Controlado el hundimiento, comienza la restauración artística

Nuevo esplendor de la Catedral

Arturo Jiménez Ť Después de más de diez años de sostenerse en andamios metálicos, de experimentar inyecciones de concreto más abajo de sus cimientos, en donde reposan, aún monumentales, los restos de tres pirámides mexicas, y de comenzar a deshacerse del polvo, la Catedral Metropolitana entra a una nueva etapa en la recuperación de su esplendor.

La tarde del jueves hubo dos anuncios: el de la conclusión "satisfactoria" de los principales trabajos de renivelación de ese edificio, mediante la reducción importante del ''diferencial de hundimiento", y el del comienzo de un siguiente proyecto de cuatro años: la restauración arquitectónica y artística de sus fachadas, pisos, atrios, puertas, ventanas, campanarios, altares, capillas, retablos, esculturas, pinturas y murales.

Para ello se necesita reunir por lo menos 300 millones de pesos. Y hasta se mencionó cómo dividir la recaudación de ese monto: 100 millones de pesos del gobierno federal, otros 100 de la administración capitalina, 50 de fundaciones extranjeras, 25 de cien donantes particulares y 25 más de una campaña popular. Se aclaró que las partes aún buscan acuerdos y los mecanismos jurídicos están por establecerse.

Ambos anuncios fueron hechos por el arquitecto Sergio Zaldívar, coordinador general de Obras Especiales del CNCA para el proyecto de la Catedral; el presbítero José de Jesús Aguilar Valdés, sacristán mayor del lugar; el sacerdote Armando Ruiz Castellanos, presidente de la Comisión de Arte Sacro de la Arquidiócesis de México; Clemente Serna, presidente de Amigos de la Catedral, y Guillermo Hernández, titular de la organización Misión Latina.

El nuevo proyecto, señala un documento de Amigos de la Catedral, parte de estudios realizados por la Coordinación General de Obras Especiales del CNCA y es revisado por el arzobispado con el fin de incluir los ''requerimientos de carácter litúrgico".

Mientras, con las obras recién concluidas la Catedral seguirá hundiéndose, pero de manera más lenta y uniforme. Ahora se lleva a cabo un monitoreo constante y de alta precisión, mediante sistemas computarizados que cada cuatro horas ''leen" los registros de 15 plomadas.

En el patio trasero, como prueba de las monumentales obras de inyección de concreto quedan muchos orificios y dos lumbreras, amplias cavidades cilíndricas de 16 y 17 metros de profundidad dotadas de escaleras de caracol para supervisar la mole de piedra.

Por una tercera perforación, en la parte posterior del Sagrario Metropolitano, puede descenderse y, luego, caminar debajo de los cimientos del edificio católico, cuyos viejos pilotes de madera fueron sustituidos por estructuras de metal y concreto.

Partes de los muros de tres pirámides de la antigua zona sagrada de la gran Tenochtitlán se observan en las cavernosas paredes, despertando inquietantes reflexiones. Y en uno de los muros prehispánicos, un bajorrelieve en piedra de forma circular, como flor, muestra restos de rojo y azul.

Durante un recorrido se visitaron además la capilla de la Virgen de Guadal upe, la cual muestra avances en su rehabilitación, como la limpieza de los diseños hechos en laminilla de oro, de las columnas de cantera y de pinturas diversas, oscurecidas por el incendio de 1967, que dañó totalmente las imágenes de las cúpulas.Y el altar de los Reyes, cuyos retablos y pinturas deberán restaurarse. Una de estas últimas también se muestra oscurecida por efectos del incendio y deberá recuperar sus colores. El costo para rehabilitar este altar es de 2 millones de pesos, se dijo.

En el lugar del altar central, de madera, se instalará uno de bronce para que armonice con decoraciones del mismo metal situadas alrededor. El nuevo altar pesará una tonelada y en él aparecerán aves, fuentes y otros símbolos, comentó Aguilar. Será estrenado y bendecido el 24 de diciembre por el cardenal Norberto Rivera Carrera, se informó.

La Catedral es el centro de la vida litúrgica de la diócesis y debe tener un altar al nivel de esa circunstancia, señaló Ruiz. Antes había resaltado la importancia del lugar como sede del obispo, en este caso del cardenal Rivera Carrera. Pero sobre todo, agregó, la vida de la Catedral se debe ''revitalizar" porque se trata de un edificio fundamental de la vida religiosa.

Aparte de lo anterior queda otro proyecto apenas mencionado, quizá porque todavía es un esbozo: la creación del Museo de Arte Sacro. Pese a ello, durante el recorrido, Aguilar señaló con el índice un viejo edificio desocupado en la calle trasera de la Catedral y que sería la sede de ese museo.