VIERNES 22 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť Se teme que sea sólo un golpe propagandístico
Entregará el Ejército a Pablo Salazar el predio en Amador
Ť Intactas, el resto de las posiciones militares en la zona de conflicto Ť Viajan a la selva Luis H. Alvarez y el general Vega
Hermann Bellinghausen, enviado, San Cristóbal de las Casas, Chis., 21 de diciembre Ť Según versiones, tanto gubernamentales como de organismos civiles, el Ejército federal abandonará mañana, 22 de diciembre, los terrenos que ocupa en el ejido Amador Hernández, en la selva Lacandona, al mismo tiempo que en Acteal se conmemora el tercer aniversario de la masacre que evidentemente no se olvida.
En lo que será un gran golpe propagandístico, las tropas federales entregarán al gobierno estatal las tierras que ocupan en las afueras de la comunidad de Amador, y que fueron expropiadas por un decreto del presidente Zedillo el pasado 12 de octubre "para fines castrenses", y se suponía que sin vuelta de hoja.
Al mismo tiempo, se mantienen intactos los demás asentamientos militares en la zona de conflicto (cerca de 250), incluso las otras seis posiciones cuyo retiro exige el EZLN como una de las mínimas condiciones para iniciar algún diálogo con el gobierno federal.
Según fuentes de organismos civiles de derechos humanos en esta ciudad, el Ejército federal dejará este viernes las entre 4 y 8 hectáreas (según diferentes mediciones) que ocupa desde agosto de 1999, cuando en una agresiva operación militar se invadieron por aire y tierra milpas, acahuales y bosques de Amador Hernández, comunidad en resistencia, cuyos pobladores son todos bases de apoyo del EZLN y miembros de la ARIC independiente, y que desde el primer día se han opuesto a la presencia militar.
Entonces se argumentó que el Ejército "cuidaría" la construcción del camino que pocos días después se canceló oficialmente. Pero los soldados se quedaron e instalaron una CINE de grandes dimensiones y con fines de contrainsurgencia. Desde el 11 de agosto del año pasado, cientos de indígenas, bases de apoyo del EZLN, han protestado, diariamente, frente al cuartel; han padecido diversas vejaciones y el saqueo de sus montañas y ríos.
Fuentes del gobierno estatal confirmaron extraoficialmente que el Ejército federal entregará al gobernador chiapaneco las tierras enajenadas por decreto expropiatorio. Para revertir el decreto del Ejecutivo haría falta uno nuevo, éste del presidente Fox. Pero según las mismas fuentes, el Ejército no devolverá las tierras a los ejidatarios, sino al gobernador Pablo Salazar Mendiguchía, para que en ellas se edifique un hospital, una escuela o alguna otra instalación pública.
Esto, en el corazón de la selva, en la reserva de la biosfera Montes Azules, donde sólo hay verde sobre verde, y unas cuantas comunidades y rancherías diseminadas en las montañas y el valle de Amador, podría resultar en un nuevo elefante blanco, como el hospitalote del IMSS en el pueblo desierto de Guadalupe Tepeyac.
Hoy se supo que viajaría este viernes, con el gobernador chiapaneco y Luis H. Alvarez, comisionado para la paz, el secretario de la Defensa Nacional, general Ricardo Clemente Vega García, hasta Amador Hernández para efectuar la entrega. No obstante, al cierre de esta edición no se ha confirmado dicho acto, al cual estarían invitados algunos intelectuales y ciertos medios de comunicación.
Por otro lado, circuló hoy aquí la versión de que el presidente Vicente Fox podría acudir a la conmemoración de Acteal, y desde ahí, anunciar el retiro de Amador Hernández. Si bien esto no se confirmó, los medios de comunicación y las agencias internacionales están citados para este viernes, temprano, en el hangar de la Sedena, en la ciudad de México, para viajar a Amador Hernández.
