Ť En la pasada administración del instituto se encubrió a delincuentes, afirma
El director del IPN culpa a PRI y SG de promover el porrismo
Ť Propone alianza entre autoridades educativas, policiacas y padres de familia contra la violencia
Ť Pone al descubierto las relaciones de complicidad que había entre el DDF y los grupos de choque
Alma E. Muñoz Ť El nuevo director del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Miguel Angel Correa Jasso, acusa a los pasados gobiernos priístas en el Distrito Federal, a la Secretaría de Gobernación y al Partido Revolucionario Institucional de promover la actividad porril en la institución. Y también denuncia cómo desde el interior de este centro educativo, por lo menos en la pasada administración, se encubrió a este tipo de delincuentes.
Apenas el martes tomó posesión ante el presidente Vicente Fox Quesada y un día después despidió a tres jefes de seguridad, entre ellos a Mario Humberto Cruz Martens, por estar coludidos con esos grupos de choque. Con esa determinación deja la seguridad del IPN, para este periodo vacacional, en manos de académicos y uno de sus asesores, Jaime Valverde, aunque para enero pretende contratar los servicios de la Policía Bancaria e Industrial.
Es el primero de los 24 directores generales del instituto que denuncia públicamente, frente a un presidente de la República, el porrismo que azota a esta comunidad. Plantea, por ello, una alianza entre los cuerpos policiacos, los padres de familia y los propios politécnicos para terminar con este mal que su antecesor, el connotado priísta Diódoro Guerra, se encargó de minimizar e incluso acusó a los medios de comunicación de magnificar los hechos.
El rastro de la violencia
Al ser entrevistado por La Jornada, Miguel Angel Correa Jasso rechaza tener vínculos ?por su anterior puesto como secretario general del Politécnico? con los principales grupos porriles identificados: la Federación Nacional de Escuelas Politécnicas, la Organización de Estudiantes Técnicos y la Federación de Estudiantes Politécnicos, que en el anterior proceso electoral apoyó abiertamente la candidatura de Francisco Labastida Ochoa a la Presidencia de la República.
El economista de 46 años delinea los perfiles de los sujetos que integran esas organizaciones: "son unos salvajes, tienen un nivel cultural bastante pedestre, casi rebuznan, algunos son ordinarios, nunca terminaron la carrera, vegetan extorsionando a la comunidad".
?¿Hubo miedo de las pasadas administraciones para combatirlos?
?No podría decir con precisión si era miedo, si era alianza o se les usaba para ciertos fines y era un poco pagar favores al dejarlos sueltos y que hicieran sus desmanes, porque realmente se vivía un clima de zozobra.
?¿Y cómo pretende acabar con estos grupos?
?Hay que tener claro que este problema no es sólo de una institución, sino que es más o menos generalizado. Estoy convencido de que se puede abatir de manera muy significativa con una gran voluntad y aplicación de la justicia; que la policía haga bien su trabajo, y aunque parece una frase muy hecha, que se aplique con todo rigor la ley, porque a estas personas se les ha metido a la cárcel y al otro día están fuera. Es el cuento de nunca acabar, es un problema que no tenía solución por una impunidad terrible.
¿Y por qué?, se pregunta él mismo durante la entrevista en su despacho: "ah, bueno, porque simplemente hay amarres y había amarres, lo digo abiertamente, en la era de los gobiernos priístas en el Distrito Federal, con la Secretaría de Gobernación y particularmente con el PRI. Tenemos evidencias para sostenerlo. Pero con el cambio de gobierno diría que esto se acabó en un porcentaje muy significativo, porque ni el PRD ni el PAN tienen que ver con esos grupos".
?¿Comenzó la depuración dentro del Politécnico? Ya no hay jefes de seguridad, lo que confirma denuncias sobre encubrimientos desde el interior del instituto.
?Lo primero que hice fue quitar a esa gente de inmediato. Aquí la seguridad se contrata con compañías privadas y la administración contaba con esta gente para las tareas de vigilancia. Andaban como civiles y utilizaban coches como pequeñas patrullas. Ahí estaba el sistema, ahí se tenía el abuso o el grado de complicidad con esos grupos. Se levantaron cientos de actas pero no llegaron adonde debían. Nunca supe bien a bien los nombres de las compañías ?se disculpa el segundo de a bordo en la pasada administración?, todavía no me pasan bien los datos, pero sé que son varias.
?Cuando se dio el choque violento en la Vocacional 10, a finales de septiembre pasado, a Diódoro Guerra se le preguntó qué pasaba con los porros y él acusó a la prensa de magnificar los hechos, así lo hizo incluso el día en que usted tomó posesión.
?Hay un hilo muy delgadito que hay que tener muy claro: son verdaderas mafias, organizaciones de gente ya vieja, grande, de 30 a 35 años o más como el famoso Johnny (Alfonso Torres Saavedra), de 60 años, priísta por supuesto, que hizo de esto, como los otros líderes, su modus vivendi. Así han trabajado, así es como se ganan la vida. También está Angel Ochoa, que trabaja en el PRI capitalino y es de la FEP.
