MIERCOLES 13 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Adiós, Argentina, fue la primera de las más de 40 películas que hizo


Murió ayer Libertad Lamarque, icono de madre abnegada en AL

Ť La actriz está considerada entre las cantantes de tangos más populares de todos los tiempos

Arturo Cruz Bárcenas Ť Libertad Lamarque, el icono cinematográfico latinoamericano de las madres abnegadas, falleció ayer. Los mundos del tango, el cine y las telenovelas están de luto, pues alrededor de la una de la mañana dejó de existir la actriz y cantante argentina, víctima de neumonía. Desde hacía 13 días se hallaba en terapia (a veces intensiva, otras intermedia) en el hospital Santaelena del Distrito Federal. A coro, como homenaje, gente del pueblo le cantó La patita, el tema de Francisco Gavilondo Soler, que ella intepretaba con su singular estilo.

Nació en Rosario y al fallecer tenía 92 años (algunos biógrafos señalan que nació el 25 de noviembre de 1908 y otros de 1909). Su primera película fue Adiós, Argentina, realizada cuando aún el sonido no había sido incorporado al cine en su país natal. Su primera cinta sonora fue Tango, en 1932, donde alternó con legendarias figuras argentinas como Luis Sandrini, Pepe Arias, Alberto Gómez y Mercedes Simone. Luego siguieron las producciones cinematográficas Madreselva, Huellas del pasado y Te sigo esperando. En 1971, filmó la película La sonrisa de mamá con el hoy senador argentino y ex cantante popular Ramón Palito Ortega. Fue su última aparición en el cine.

No obstante, ya estaba marcada la faceta de madre sufrida y abnegada, que tanto se explotó como tema.

Fue hija de padre uruguayo y madre española. Se le considera la cantante de tangos más popular de todos los tiempos. De este género destacan Nostalgia, Cuando vuelva a tu lado, Historia de un amor, Arráncame la vida, En esta tarde gris y Mocosita. Gran parte de su carrera la hizo desde 1946 en México, país por el que sentía un cariño especial, aunque en los años recientes optó por radicar en Miami. Pese a que de niña la habían retirado de un coro "porque desafinaba", en opinión de su maestra, ella no cejó y ahora es considerada entre las mejores cantantes de tango de todos los tiempos, junto con intérpretes de la talla de Azucena Maizani, Mercedes Simone y Tita Merello.

El caso Evita-Libertad

Hasta la tarde de ayer, pocos representantes del medio artístico habían llegado a la funeraria. Miguel Aceves Mejía, quien también está saliendo de un problema de salud (neumonía, casualmente) no quiso faltar al último adiós a la que fuera su compañera en el cine. No obstante, su evidente mal estado de salud, dijo: "Fuimos muy amigos -trabajaron en cuatro películas-; la conocí en Buenos Aires. Mi mujer también es argentina y tomó clases de canto con la misma maestra que ella.

"Era muy simpática y buena gente, además de atractiva. Tuvo relaciones muy importantes", comentó Miguel Aceves Mejía.

De estos últimos vínculos trascendió una diferencia con la entonces actriz Eva Duarte, que la obligó a salir de Argentina y autoexiliarse en 1946. El incidente tomó dimensiones mayúsculas cuando Duarte se convirtió en esposa del presidente Juan Domingo Perón. Muchas historias circularon a raíz de su llegada a México, pero Duarte habló sobre el tema poco antes de morir, cuando filmaba la película La cabalgata del circo, en la que interpretaba un papel menor. Lamarque señaló en reciente entrevista que nunca existió "la cachetada" que, según se dijo, le propinó a Evita.

"Eva era tan incumplida -recordó- que creaba malestar no sólo en mí, sino en los demás compañeros. En una ocasión en la que llegó tardísimo al llamado, la saludé con un frío 'buenas tardes' y una reverencia, como si se tratara de una reina; eso ARGENTINA_LAMARQUE.Portada jpg fue todo".

Así, explicó, se trató de "una cachetada con guante blanco y no de una bofetada... No soy mujer de golpes; además no me iba a poner con ellas, que era alta y yo menudita. Lo que sucedió después fue la historia de una mujer con ganas de triunfar que no se detenía ante nada".

Sobre el boicot en el medio artístico de su país, organizado por la nueva esposa de Perón, dijo: "No sólo yo fui vetada; también otros actores, como Nini Marshal -Catita-, se tuvieron que ir de Argentina en busca de trabajo".

Inicialmente, Lamarque se fue 1946, contratada por la RHC Cadena Azul. Meses después realizó una gira por América Latina, en la que estaba incluido México, donde en un centro nocturno le ofrecieron trabajo para tres semanas, pero el espectáculo duró tres meses. Cuando se proponía partir de México, el director español Luis Buñuel, radicado en México, la invitó a protagonizar la cinta Gran casino, al lado de Jorge Negrete.

"Al final -expuso Lamarque-, "la señora (Eva Duarte) me hizo un favor, porque salir de Argentina me permitió ganar un lugar muy importante en el resto del mundo".

Más de 40 películas

Bella entre las bellas de su tiempo -su hija Mirtha destaca la lozanía de su piel, aun en sus últimos días y unos ojazos azules-, hizo sufrir a Pedro Infante (en coactuaciones, por supuesto). Compartió honores con éste en Escuela de música; con Tere Velázquez, en El pecado de una madre; con Carlos Navarro, en Otra primavera, y con Miguel Aceves Mejía, en Cuatro copas, entre muchas otras. Su filmografía abarca 40 películas y su discografía 450 canciones.

Su capacidad para caracterizar personajes femeninos melancólicos, románticos o abnegados, y sus dotes para el canto, la hicieron el icono de la madre hiper tolerante y cabecita blanca. Una verdadera supermadre.

Si algún paralelismo tiene el arte y la vida, en relación con ella, es que en el plano sentimental no fue tan afortunada. Se casó por primera vez a los 17 años con un apuntador de teatro, Emilio Romero, 15 años mayor que ella, con el que tuvo a su única hija, Mirtha, hoy de 72 años. Había declarado que en la vida lo único de lo que se arrepentía era de haberse casado. "Hubiera querido quedarme sola", "el amor es un chorizo".

Su último papel fue el de una madre superiora en la telenovela Carita de ángel. "No sé por qué me escogen para estos papeles; tengo cara de santa, pero soy un bicho", decía.

En el velorio, su hija Mirtha la recordó como una persona alegre, con quien compartió momentos "maravillosos". Informó que los restos serán cremados en México y sus cenizas serán lanzadas a altamar en Miami, Florida, de acuerdo con la última voluntad de la actriz.

Presente en el velorio, Marga López dijo que Lamarque "siempre quería que trabajáramos juntas como hermanas. Lo hicimos en La mujer sin lágrimas (1951) y Soledad, donde yo hice el papel de su hija".

"Fue mi amiga desde el treinta y tantos", agregó López, mientras decenas de personas cantaban ante el ataúd de madera color café la canción de Juan Gabriel que se ha hecho ad hoc para este tipo de actos: Amor eterno; otras personas, ancianas, sobre todo, mostraban con orgullo el ejemplar de la revista Somos dedicada a su estrella, de diciembre del 99.

"Creo que es la Gardel de Argentina", acotó Marga, quien ha hecho llorar con sus actuaciones a miles de mexicanos, por eso es hasta irónico que haya llorado con las actuaciones de Libertad Lamarque. "Y eso que uno está acostumbrada; yo he llorado con sus películas. šParece mentira!".