MIERCOLES 13 DE DICIEMBRE DE 2000
PAGINA 9
Ť Lourdes Galaz Ť
Los gastos de Fox
Ť La inversión política trae buenos dividendos Ť Nadie sabe cuánto cuesta la silla presidencial Ť Los Amigos de Fox siguen ganando más nombramientos en la cultura y los medios
Con gran despliegue y mayor desplante, la oficina de prensa de Vicente Fox anunció (11 de septiembre) que el gasto de la campaña por la Presidencia fue de 439 millones de pesos. š50 millones abajo del tope fijado por el IFE!, celebraron los foxistas. Más aún, la Alianza por el Cambio y los Amigos de Fox invirtieron 70 por ciento del gasto, es decir 319 millones de pesos, en los medios de comunicación, principalmente radio y televisión. "Nos salió barata la Presidencia!", dijo un empresario regio, luego del 2 de julio. En los tan publicitados gastos de la campaña foxista, sólo se contabilizan los seis meses (enero-junio de 2000) previos a las elecciones federales. La inversión de dos años en precampaña de Vicente Fox no se agrega a la suma. La ley no exige cuentas antes del año electoral, ni a los candidatos ni a sus amigos. Si el candidato gasta las millonadas para financiar sus aspiraciones, confundiendo la precampaña con su trabajo de gobierno, no hay ley ni autoridad que lo sancione.
No hace mucho, el pasado 14 de noviembre, los consejeros del IFE, aquellos prístinos ciudadanos "sin partido" que eligió la Cámara de Diputados como responsables de realizar elecciones democráticas y creíbles, se negaron a divulgar los informes de los partidos políticos sobre sus gastos en las campañas electorales del 2000. Por si usted no lo sabe, hay una Comisión de Fiscalización en el IFE, que encabeza el consejero Alonso Lujambio (de querencia panista), para revisar las cuentas de gastos que entregan los institutos políticos, pues el dinero que manejan en su mayoría forma parte del subsidio estatal que reciben los partidos. Pues bien, asevera Lujambio que en ninguna ley "dice que esa información (los gastos de las campañas) pueda darse a conocer a la opinión pública por parte de la comisión". Más aún, apoyado por otros prístinos consejeros filopanistas (como el renunciante Juan Molinar Horcasitas, recién designado subsecretario de Gobernación), el señor Lujambio tiene argumentos tan frágiles para sostener su negativa a que se informe de los gastos partidistas, particularmente del costo de la campaña presidencial, como aquél de que "...en Chile nunca se sabe" y la legislación chilena "ni siquiera establece disposiciones para la fiscalización"... y a uno qué carambas le importan los costos de la política en Chile, diría cualquier mexicano.
Vale por el celo del Consejo del IFE, que "en modo y tiempo" prevé difundir el dictamen de la Comisión Fiscalizadora, cuando ya a nadie le importa, mucho menos al presidente Fox, cuánto cuesta la silla presidencial. No es corta la inversión, sumando dos años de precampaña y todos los apoyos de los Amigos de Fox, que ahora reciben jugosa recompensa en puestos de gabinete presidencial, en empresas públicas, en organismos de cultura y hasta en los medios de comunicación del Estado. Claro, no todos los funcionarios de primer nivel recién designados son de los Amigos de Fox o de quienes patrocinaron las aspiraciones del ahora titular del Ejecutivo. Ayer mismo, el Presidente dio posesión como director del Instituto Politécnico Nacional a Miguel Angel Correa Jasso, amigo de Zedillo y compañero de escuela de Nilda Patricia. También es cercano y (muy) recomendado de Fausto Alzati, ex secretario de Educación Pública y ex director de Conacyt (pronto, privatizador de la Aseguradora Hidalgo). En la ceremonia, realizada en Los Pinos, el mandatario recibió el aplauso de la comunidad politécnica. Y es que atendió el añejo reclamo de dar autonomía al IPN (depende para todo de la Secretaría de Educación Pública). Habrá que legislar sobre el asunto, aunque desde ya el Ejecutivo federal anunció que no designará más a los directores generales de esa casa de estudios... Claro, se entiende que sugerirá nombres y podrá vetar; así se estila en los regímenes presidencialistas, como el mexicano, que no termina. También podrá recomendar a directores de escuelas, institutos, centros y hasta del canal Once de televisión, que por la todavía vigente Ley Orgánica del IPN, es un organismo de apoyo a las tareas politécnicas.
