LUNES 11 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť El BM destinó 30 mdd al proyecto oficial
Sindicatos y opositores frustraron las privatizaciones en México
En un hecho inédito, el Banco Mundial reconoció que la oposición de sindicatos y partidos políticos frustró el establecimiento de un programa para la privatización de infraestructura en México, cuyo plan de aplicación contaba con asistencia técnica y financiera del organismo multilateral.
El programa consistía en la entrega al gobierno del entonces presidente Ernesto Zedillo de un crédito del Banco Mundial por 30 millones de dólares en "apoyo al proyecto de asistencia técnica para la privatización", que fue aprobado en agosto de 1995 con vencimiento en junio de 1999.
Sin embargo, más de la mitad de los recursos no fueron desembolsados por el gobierno mexicano, debido a que los programas de privatización, señaladamente de la industria petroquímica, pero que incluían también apertura a la inversión privada en electricidad, ferrocarriles, satélites y gas natural, no fueron completados de acuerdo con la propuesta hecha por la entonces administración federal al Banco Mundial.
''Los principales factores fuera de control del gobierno que afectaron la instrumentación y liberación del préstamo fueron la reacción de los sindicatos y de la oposición política a la privatización de las plantas de petroquímica secundaria'', señala el documento clasificado del Banco Mundial, que está en poder de este diario.
Agrega que otra frustrada propuesta de privatización del pasado gobierno, la de la industria eléctrica, que ha retomado la administración del presidente Vicente Fox, también fue causante de que el programa de asistencia no fuera completado.
''La reacción en contra que rodeó la propuesta de privatización de la electricidad (emplea directamente el término privatización, contrario a los eufemismos de apertura que usan los promotores de la iniciativa) también aparentemente convenció al gobierno de dar marcha atrás en la privatización de este importante sector'', destaca el documento del Banco Mundial.
El informe del equipo que evaluó el proyecto subraya, sin embargo, que los problemas de abasto y una gran requerimiento de inversiones para ampliar la infraestructura eléctrica pondrán nuevamente de relieve en el futuro la necesidad de privatizar este sector. ''El Banco Mundial continuará siendo activo en este diálogo'' con el gobierno, señala.
El gobierno mexicano, por medio de Nacional Financiera --agente financiero para ese préstamo-- envió una comunicación al Banco Mundial el 28 de junio pasado, en la que señala que el ''proyecto de asistencia técnica para la privatización'' se llevó a cabo en términos generales conforme a lo previsto, ''en aquellas áreas en las cuales se ejecutó'', relacionadas principalmente con la desincorporación de aeropuertos, ferrocarriles y satélites.
''No obstante --agrega el reporte de Nafin al Banco Mundial-- destaca el hecho de que más de la mitad del préstamo haya sido cancelado, en virtud de que no se llevaron acciones que nos permitieran restructurar el mismo y poder destinar dichos recursos hacia otros gastos que pudieran ser elegibles y que se enmarcaran dentro de los objetivos del proyecto''.
La falta de reestructuración, señala el informe de Nafin, no se dio en este proyecto, en virtud de que no hubo una efectiva coordinación del mismo, ya que por sus funciones, la Comisión Intersecretarial del gobierno mexicano encargada de la privatización fue un órgano de decisión más que una agencia coordinadora.