VIERNES 22 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť Dos mil policías limpiarán las calles de Tijuana
Fox: se usará todo el poder del Estado contra el narco
Ť La intención es erradicar el cártel de los Arellano Félix, dice
Ť El Presidente supervisó en esa ciudad el Programa Paisano
Juan Manuel Venegas, enviado, y Jorge Cornejo, corresponsal, Tijuana, BC, 21 de diciembre Ť Contra el narcotráfico, se "va a aplicar y a concentrar todo el poder del Estado", subrayó hoy el presidente Vicente Fox Quesada, y advirtió: "De poder a poder, no hay duda, los vamos a derrotar".
Como muestra de que esta advertencia "va en serio", anunció que a partir de enero en esta ciudad se iniciará un programa especial de seis meses con la asignación de entre mil y 2 mil agentes federales que se encargarán de "limpiar" las calles de esta ciudad, hasta ahora dominio del cártel de los hermanos Arellano Félix.
"Precisamente queremos estar en Tijuana porque aquí está la mata de los Arellano y es aquí donde queremos trabajar hasta erradicarlos de la ciudad."
Y después de Tijuana, informó en improvisada conferencia de prensa a bordo del avión presidencial, el operativo se extenderá a Mexicali, a Ciudad Juárez y a Sinaloa. "Vamos a atacar frontalmente todos los lugares de alta criminalidad o de alta incidencia delictiva; y vamos sobre el narcotráfico en primerísimo lugar; en segundo, contra el secuestro, que está muy ligado al narcotráfico, y en tercer lugar a combatir el robo de automóviles".
Fox inició este jueves en Tijuana la segunda visita a las garitas y los puentes fronterizos para supervisar en forma personal que se cumpla con los objetivos del Programa Paisano: facilitar el ingreso a territorio nacional de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos, que no se les extorsione ni se afecten sus derechos.
La semana pasada estuvo en Ciudad Juárez, Nogales y Nuevo Laredo; además de Tijuana, hoy mismo visitó Mexicali y este viernes estará en Reynosa, Tamaulipas, y Piedras Negras, Coahuila.
En Baja California conoció no sólo los problemas que aquí existen de migración, sino también del narcotráfico que ha sentado sus reales en esta parte de la frontera con Estados Unidos, concretamente a partir de la actividad del cártel de los hermanos Benjamín y Ramón Arellano Félix.
Ya entrada la noche, en el trayecto de Mexicali a Reynosa, el Presidente declaró sobre la lucha contra el narcotráfico.
En Tijuana, señaló, "la batalla será más dura", porque aquí se han asentado los capos del narcotráfico. Para combatirlos se realizarán operativos con la participación de varias agrupaciones policiacas "y el Ejército mismo; estoy seguro que en seis meses debemos de limpiar Tijuana, ponerla en paz; será una tarea a fondo".
-ƑSe podrá ahora sí con el poder que tienen organizaciones criminales como la de los Arellano Félix? -se le preguntó.
-De poder a poder, no hay duda, los vamos a derrotar; aquí el asunto es que se esconden entre la sociedad misma y el problema es descubrirlos, por eso es que se requiere cobertura total. Por eso, queremos tener un número suficiente de elementos para tener completamente cubierta la ciudad y estar peinando sus calles permanentemente. Creo que ése es el camino.
Tajante, agregó: "Vamos a trabajar, a aplicar y a concentrar todo el poder del Estado contra el narcotráfico, atacando todos los lugares de alta criminalidad o de alta incidencia delictiva".
Los policías federales, estatales y municipales actuaran "bajo una misma imagen, un mismo uniforme, un mismo equipamiento, una misma facultad y una misma capacidad de hacer".
Manifestó su "optimismo" de que este nuevo plan contra el crimen organizado tendrá resultados positivos.
En tierra de nadie
Apenas llegó a Tijuana, el Presidente conoció el caos y la violencia que aquí predominan. En lo que va del 2000, 106 mexicanos han muerto en su intento por cruzar a Estados Unidos; el contrabando de armas es tema de todos los días (tan sólo este año han sido decomisadas mil 600 piezas de alto poder) y el narcotráfico cobró en la víspera otras seis víctimas más. Supo entonces que estaba "en tierra de nadie", tal como le advirtió el coordinador del grupo Beta, Carlos Luna Herrera.
El jefe del Ejecutivo vino a supervisar el Programa Paisano y se encontró con una lastimosa realidad de muertes y abandono, que lo obligaron a externar un "sentimiento de impotencia" por la incapacidad que han mostrado los distintos gobiernos para atender a toda esta gente, migrantes y no migrantes, en esta "tierra de nadie".
Historias cotidianas que supo de viva voz. Niños de diez y doce años deportados, sin saber siquiera dónde están sus padres ni cuándo los verán; hombres refugiados en la Casa del Migrante, en espera de un nuevo intento por cruzar la frontera; mujeres y hombres, campesinos de todo el país, que tienen que pagar entre mil 500 y 3 mil dólares a los polleros; familias enteras abandonadas en el desierto; acusaciones de corrupción. Esta es la realidad que se le ofreció y por eso su declarado "sentimiento de impotencia".
Y es que una jovencita le soltó a bocajarro, en la Casa del Migrante: "ƑQuiero saber qué sintió cuando desde su avión vio la doble barda, el doble muro que tienen que cruzar nuestros hermanos en busca de trabajo? ƑMe gustaría saber que pensó cuándo vio todos los cruces de los migrantes que están ahí?"
Sin pensarlo, Fox hizo públicos sus sentimientos y su obligado reconocimiento a la "incapacidad nuestra, como país, como gobierno, de no haberle podido responder a nuestros ciudadanos, dándoles oportunidades; porque si las tuvieran estos jóvenes migrantes no estarían aquí, estarían al lado de su familia, al lado de sus padres. Desgraciadamente esto no ha sido posible en nuestro país".
Exige a EU trato digno a mexicanos
Fox señaló que Estados Unidos no ha dado a los migrantes el trato justo y humano que merecen. Y por eso, subrayó, "exigiremos a los estadunidenses un trato digno, respetuoso, hacia nuestros paisanos; el cumplimiento de los derechos humanos y personales de cada uno de estos migrantes. Legal o ilegalmente, como estén los mexicanos del otro lado de la frontera, los vamos a defender". Expresó que ya se está tratando el tema con el presidente electo de EU, George Bush.
No dejó de insistir en su idea de abrir las fronteras para evitar más historias de desgracia. "šNo sé cuándo se dará! Pero por nuestra parte estos próximos seis años vamos a insistir en el tema".
A su llegada a la garita Puerta México, de San Isidro, el Presidente apenas había dado unos pasos cuando fue interceptado por Benjamín Corona. Se presentó: era el responsable del Programa Paisano en esta garita y por denunciar actos de corrupción de diversos funcionarios fue removido del cargo, y no le han pagado sueldo ni aguinaldo.
Corona entregó al Ejecutivo un casete con "pruebas" de lo que decía. "Participan en la corrupción todos los servidores. šAquí están las pruebas!", aseguró.
Añadió: "Me removieron porque los acusé y ahora hasta están presionando para que me metan a la cárcel. Señor Presidente, quiero que sea usted el que me meta a la cárcel, pero a cambio le pido que investigue".
Al lado del Presidente, el titular de la Contraloría, Francisco Barrio, presenció la escena, azorado. Fox entregó la audiocinta al secretario y le ordenó que investigara todo lo dicho por Corona.