El Ejército mantiene todas sus posiciones
Hoy se difundieron en esta ciudad de San Cristóbal denuncias procedentes de Roberto Barrios y los municipios autónomos Francisco Gómez, San Andrés Sacamch'en de los Pobres y San Pedro de Michoacán, sobre la presencia inalterable del Ejército federal y la operación de retenes militares en las cañadas de Ocosingo; la carretera Chancalá-Zapote de Palenque; el acceso a Amparo Aguatinta, en la frontera con Guatemala, y diversos puntos de los Altos, a pesar que oficialmente dichos puestos militares fueron retirados desde el pasado primero de diciembre.
Esta noche se conoció también la denuncia, firmada por nueve agentes municipales de San Andrés Sacamch'en, sobre el incumplimiento de las promesas presidenciales y la persistencia de agresiones y provocaciones que sufren las comunidades por parte de las tropas federales asentadas en Jolnachoj.
"Las comunidades han sufrido mucho", afirman los agentes de Jolnachoj, Oventic, Bayalemó, Batzietetic, Tziquilucum, Unenaltik, Tres Puentes, Tivó y Tentic. Rodeados por el Ejército, los pueblos de Jolnachoj y Oventic han sufrido la violación de mujeres, el robo de material de construcción y animales domésticos y el hostigamiento continuo.
"Denunciamos el incumplimiento de las promesas de los nuevos gobiernos federal y estatal", agregan, y "exigimos urgentemente el retiro de los militares de Jolnachoj".
En efecto, ni un solo soldado ha abandonado las guarniciones y cuarteles de Guadalupe Tepeyac, Jolnachoj, Roberto Barrios, La Garrucha, Cuxuljá y el puente sobre el río Euseba, que junto con Amador Hernández son las posiciones militares que deberían ser liberadas para cumplir una de las tres demandas de los pueblos zapatistas, expresadas el 2 de diciembre por la Comandancia General del EZLN. No existen indicios de que estos cuarteles vayan a ser desocupados por el Ejército federal ni de que las comunidades recuperarán sus tierras. Las otras dos condiciones de los zapatistas (libertad de los presos políticos y aprobación de la ley Cocopa por el Congreso federal) siguen también sin cumplirse.
Mientras tanto, en Acteal, municipio autónomo San Pedro Polhó, se espera la asistencia de numerosas personalidades nacionales y extranjeras, cuando menos cuatro obispos (incluidos Samuel Ruiz García y Raúl Vera, hasta hace poco titulares de la diócesis de San Cristóbal), los medios de comunicación, representantes de numerosas organizaciones civiles, y posiblemente funcionarios gubernamentales, para recordar el tercer aniversario de la masacre de 45 campesinos tzotziles, miembros de la organización Las Abejas y desplazados por la violencia paramilitar.
Mensajes para Fox
Entre las numerosas expresiones internacionales estos días se cuenta la del Comité Avante Zapatista de Brasil, que envió al presidente Fox 45 cartas, una por cada una de las víctimas de Acteal: "Señor Presidente", escriben, "tres años después de la masacre de Acteal los culpables siguen libres. En sus manos está hoy la posibilidad de hacer justicia castigando a los paramilitares que cometieron el crimen, o se sumará usted a los que, por omisión, se manchan las manos con sangre indígena. La elección es ahora suya".
"El dolor nos impide callar ante la impunidad de los crímenes cometidos por varios grupos paramilitares que se mueven libremente en tierras chiapanecas", le dicen al Presidente mexicano, para exigirle finalmente el desarme y la disolución de los grupos paramilitares. Comités solidarios de Italia, el Estado español, Canadá y Estados Unidos también han escrito a Fox para demandarle el castigo a los autores intelectuales y materiales del la matanza, así como el cumplimiento de las demandas zapatistas y, luego, el inicio del diálogo con los indígenas rebeldes.
Cabe recordar que durante la visita del gobernador Salazar Mendiguchía a la cabecera municipal de Chenaló, en los primeros días de su mandato, los miembros del ayuntamiento priísta le aseguraron que el ex gobernador Julio César Ruiz Ferro fue quien financió a los paramilitares que realizaron la matanza, y le pidieron a Salazar que se comprometa con la reconciliación y la paz en esas sufridas tierras tzotziles. Parecieran estar dados todos los elementos para que se haga justicia, y no sólo se realicen actos en memoria, sin hechos concretos.