DOMINGO 17 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Actuará la Procuraduría sin temor ante amenazas, advierte Bátiz


Damián Canales, director de la Policía Judicial

Ť Antes de su designación, el nuevo funcionario fue secuestrado y amagado para que no aceptara el cargo

Angel Bolaños Sánchez Ť El procurador general de Justicia del Distrito Federal, Bernardo Bátiz Vázquez, señaló que la dependencia no actuará con temor ante las intimidaciones, luego de anunciar el nombramiento de Damián Canales Mena como jefe general de la Policía Judicial, quien la madrugada del viernes fue secuestrado durante varias horas y amagado con armas de fuego para advertirle que no aceptara el cargo.

"Esto demuestra que estamos afectando intereses graves que no quieren que cambien las cosas en la Procuraduría", dijo, sin descartar la posibilidad de que en el atentado contra Canales Mena pudieran estar involucradas personas de la misma institución.

Advirtió que no es la primera ni la última acción en contra de la dependencia, pues "creemos que las nuevas formas de gobernar con los cambios que se dieron a nivel federal y en la ciudad de México, van a acarrear resistencias de todos esos poderes informales, como los llamó el jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, y seguirán repeliendo los cambios que son necesarios, que reclama la ciudadanía y que las nuevas autoridades estamos dispuestas a llevar adelante".

Bátiz Vázquez refirió de entrada que el "grave atentado" que sufrió Canales Mena fue resultado de una posible "filtración", aun cuando se trató de mantener con discreción las consultas y los nombres de quienes podrían asumir el cargo, por lo que no descartó la posibilidad de que la Procuraduría sea objeto de espionaje; "vamos a hacer una limpia para ver si hay por ahí algún micrófono, pero eso se tendrá que investigar dentro de la misma averiguación previa que se inició por estos hechos". Tampoco desechó la posibilidad de que dicha fuga de información se haya producido en el Sistema Nacional de Seguridad Pública, donde se solicitó información de todos los candidatos.

Acompañado por los subprocuradores de Averiguaciones Previas, Patricia Bugarín; de Atención a Víctimas, Bárbara Yllan; de Procesos, Víctor Carrancá, y jurídico y de Derechos Humanos, Renato Sales, el procurador informó que conforme con lo que establece la Ley de Seguridad Pública del DF, por tratarse del mando superior de la Policía Judicial, envió un oficio al presidente Vicente Fox solicitando la aprobación del nombramiento.

Canales Mena sustituyó a José Luis Aranda Zorrivas, quien permaneció sólo 12 días como encargado del despacho, luego de ser cuestionado su nombramiento por el proceso que enfrentó, acusado de los delitos de asociación delictuosa, inhumación y exhumación de restos humanos, relacionados con la osamenta del rancho El Encanto, cargos de los que fue absuelto.

El nuevo titular de la Policía Judicial capitalina estuvo anteriormente en el equipo del subprocurador de Procesos, Víctor Carrancá, al frente de la Fiscalía de Mandamientos Judiciales, donde tuvo a su mando 300 agentes judiciales, con los que logró abatir el rezago en dicha área. De 10 mil 876 órdenes cumplidas en 1999, explicó Bátiz, se incrementó en lo que va del año a 11 mil 739.

Obtuvo la licenciatura en derecho en la UNAM, la maestría en administración pública en el Instituto Superior de Administración Pública, y ha ocupado varios puestos en la PGJDF, por lo que "cuenta con la preparación teórica y académica, así como con experiencia y conocimientos prácticos para desempeñar bien su nuevo trabajo".

"El mensaje fue directo"

"En un principio yo pensé que se trataba de un asalto, pero no fue así, el mensaje fue directo: que no aceptara ser el jefe de la Policía Judicial, porque me iba a morir", narró Damián Canales Mena, al recordar ese momento, que calificó como "una experiencia muy amarga".

Minutos después de la medianoche del jueves, cuando circulaba a bordo de su vehículo sobre Ejército Nacional con rumbo a su domicilio, Canales fue interceptado por tres sujetos, quienes durante varias horas lo golpearon y lo mantuvieron amagado, encañonado con un arma de fuego.

"El mensaje era claro -insistió-, la intimidación, para no hacerme cargo de la Policía Judicial". Finalmente lo abandonaron en una colonia del oriente de la ciudad; "después de transitar algunos minutos por varias calles fui a dar a la calzada Ignacio Zaragoza".

Pero si de "mensajes" se trata, el suyo fue en el mismo sentido: "contra la delincuencia va a ser un ataque frontal definitivo. De inmediato procederé a organizar el área, a tratar de investigar, de ver cuáles son los índices de criminalidad en las diferentes fiscalías, para abatirlos de manera franca y abierta", como fue el mandato del procurador y del jefe de Gobierno.

"No nos intimidaron y estamos aquí para cumplir esa función", reiteró.