Acepta que el conflicto está más focalizado en las vocacionales. "Por lo menos en seis o siete (de 15) hay problemas. ¿Qué hacen? En las escuelas son los chiquillos de 15 a 17 años los más fáciles de castigar y mover, aunque también emplean la represión. Se meten a la escuela, les quitan las credenciales y los meten a los camiones y les dicen: 'van a hacer lo que nosotros les digamos'. Si no quieren, los golpean. Ya a algún chamaco le han metido el cuchillo en la panza.
"Se los llevan de compras, como dicen, a robar a quien se deje en la calle, a romper vitrinas, a subirse adonde quieren. Ahorita están bastante quietos, pero todavía pueden hacer más. Que estuvieran coludidos con la policía era brutal; que los escoltaran, los cuidaran y después se repartieran los botines era verdaderamente kafkiano, de otro mundo, impresionante. Lo cierto es que no podemos empañar el trabajo sustantivo de la docencia, la educación y la cultura con este tipo de actos vandálicos, aunque ya esta imagen contamina al Politécnico".
?Pero ya se creó una fiscalía para porros en la delegación Gustavo A. Madero.
?Sí ?sonríe con ironía?, pero yo ya manifesté que necesitamos sentarnos con las autoridades del gobierno. Yo preferiría que fuera con el jefe de Gobierno del Distrito Federal, con la Secretaría de Gobernación, con la Secretaría de Seguridad Pública, con los dos procuradores, capitalino y general de la República, y una representación de los padres de familia para luchar en contra de estos vagos. Ya le dije a Joel Ortega (delegado en esa demarcación) que es su responsabilidad.
?Con la salida de los jefes de seguridad, el Politécnico se queda sin vigilancia oficial. ¿Cuándo pretende que comience esta cruzada contra el delito?
?Esperamos estar trabajando en enero, pero ya estamos elaborando programas y ya sostenemos encuentros con los directores de los diferentes planteles, aunque este es un problema de delincuencia que le toca a la policía, pero porque nos afecta mucho queremos coadyuvar decididamente a solucionarlo.
De grilla, autonomía y recursos
Muy conciso, Miguel Angel Correa Jasso habla sobre sus diferencias con Diódoro Guerra, quien presentó al presidente electo Vicente Fox Quesada a diez candidatos a sucederlo en el puesto e hizo de lado a quien consiguió el cargo:
"No somos de la misma filiación ideológica ni política, yo no soy de ningún partido, pero mi relación con la administración pasada fue de respeto institucional estrictamente".
?Sin embargo, cuando se pedían los nombres de los aspirantes para realizar perfiles, su nombre nunca apareció en las listas que oficialmente se dieron a conocer en el Poli.
?Estos procesos siempre son muy complejos y lo que a veces no entendemos son los distintos cambios. En forma tradicional, las decisiones eran muy influidas por el director general en turno. Yo procuré no hacer nada que pudiera hacer mucho aire. Fui muy disciplinado, institucional, y creo que esto se valoró mucho. Aquí todos juegan, unos más, unos menos, y yo jamás pagué desplegados para causar impacto. Fui un mal cliente de los medios.
El primer director general del Politécnico que egresa de la Escuela Superior de Economía asegura no tener "empacho" en hablar sobre cualquier tema, pues "no quiero engañar sobre la realidad del instituto. No tengo más proyecto que tres años para sacar las reformas a la Ley Orgánica (que permitan la autonomía del IPN) y, en ese sentido, estaremos dedicando nuestro empeño y talento, mucho o poco, a la construcción de este nuevo proyecto".
Confiado, señala que las tan ansiadas descentralización y autonomía (ofrecidas por Gustavo Díaz Ordaz y José López Portillo cuando fueron presidentes de la República, pero rechazadas por las administraciones politécnicas) se darán a lo largo de su periodo, con fin en diciembre del 2003, y lanza la posibilidad de que la estancia en el cargo pase de tres a cuatro años, con posibilidad de relección por un periodo similar.
De lo que habrá para el Politécnico en esta nueva etapa, dice: "quiero terminar con el aislamiento entre las escuelas, institutos y centros; que los proyectos de investigación tengan mejores resultados y contemos con nuevas patentes; reorganizar al Poli hacia adentro para darle mejor funcionalidad y prepararlo con el resto de las universidades nacionales; innovar administrativamente de tal forma que rentemos y no compremos equipo de cómputo, para no quedarnos con lo obsoleto; asumir una actitud mucho más inteligente e innovadora para el uso de recursos; mejorar los estímulos a los profesores; hacer una tipología de los estudiantes (75 por ciento es de escasos recursos) para un mejor desempeño académico y promover apoyos financieros para los más capacitados", entre otras metas.
Este martes, asegura, acudirá a la Cámara de Diputados, junto con el resto de rectores de universidades públicas, para reunirse con la Comisión de Educación y plantear la situación que vive el nivel superior y por qué es necesario aumentarle el subsidio federal. Para el Politécnico exige cinco o seis puntos por encima de la inflación, pero los preliminares hablan de poco más de mil 200 millones de pesos.