MIERCOLES 13 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť El trabajo al frente del instituto, factor decisivo para mi ratificación, dice


Aura ofrece ampliar las opciones del ICCM

César Güemes Ť Pese a que ha sido ratificado como titular del Instituto de Cultura de la Ciudad de México (ICCM), por parte del jefe de gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador, Alejandro Aura no tiene entre sus planes convertirse en un político profesional. Y, tampoco, abandonar el programa semanal que acaba de iniciar en Canal 40, Ya era hora. Y si bien aún no se ha reunido formalmente con López Obrador, Aura ofrece ampliar las posibilidades que hasta ahora ha tenido la institución a su cargo y da sus primeras impresiones de lo que será su desempeño dentro del nuevo gobierno de la ciudad.

-Además de promotor cultural, conductor de programas de radio y televisión, te has ido profesionalizando en los usos de la política nacional.

-No sé si en el medio político, pero sí como promotor cultural. Si entendemos que todas las acciones públicas, como la promoción cultural, tienen que ver con la política, pues sí he ido aprendiendo un poco a desenvolverme en ese medio. Sin embargo, no me interesa la profesionalización como político.

-Ciertamente un trabajo como el tuyo ha de implicar una serie de negociaciones, acuerdos y diálogo con diversas instancias para lo cual es preciso echar mano de recursos de orden político.

-El Instituto de Cultura es parte de un entramado de acciones relacionadas con el trabajo de gobierno de la ciudad. Necesariamente dialogamos con las secretarías de Gobierno, de Desarrollo Económico, de Turismo y con los demás elementos agrupados en la de Desarrollo Social.

-Más allá de la relación profesional que ocurre entre Andrés Manuel López Obrador y tu persona, Ƒcuál era su relación en el pasado, eran amigos, se frecuentaban?

-No. Creo que el factor decisivo han sido los resultados del trabajo de la anterior gestión.

-ƑHasta este momento ha habido ya un acuerdo con López Obrador, has recibido instrucciones o hecho propuestas?

-Todavía no. De quien he recibido mucha atención es de su secretaria de Desarrollo Social, Raquel Sosa, que ha visto todas las particularidades del Instituto de Cultura con profundidad.

-Una de las formas de gobernar de López Obrador, en estos primeros días de su gestión, es el tono de austeridad al interior de la administración de la ciudad. ƑAfectará al instituto que diriges esta postura?

-No. El ICCM ya era austero. No tenemos ni guaruras ni coches de lujo ni celulares para todos ni gastos de representación ni tarjetas de crédito que se carguen al presupuesto.

ƑInmune a las críticas?

-ƑCómo has sentido en esta parte que llevas el frente del instituto las críticas al organismo y en ocasiones a tu persona?

-Es algo natural. Estar en un puesto público conlleva siempre el riesgo de ser observado, analizado, criticado, incluso denostado. Es condición humana a veces perder o no tener objetividad y hablar por simpatía o por diferencia de las personas. Así que las críticas no me alarman.

-Además, has salido bien librado.

-Diría que sí y obedece al buen equipo de trabajo que está en el instituto, que ha mostrado una y otra vez que son hechos reales los programas que auspiciamos, que hay una transformación en la ciudad en materia de cambios con bienes y servicios culturales a la mayor parte de la población.

''Esas acciones nos han permitido salir bien librados de ataques y antipatías.''

-Uno de los señalamientos que se han hecho es que los espectáculos más grandes que han ofrecido se realizan en el Zócalo. ƑEn esta nueva administración habrá una especie de descentralización o ''deszocalización" de las actividades?

-Diría, para tranquilidad de todos, que sí. Y desgloso: hemos organizado más de mil 200 conciertos en los dos años y medio del instituto, de ésos la mayor parte no ocurrieron en el Zócalo sino en toda la ciudad. Lo que pasa es que el Zócalo es la mayor caja de resonancia de la República, luego, hemos hecho los conciertos y las actividades más notorias en el Zócalo porque es el centro emblemático de la ciudad y del país. Si queremos incluir a todo aquel que desee asistir en la ciudad, ese es el mejor sitio.

''Si pusiéramos un recital de Joaquín Sabina o Madredeus en Cuajimalpa, probablemente estaríamos coartando la posibilidad de asistir de los habitantes de Xochimilco, Tláhuac, Gustavo A. Madero, entre otras áreas, porque no tendrían cómo llegar hasta allá si no fuera en sus automóviles. En cambio, al Zócalo pueden venir los habitantes de toda la ciudad por las vías de comunicación populares. Por eso es que esas deseables actividades de carácter artístico y cultural las hacemos en el Zócalo. Sin embargo, la mayor parte de las actividades del programa La Calle es de Todos se han hecho en la urbe entera.''