MIERCOLES 20 DE DICIEMBRE DE 2000
 
Contrato recortado

Mireya Cuéllar Ť Con la muerte de los Ferrocarriles Nacionales de México también acabó uno de los contratos colectivos de trabajo más grandes que había en el país, el del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana, que tenía más de tres mil cláusulas. Hoy cada empresa del sector tiene su propio contrato ?incluyendo las distintas compañías que dan mantenimiento? y existen alrededor de 22, pero ninguno tiene más de 300 cláusulas; algunos incluso no más de 60.

Para Francisco Grajales, secretario de Organización del sindicato que dirige Víctor Flores, la privatización fue lo mejor que pudo haberles pasado, de hecho. "La gran equivocación de los gobiernos pasados fue haber quitado a los extranjeros la concesión; ese fue uno de los grandes errores, sólo debió presionar para que pagaran bien a los obreros...entonces estamos en el rumbo correcto", señaló.

Si el sindicato se hubiera opuesto a la privatización "seríamos unos héroes, pero en el tobogán en el que íbamos como empresa estatal ahora estaríamos peor que los cañeros", comentó.

De los 90 mil trabajadores que llegaron a ser, actualmente hay 24 mil en el sector ferroviario, que para Grajales reciben percepciones muy arriba de cuando eran empresa del Estado. "Nada más que aquí hay que trabajar, no se puede faltar, pues más de cuatro inasistencias es despido. No se puede sustraer o robar, ya que te caen y te vas a la calle. Aquí tampoco se puede consumir droga, lo cual era un problema fuerte que teníamos en los Nacionales. Las nuevas empresas quieren rendimientos", concluyó.