VIERNES 22 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť El nombramiento de Giuseppe Bertello se oficializará en fecha próxima
Otorga México beneplácito al futuro nuncio
José Antonio Román y Jesús Aranda Ť El gobierno de México otorgó su beneplácito para que el arzobispo Giuseppe Bertello sea aquí nuncio apostólico, el cuarto en la corta historia de las relaciones diplomáticas entre este país y el Vaticano, confirmaron anoche fuentes eclesiásticas y de la cancillería. Su nombramiento será oficializado en fecha próxima.
De 1996 a la fecha, Bertello se desempeña como observador permanente del Vaticano ante las instituciones de la Organización de Naciones Unidas en Ginebra, Suiza.
Ha sido nuncio apostólico en Ghana, Benin y Togo en forma simultánea, además de Ruanda, donde estuvo de 91 a 96.
Nació el primero de octubre de 1942 en Foglizzo, Italia. Se ordenó sacerdote el 29 de junio de 1966 y fue consagrado obispo el 28 de noviembre de 1987. Es doctor en derecho por la Universidad Pontificia de Roma. Habla, además del italiano, latín, inglés, español y francés.
Se convertirá en el cuarto nuncio apostólico desde que el 21 de septiembre de 1992 se establecieron relaciones diplomáticas entre México y el Vaticano. Ese cargo lo han desempeñado Gerónimo Prigione -durante muchos años delegado apostólico-, Justo Mullor y Leonardo Sandri.
Como representante ante los organismos internacionales de la ONU en Ginebra, Bertello ha participado activamente en la elaboración de documentos y conferencias sobre derechos humanos, de los niños y de los refugiados.
El 14 de abril pasado, en una de sus intervenciones en materia de refugiados, dijo que la gente siempre se ha movido de un país a otro, pero esto se ha convertido en un fenómeno en el mundo moderno.
Los gobiernos de las naciones industrializadas, según expresó Bertello en aquella sesión de la 56 Reunión de la Comisión de Derechos Humanos para los Refugiados, han adoptado severas leyes para restringir la migración.
Sin embargo, esto no ha detenido el ingreso ilegal de a esos países. El resultado ha sido el incremento de la xenofobia y el racismo en las naciones receptoras. Tal situación demanda medidas específicas de apoyo a los migrantes.
El Vaticano aprueba el punto del reporte especial sobre refugiados (presentado en esa reunión), que ha centrado su atención en mujeres y niños migrantes. Ellas necesitan garantías de un trato igualitario y medidas para integrarlas a la sociedad. La situación es particularmente difícil para los menores.
Bertello señala la necesidad de abrir nuevas perspectivas de ayuda a los migrantes, que les permitan superar sus dificultades e integrarse a nuevas sociedades.