MARTES 19 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť En marcha, blindaje financiero para Argentina
Anuncia De la Rua préstamo de 40 mil millones de dólares del FMI
Ť Antes de fin de año se dejarán atrás 30 meses de recesión, afirma
Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 18 de diciembre Ť Tras un tiempo de angustias en el terreno social, económico y político, el presidente Fernando de la Rúa anunció hoy finalmente el llamado "blindaje financiero", un megapréstamo de casi 40 mil millones de dólares negociado por Argentina con Fondo Monetario Internacional (FMI), en el marco de una sucesión de conflictos sociales.
El mandatario anunció en la quinta presidencial de Olivos la llegada del blindaje, cuando rumores sobre crisis, devaluación y nuevas tormentas políticas enrarecían el ambiente. Pero De la Rúa aseguró que este megapréstamo de 39 mil 700 millones de dólares, que el país recibirá hasta diciembre de 2003, marca "el inicio de una nueva etapa", al permitir al gobierno y al país "encarar la recuperación económica".
De los 39 mil 700 millones de dólares del llamado blindaje, 13 mil 700 millones de dólares serán aportados por el Fondo Monetario Internacional (FMI); dos mil 500 millones por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otro tanto por el Banco Mundial; mil millones por España; diez mil millones por un conjunto de bancos locales líderes; tres mil millones por inversores institucionales como los fondos de pensión, y siete mil millones por operaciones de canje de deuda.
El ministro de Economía, José Luis Machinea, a quien muchos analistas ubicaban al borde de la renuncia, se veía hoy aliviado al anunciar que antes de fin de año, Argentina podrá disponer de dos mil cien millones de dólares, y que el resto permitirá cumplir las necesidades financieras durante el 2001.
Machinea sostuvo que "la estrategia argentina es esperar si logra el respaldo necesario para despejar dudas", y esperar también "hasta que los mercados estén dispuestos a prestarle a la Argentina a tasas razonables".
Sobre las críticas contra la posibilidad de que el blindaje sirva únicamente para aumentar la deuda, el funcionario aseguró que sólo "vamos a tener más deuda con los organismos de crédito y algo menos en el mercado", y que el préstamo es una señal de confianza que puede promover las inversiones.
El gobierno de la coalición Alianza, en el poder desde hace un año, dio así el mensaje del "despegue" de la estancada economía argentina, después de más de 30 meses de fuerte recesión, "con tasas nominales altas y fábricas que han reducido fuertemente su stock y sus inventarios" como señaló Javier Tizado, secretario de Industria y Comercio. Tizado afirmó que el país está en condiciones de "arrancar fuerte", pero que el esperado despegue no depende sólo del gobierno, sino de la sociedad y el empresariado, "que debe ser audaz en su inversión". La actividad industrial ha descendido en un 5.6 por ciento con respecto al año anterior, según cifras divulgadas hoy.
De la Rúa, quien durante el anuncio en los jardines de la residencia presidencial estuvo rodeado de la mayoría de sus ministros, señaló por otro lado que no habrá nuevas alzas de impuestos y que el préstamo permitirá la reducción de las tasas de interés.
Inicia nueva etapa, entre el descontento popular
En curiosa sintonía con el ex vicepresidente Carlos Chacho Alvarez, quien renunció a su cargo en octubre pasado por cambios de gabinete que no le fueron consultados por De la Rúa, el mandatario habló del "comienzo de una nueva etapa" con acciones en el terreno social.
Sin embargo, el anuncio se da en un contexto de fuerte descontento popular, especialmente porque la aprobación del megapréstamo se dio bajo una serie de condiciones del FMI, como la resistida reforma previsional que prevé aumentar la edad de retiro para las mujeres y eliminar por completo el sistema de pensiones estatal.
Otra de las condiciones impuestas por el organismo financiero fue la desregulación de los sistemas de salud, controlados por los gremios. Nadie cree aquí en las bondades de dejar el campo abierto a las empresas privadas de salud.
Y una versión sostiene que Domingo Cavallo, el ex ministro de Economía del pasado gobierno de Carlos Menem e impulsor del programa de privatizaciones y de medidas neoliberales, termine convertido en asesor para el tema impositivo, si se realiza una reforma tributaria como la prometida por el gobierno.
Incluso desde la dirigencia del centroizquierdista Frente País Solidario (Frepaso), grupo que junto con la centrista Unión Cívica Radical (UCR) a la que pertenece De la Rúa conforma la Alianza gobernante, hubo comentarios abriendo la puerta a esta posibilidad.
Por su parte, los analistas económicos, aún los que tienen más reservas sobre el blindaje, estiman que comienza una nueva etapa. "La situación argentina estaba al borde de la cesación de pagos, lo que hubiera llevado a salir de la convertibilidad (el sistema que ancla la paridad del peso con la del dólar), entre otras medidas. Los anuncios significan que se mantendrá el uno a uno, que existe una garantía a dos años, que hay garantías externas y se abren las posibilidades al crecimiento", dicen.
Pero "nada de esto es mágico y va a estar condicionado a lo que haga el gobierno y cómo se manejará en los próximos 80 días. Lo cierto es que es un blindaje mucho mayor al esperado", señaló el analista Marcelo Bonelli, quien consideró que si el gobierno se maneja bien, se podría generar una rebaja en tasas de interés, con un aumento de la actividad económica.