruz, detenido por los vigilantes, después de que fue señalado por aficionados cercanos como el autor del percance.
Pineda fue el más afectado con lesiones en la rodilla derecha. Asimismo, un camarógrafo de tv Azteca fue golpeado con un rollo de papel de máquina sumadora, por lo que miembros de esa televisora y el propio Comizzo acusaron a la directiva de Pachuca de fomentar la violencia mediante la Ultra Tuza.
No obstante, la directiva local acusó al argentino Comizzo de provocar con señas a los aficionados. El estadio Hidalgo también fue sancionado sólo con un partido de veto.