MIERCOLES 13 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť Esposado, se le trasladó a la prisión de alta seguridad de Palo Alto
Arrestan a Espinosa en Managua; soy un perseguido político, insiste
Ť Mi patrimonio y la historia de mi vida son públicos, dice Ť Su abogado denuncia arbitrariedades
Afp, Ap y Reuters, Managua, 12 de diciembre Ť Oscar Espinosa Villarreal, ex regente de la ciudad de México y ex secretario de Turismo con el gobierno de Ernesto Zedillo, fue arrestado y esposado hoy cuando se presentó voluntariamente a declarar ante la juez Flavia Solís, en un juzgado de la capital de Nicaragua.
El ex funcionario llegó sonriente y elegantemente vestido con un traje color gris claro, corbata en el mismo tono y camisa azul. Esta noche se halla en la prisión de alta seguridad de Palo Alto; su vestimenta es la de un reo común. ''Soy un perseguido político", insistió Oscar Espinosa ante la juez.
''Como se los he dicho desde un principio, he decidido comparecer ante la justicia nicaragüense voluntariamente, con el propósito de reiterar mi voluntad de seguir adelante cualquier proceso y desahogar cualquier diligencia'', dijo Espinosa a los periodistas cuando era conducido por los policías a la salida del juzgado, donde llegó acompañado de su abogado, Yali Molina.
''Mi patrimonio es público. Está en una página de Internet. Allí está mi patrimonio y toda la historia de mi vida'', añadió el ex funcionario, a quien la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal acusa de peculado por unos 42 millones de dólares.
Espinosa Villarreal -quien fue también secretario de Finanzas de la campaña presidencial de Zedillo- fue detenido esta mañana por orden de la juez tercera de Distrito del Crimen, Flavia Solís, luego de que ésta escuchó su declaración. La juez fue designada por la Corte Suprema de Justicia para conocer la solicitud provisional de extradición de parte del gobierno mexicano.
El portavoz de la Policía Nacional, capitán Justo Zamora, dijo a la prensa que Espinosa permanecerá detenido ''hasta que haya una sentencia firme'' de parte de las autoridades judiciales.
''Hay gran cantidad de omisiones, arbitrariedades y manipulaciones que se han hecho de parte de las autoridades (...) hay una actitud de acoso de parte de la autoridad, nunca se ha comprobado nada'', aseguró el ex secretario de Turismo a los periodistas, momentos antes de ser detenido. Interrogado sobre la solicitud de extradición presentada por México, Espinosa dijo: ''Vamos a esperar a ver qué decide la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua''.
Yo no fui...
El ex regente insistió en su inocencia y aseguró que muchas informaciones en torno a su caso ''son desapegadas de la realidad'', al tiempo que consideró que en su país no se le ha dado la oportunidad de declarar y se han ''destruido muchas pruebas'' que facilitarían aclarar su situación.
Antes de su arresto, Oscar Espinosa declaró que tiene confianza en la justicia nicaragüense y aseguró: "Atenderé cualquier decisión que decida la juez (Solís)''.
En el escrito presentado por el abogado de Espinosa expone: ''Pido a la judicial proceda a tomar garantías necesarias para que mi defendido mantenga la seguridad dada por él, personalmente, de someterse a este procedimiento y no abandonar el territorio'', señaló .
Según el jurista, la detención del ex funcionario ''no cabe'', porque él se presentó al juzgado de forma voluntaria. Anunció que en las próximas horas presentará un escrito ante la juez para que la detención ''sea revocada''.
Tras el arresto de Espinosa, la Corte Suprema de Justicia seguirá con los trámites de extradición, siempre que el gobierno mexicano complete la documentación requerida en estos casos.
Ante la juez, el ex regente insistió en que es un ''perseguido político'', razón por la cual habría buscado ''refugio'' en Nicaragua, donde habría llegado el pasado 12 de noviembre procedente de Canadá, en un jet privado.
Las autoridades nicaragüenses han asegurado que estudiarán la situación de Espinosa ''con sumo cuidado y profesionalismo'', y se atendrán a un acuerdo de extradición entre Nicaragua y México, ratificado en 1998. Por lo pronto todo indica, según las leyes nicaragüenses, que el ex secretario de Turismo deberá permanecer en la cárcel unos 10 días. Luego se decidirá si permanece en prisión o, en su defecto, se le dicta arresto domiciliario. Mientras tanto, el gobierno de México deberá presentar la documentación necesaria para que las autoridades de Managua decidan si ha lugar al proceso de extradición.