Si el presidente Fox nombró director a Miguel Angel Correa, mientras el Congreso le da autonomía al IPN, la vocera de prensa de la casa presidencial, que está inmiscuida en todas las decisiones de los medios de comunicación del Estado, habría recomendado al nuevo director de canal Once, al alimón con la presidenta de CNCA, Sara Guadalupe Bermúdez, quien alguna vez trabajó en Tv-11 y guarda sus rencorcitos... Nadie mejor para el puesto que un amigo de Fox, colaborador en el equipo desde la precampaña presidencial. Desde el martes trascendió que Julio di Bella, todavía director de Radio y Televisión de Guanajuato, llegaría a dirigir la televisora del Politécnico. Será tal vez porque Di Bella es ingeniero mecánico como los que egresan del Poli, bien porque sabe del negocio por una empresa de televisión por cable que, en sociedad con su suegro, tiene allá por Irapuato. Quienes lo dan por seguro en canal Once, informan que Di Bella trabajó bajo las órdenes de Martha Sahagún en el gobierno de Guanajuato, claro. Eran tiempos de precampaña y Sara Bermúdez se sumó al team foxista. Con el equipo de producción de la televisora estatal y su director Di Bella, la hoy presidenta de Conaculta realizó una "semblanza de Fox", bajo la supervisión de la señora Sahagún y el patrocinio del gobierno del estado. Y es que, se entiende, el financiamiento de los dos años de la precampaña de Fox se confundió con los gastos inherentes al trabajo de gobierno, y como ocurre en toda democracia en ciernes, no hay ley ni autoridad que lo sancione... Los nombramientos en el IPN se esperan para el próximo viernes; también en el Consejo para la Cultura y las Artes hay sorpresas.
En 3 tiempos
Ť Carambola de tres bandas en la Corte Suprema
Ť Los empeños del sabio Salomón
Ť Imaginerías de un periodista dominicano
Sigue el suspenso y el caso no es para cardiacos. Anoche, cuando George W. Bush creía tener abiertas las puertas de la Casa Blanca, la Corte Suprema de Estados Unidos dio un revés y regresó el expediente al máximo tribunal de Florida. De cualquier manera el vicepresidente Al Gore no gana la partida. Una interpretación inicial del fallo indica que la Corte Suprema rechazó el recuento parcial de votos en disputa, solicitado por Gore. Y, en cambio, respaldó que el recuento sea más amplio, para proteger los derechos de todos los electores floridanos... Bush tendría ahora ventaja en el estado gobernado por su hermano Jeb, de acuerdo con la prospectiva de un alquimista electoral. La batalla en los tribunales podría derivar en una crisis constitucional, si el gobernador texano se proclama ganador: el presidente del país de la democracia y el libre mercado, con la legitimidad tan cuestionada como la de un gobernante de país bananero.
El tabasqueño anda en campaña. Más que estar cerca del presidente Fox, pretende seguir manejando dinero a diestra y siniestra. Trae un interesante proyecto en las manos, de cuya viabilidad ya habría convencido nada menos que a Martha Sahagún, la vocera de you know who. Ahora se cuenta que Carlos Salomón Cámara no pretende llevar las relaciones públicas de la casa presidencial. Estaría dispuesto a dirigir el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia. Sí, el DIF, el de los desayunos escolares para los chiquillos de los que tanto habla Fox. Y es que hace unas semanas el convincente Salomón habría interesado a la señora Sahagún en lo rentable que sería reagrupar algunas instituciones de asistencia pública alrededor del DIF: los dineros de la Lotería Nacional y Pronósticos Deportivos. Habría más recursos para programas asistenciales... también para gastar en la imagen del Presidente.
Lo escribe el colega Ramón Emilio Colombo en El siglo de Santo Domingo: "A 190 años de las gestas del siglo XIX, Hidalgo, Morelos y Allende se antojan como protagonistas de una anécdota libresca; al cabo de 140 años de la república juarista, el Benemérito pareciera simplemente el autor de un apotegma sobre el respeto al derecho ajeno, que nunca se ha cumplido; al cabo de 90 años de una Revolución que abrió con el siglo XX los máximos sueños reivindicativos, Villa, Carranza y Madero son ya personajes de una novela apócrifa; al cabo de 60 años del luminoso intento de soberanía petrolera y educación socialista, Cárdenas resulta un anatema. El México de aquella epopeya definitivamente es casi una ficción y su historia de héroes y leyendas está siendo reinventada, quizás para una superproducción de Steven Spielberg. Lo que quiero decirte es que tengo la ligera sospecha de que el México que he traído en mi corazón como bandera sencillamente ha muerto". El periodista estuvo aquí por el cambio de banda.
Ť Ilustraciones: Luis Fernando /Serie: Cambio de piel
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