DOMINGO 17 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť El semáforo de alerta permanecerá en fase tres
SG: se mantiene el peligro de una erupción del Popocatépetl
Ť El volcán podría estallar en cualquier hora, acepta el Cenapred
Ť Imposible determinar las dimensiones de una exhalación, indica
Andrea Becerril y José Galán Ť El secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, informó anoche que pese a la drástica disminución de la actividad del Popocatépetl, el riesgo de una erupción de mayores dimensiones persiste, por lo que continuará la fase tres del semáforo de alerta y se decidió elevar a 41 mil el número de personas que deben desalojar la zona de contingencia, ubicada en un radio de 12 kilómetros en torno al volcán.
Después de una reunión de trabajo del Centro de Información, Mando y Toma de Decisiones, que se integra con representantes de nueve secretarías y cinco organismos descentralizados, así como el Instituto de Geofísica de la UNAM, Creel formuló un llamado a los residentes de las 22 comunidades de Puebla, estado de México y Morelos amenazadas para que acepten ser evacuados a sitios donde su seguridad esté garantizada.
La argumentación del responsable de la política interior del país fue confirmada por el director del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), Roberto Quass, quien precisó que en estos momentos el Popocatépetl es como una "olla exprés" que podría estallar en cualquier momento.
Dijo que los monitoreos realizados en las últimas 24 horas indican que después de la gran actividad sísmica del volcán ésta fue disminuyendo paulatinamente, hasta llegar, en la madrugada de ayer, a condiciones similares a las que había hace cuatro o cinco días.
Ayer por la mañana, "con este bajón de actividad el volcán mostró otra cara. Vemos muy poca actividad fumarólica, prácticamente no tenemos ninguna manifestación externa más que muy pequeñas exhalaciones". Sin embargo, advirtió que ello no puede interpretarse como que todo terminó y ya no hay riesgo.
En conferencia que ofreció a las 14 horas y por la noche, en compañía de Creel, el director del Cenapred explicó que, por el contrario, deben tomarse prevenciones, ya que lo que sucedió es que la alta actividad del volcán de un día anterior se debió al ascenso de lava hacia zonas internas cercanas al cráter.
Esa concentración de lava, explicó, propició la salida de gases, lo cual evitó que se alcanzara una condición crítica que pudiera haber generado una contingencia mayor.
Sin embargo, la presencia abundante de materiales en el domo del cráter aparentemente selló los conductos del volcán provocando la ausencia de fumarolas y por ello es probable que, en las próximas horas o días, se acumule bajo este domo la presión suficiente para provocar una exhalación de mayores dimensiones.
Por la noche, Quass precisó que esa hipótesis se confirmó a través de una fotografía aérea tomada a las 13:38 horas, luego de un sobrevuelo a gran altitud que permitió captar una placa al interior del cráter.
Agregó que ese domo, que es una especie de protuberancia que ha salido a través del conducto hacia el interior del cráter, "evidentemente está muy caliente" y por la noche se ve incandescente.
Precisó que ese material que se desparrama en el interior del cráter y forma un sellamiento de ciertos conductos por los cuales se desfoga el volcán actúa en forma análoga a una olla exprés y puede provocar, en las próximas horas o días, exhalaciones que pueden ser una sola o pueden registrarse en secuencias similares en magnitud a las que se dieron en 1998.
Es decir, señaló, el volcán podría arrojar parte del material ígneo a sus laderas y lo puede hacer hasta distancias de cuatro y medio kilómetros.
Sin embargo, aclaró que los pronósticos del comité plural del Cenapred y del Instituto Nacional de Geofísica de la UNAM -conformado por 15 expertos del más alto nivel, según dijo- indican que no es posible ubicar el tiempo preciso ni las dimensiones que podría tener esa probable erupción violenta.
"Lo único que podemos decir, basados en la historia del volcán, al que ya llevamos estudiando seis años, es que ese incremento de la actividad del Popocatépetl se podría dar en las próximas horas o en los próximos días".
Para dar una idea del tamaño del domo, describió que de este a oeste tiene 800 metros y de norte a sur 600 metros de diámetro, con una profundidad de 200 metros. Su volumen equivale a la superficie de cuatro estadios Azteca o a un edificio como el Centro Mundial de Comercio, que podrían caber dentro del cráter.
Creel insistió en que debido al riesgo de una posible contingencia se insistirá en que los 41 mil pobladores que habitan en 22 comunidades localizadas en un radio de 12 kilómetros en torno al volcán acepten ser desalojados.
Hay preocupación, según detalló luego el coordinador general de Protección Civil de Gobernación, Oscar Navarro, ya que hasta el momento sólo cerca de 5 mil personas están en los albergues, pues aunque se evacuó a 10 mil, el 50 por ciento de éstos regresó a sus lugares de origen en la zona de riesgo del volcán.
El funcionario rechazó que haya desorganización y sostuvo que se insistirá en convencer a la población afectada para que se traslade a los albergues establecidos.
Por otro lado, pese a que el viernes pasado la intensa actividad del volcán Popocatépetl obligó al aeropuerto internacional de la ciudad de México, así como a las líneas aéreas, a extremar medidas precautorias, ayer las operaciones se desarrollaron de manera normal, informó la comandancia de ese centro.
El único contratiempo que se registró fue la demora de 25 vuelos entre nacionales e internacionales, debido principalmente a cancelaciones.