DOMINGO 10 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť Confrontan posturas Amalia García y Rosario Robles
Debate el PRD su inserción en el proceso de transición del país
Ť Inician sesiones del décimo pleno del Consejo Nacional Ť Pablo Gómez: en el partido se confunde "política con enredos"
Juan Antonio Zúñiga M. Ť El décimo pleno del Consejo Nacional del PRD dedicó ayer más de ocho horas a deliberar sobre su inserción en el proceso de transición del sistema político nacional, y las formas de relación que puede establecer este partido con el gobierno del presidente Fox, a partir de la aceptación de su consejero, Ricardo Pascoe Pierce, a ocupar la embajada de México en Cuba.
Durante el primer día de sesiones, la máxima instancia política perredista decidió posponer la discusión de los cuatro documentos básicos: declaración de principios, línea política, línea de organización y reglas que servirían de base para las deliberaciones de su congreso nacional a realizarse el próximo año, y se dio el tiempo para que unos 25 oradores de todas las corrientes y grupos delinearan su posición sobre la situación de su partido y la caracterización del gobierno de Vicente Fox.
El "caso Pascoe" fue la piedra de toque que disparó los planteamientos políticos, de corrientes y grupos, entre los que sobresalieron las posiciones encontradas de la presidenta del Comité Ejecutivo Nacional perredista, Amalia García, y Rosario Robles, ex jefa de Gobierno del Distrito Federal.
Pero antes el cónclave deliberó por espacio de tres horas para modificar el orden del día, y decidió llevar a un pleno posterior, que se llevará a cabo en enero próximo, la elaboración y discusión de los documentos sobre los que el PRD fincará su refundación para una estructura a la que dará forma y contenido su congreso nacional, el cual podría posponerse, incluso, hasta mayo del 2001.
En su discurso de apertura, Amalia García entró en materia al plantear que es necesario establecer una diferencia clara entre lo que se concibe como un gobierno de derecha y uno conservador, pues lo segundo se refiere a la resistencia al cambio, condición que, en su opinión, no reúne la administración gubernamental que encabeza Vicente Fox; en tanto que en lo primero, sostuvo, no se tiene duda.
La dirigente nacional del PRD consideró que las medidas adoptadas por el actual gobierno en sus primeros días son características del carácter empresarial, al cual conceptuó como "audaz y emprendedor", por lo propuso que el partido deje atrás las posiciones contestatarias, y asuma "una reforma radical" que lo convierta en "un partido de izquierda arraigado en la sociedad, moderno y organizado; con capacidad para ganar elecciones, y gobernar bien y de otra manera".
Sobre el "caso Pascoe", Amalia García insistió en que se trata de una decisión personal y no de partido, y en ese sentido le deseó éxito en el desempeño de su cargo como embajador de México en Cuba.
Pero en su oportunidad, penúltima entre los oradores, Rosario Robles centró las deliberaciones, que hasta ese momento habían ocupado mucho tiempo en temas abordados desde julio pasado: "Nadie se ha atrevido a decir que ha habido un cambio importante en este país. El debate no está en que debamos entender que hay una nueva situación política. También tenemos que caracterizar el gobierno que vamos a tener en los próximos seis años, para disputarle el sentido de la transición a partir del 2006", apuntó.
Luego, sin referirse abiertamente a la intervención de Amalia García, sostuvo que el dilema "no es de geometría política", ni de diferenciar el carácter conservador o de derecha del gobierno de Vicente Fox.
"ƑQué tenemos enfrente?", se preguntó e inmediatamente enumeró: "Una reforma fiscal de castigo a los pobres para darles migajas. Un aumento de 15 por ciento propuesto para alimentos y medicinas en un país en el que la población muere por falta de medicamentos. ƑQué opina el partido de eso?".
Prosiguió: "Tenemos una propuesta presupuestal que excluye al Distrito Federal de fondos importantes para consolidar el proyecto del compañero Andrés Manuel López Obrador. Es injusto que se dé un tratamiento de segunda a los habitantes de la capital del país. Sabemos que los salarios no van a subir más de 6 por ciento, cuando nosotros demostramos durante tres años que éstos pueden subir más que la inflación".
Recordó que el lema perredista "Patria para todos" tiene una implicación "profundamente democrática más allá de lo electoral, para que 60 millones de mexicanos tengan más oportunidades y no migajas".
Contrastó: "Qué está discutiendo el partido sobre Tabasco, cuando discutimos más si un embajador sí o no, que el apoyo que hay que dar a los compañeros de aquel estado".
Y planteó una pregunta fundamental: "Ƒcómo convertir al PRD en un instrumento de la insurgencia social, que se va a dar cuando la población enfrente la verdad de este gobierno? Ahí va a estar nuestro partido. No desesperemos, tenemos enormes posibilidades de conducir ese movimiento de insurgencia".
Pablo Gómez, presidente de la Comisión para la Reforma del Partido, fue el primer orador después de la intervención de la presidenta del Comité Ejecutivo Nacional.
Fue directo y breve en sus planteamientos: "El discurso opositor no nos va a servir para nada, porque la percepción ciudadana del gobierno cambió totalmente", sostuvo el dirigente como premisa partidaria.
Propuso el desarrollo de una política que debe ser "propositiva hasta el detalle", e hizo énfasis en una de las características predominantes de la vida interna del Partido de la Revolución Democrática:
"Muchas cosas que hacemos no son política, son enredos. Analizar las partidas de un presupuesto y sacar de ellas conclusiones -ejemplificó-, sí es hacer política".
Luego propuso: "No nos preocupemos tanto por lo que va a hacer el PRI, preocupémonos por lo que nosotros vamos a hacer". Y sobre Pascoe opinó que el PRD carece de una posición que es frecuente en otros países, en los cuales integrantes de partidos de oposición ocupan puestos en el servicio exterior. Pero aclaró que su partido no puede participar en "un gobierno de coalición, si antes no hay un acuerdo de coalición".
Las intervenciones fueron múltiples, el consejo no alcanzó a definir una determinación sobre el "tema Pascoe", la cual se decidirá hoy en votación, pero el cónclave perredista, por primera vez desde julio pasado, pareció contemporizar el principio de Descartes: "Pienso, luego existo".