Diciembre, mes favorito de los suicidas que se arrojan a las vías
DF: morir en el Metro
Laura Gómez Flores Ť Los problemas económicos, de salud, familiares y de pareja han orillado a 51 personas este año a arrojarse a las vías del Metro, cifra superior a la registrada en 1998 y 1999, cuando fue de 44.
En 40 por ciento de los casos se trató de jóvenes de entre 20 y 35 años; en un 23.5 por ciento, de gente de la tercera edad, en su mayoría con un nivel socioeconómico bajo, que encontró en esta forma la única salida para resolver sus conflictos.
Hasta el 7 de diciembre, el número de hombres que se arrojaron al paso del tren fue superior en cien por ciento al de mujeres, con 35 casos, contra 16, en las líneas 1 (que corre de Observatorio a Pantitlán), 2 (de Tasqueña a Cuatro Caminos) y 3 ( de Indios Verdes a Universidad), que concentraron 70 por ciento de los eventos.
Las estaciones "preferidas" por los suicidas a lo largo del año, con base en los reportes estadísticos del Sistema de Transporte Colectivo-Metro, fueron Pino Suárez, Portales, Xola, Cuitláhuac, Merced y Deportivo 18 de Marzo, donde en promedio se registraron dos casos los días jueves, sábados o lunes, entre las 10 y 20 horas, cuando hay una mayor afluencia de usuarios.
Las autoridades del organismo reconocen que, como en la mayoría de los sistemas de transporte masivos del mundo, el STC es vulnerable a la decisión de decenas de personas que atentan contra su vida arrojándose a las vías, por falta de sistemas efectivos que logren evitar esos sucesos.
Ello ha repercutido en la disminución de la calidad del servicio, que atiende 4.7 millones viajes-persona-día, pues las interrupciones van desde minutos hasta horas, dependiendo del tiempo que lleve recoger el cuerpo de la víctima.
Ante esta situación, mencionan, se trabaja con el Grupo de Benchamarking, en el ámbito internacional, en el análisis e intercambio de diversos sistemas de seguridad para su estudio, a fin de implementar alguno en el STC.
Un ejemplo de ello es la presentación de un proyecto de la Gerencia de Vigilancia, que consiste en la elaboración de un cuestionario que permitirá cambiar información con el Metro de Tokio con relación a cómo ese sistema de transporte redujo el índice de suicidios.
Tanto en 1996 como en 1997 se contabilizaron 58 suicidios en la red, cifra que se redujo a 44 casos en los dos siguientes años. A lo largo de 2000 el número de personas que utilizaron este medio para quitarse la vida se incrementó 11.6 por ciento en la primera decena del mes.
Con el antecedente de que en diciembre el número de casos repunta, las autoridades determinaron reforzar la vigilancia en las estaciones de transbordo Pantitlán, Hidalgo, Tacubaya, Pino Suárez y Deportivo 18 de Marzo, así como en las principales terminales: Indios Verdes, Tasqueña y Cuatro Caminos.
Arturo Guzmán, jefe de planeación y proyecto del STC-Metro, destacó que la labor realizada por el personal de vigilancia en los últimos dos años ha logrado disuadir a más de 70 personas, en su mayoría jóvenes, a "no tomar una salida falsa", para resolver los problemas familiares, sentimentales o económicos que enfrentan
Reconoció que la gran cantidad de gente que se mueve en los andenes impide que los elementos de vigilancia actúen de manera expedita, debido a que para muchos ha dejado de ser anormal que una persona llore, esté nerviosa o mire constantemente el túnel en espera del tren.
"El estrés en que vivimos nos impide darnos cuenta si alguien tiene algún problema o evitamos meternos en cuestiones que no nos competen. De ahí la importancia de la labor que realizan mil 300 vigilantes en las diferentes líneas para evitar que la gente se aviente al paso de las unidades y muera por atropellamiento o electrocución", planteó.
"El estrés en que vivimos nos impide darnos cuenta si alguien tiene algún problema o evitamos meternos en cuestiones que no nos compete. De ahí, la importante labor que realizan los mil 300 vigilantes en las diferentes líneas, para evitar que la gente se aviente al paso de las unidades y muera por atropellamiento o electrocución", explicó.
Mencionó que son mínimos los casos, donde las personas que atentan contra su vida, se salvan, sin graves daños, pues en la mayoría de los sucesos, viven tan sólo unas horas, con graves dolores, por las mutilaciones que sufren.
"Ojalá que la gente tomara en cuenta estas situaciones y observara las indicaciones que se dan, como es no rebasar la línea amarilla, para evitar muchos accidentes u obstaculizar la acción del presunto suicida", señaló el funcionario al comentar que la única línea donde no se registró ningún caso a lo largo del año fue la 5, que corre de Pantitlán a Politécnico.
El jefe de planeación precisó que diez personas de las 51 que se suicidaron en la red del Metro tenían entre 20 a 25 años; 11 se encontraban entre los 31 y 35; y 12 más eran de la tercera edad, quienes determinaron arrojarse a las vías de los trenes que corren en alguna de las 47 estaciones que comprenden las líneas 1, 2 y 3 del STC.
Explicó que, de acuerdo con los informes estadísticos, en la Línea 1 se registraron 12 suicidios en las estaciones Pino Suárez, Balbuena, Zaragoza, Insurgentes, Pantitlán, Chapultepec, Tacubaya, Zaragoza y Merced, donde una pareja de jóvenes decidió quitarse la vida en mayo.
Sin embargo, en la línea 2 se reportó el mayor número de sucesos, con 14, en las estaciones Cuitláhuac, Portales, Interestación Villa de Cortés-Xola, Villa de Cortés, Zócalo, Chabacano, Tacuba, San Cosme, Allende, Panteones y Colegio Militar.
En orden descendente, se colocó la línea 3 con un total de nueve suicidios en las estaciones Copilco, Indios Verdes, Guerrero, Centro Médico, Tlatelolco, Deportivo 18 de Marzo, División del Norte y La Raza; y le siguieron la línea 8, que corre de Constitución de 1917 a Garibaldi y la nueve de Pantitlán a Tacubaya, con cuatro casos cada una.
Más atrás se colocaron la línea 4 de Martín Carrera a Santa Anita, la 6 de Instituto del Petróleo a El Rosario, y la A de Pantitlán a La Paz, con dos cada una; mientras en la línea 7, que va de Barranca del Muerto a El Rosario se registró un caso, al igual que en la B.
Destacó que en los meses de mayo, enero, abril, junio y julio se reportó el mayor número de casos, que se cometieron entre las 10 y 20 horas, cuando existe mayor movimiento de pasajeros.