VIERNES 22 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť Fue una mala noticia, señaló el presidente Fernando de la Rúa

Rechaza la Corte Suprema revisar las condenas a presos de La Tablada

Ť Los autores del copamiento al cuartel militar en 1989 se acercan a los 110 días de huelga de hambre
 

Stella Calloni  CORRESPONSAL Buenos Aires, 21 de diciembre  Ť"Fue una mala noticia para mí", dijo hoy el presidente Fernando de la Rúa a La Jornada, al ser interrogado sobre la decisión de la Corte Suprema de Justicia que, como se esperaba, denegó hoy por cinco votos contra cuatro la revisión de la condena de los presos por el copamiento al cuartel de La Tablada (1989), quienes se acercan a los 110 días de huelga de hambre y exigen el cumplimiento de una recomendación de revisión del caso de la Comisión Interamericana de Derechos Hu-manos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos.

Pese a que los magistrados ha-bían decidido pasar a un cuarto intermedio hasta el próximo martes, se reunieron imprevistamente hoy para tomar esta decisión, en la que fue crucial la votación del juez Adolfo Vázquez, quien se negaba a tratar el tema bajo la presión de la huelga de hambre de los 12 detenidos, cuyo estado es muy grave.

La decisión judicial dejó al gobierno argentino nuevamente sin alternativas, salvo la de un decreto de necesidad y urgencia dictado por el propio presidente, para dar cumplimiento a las recomendaciones de la CIDH, que en 1997 pidió la oportunidad para los presos de apelar las duras condenas que les fueron impuestas hace casi 12 años.

El organismo interamericano también destacó que, además de las irregularidades de aquel proceso, se comprobaron torturas, fusilamientos y desapariciones de los detenidos del Movimiento Todos por la Patria, que protagonizaron el asalto al aducir que allí se gestaba un golpe de Estado de los militares golpistas, conocidos en Argentina como carapintadas.

Lucha política interna
LA_TABLADA
El caso de los detenidos de La Tablada se ha convertido en una variable de las feroces luchas po-líticas internas. El gobierno había recurrido a una serie de acciones para lograr que la Corte Suprema --que ya había rechazado anteriormente la revisión de la condena-- votara en favor de un nuevo juzgamiento, pero hasta ahora ni el Senado ni los jueces han apoyado los esfuerzos del gobierno del presidente De la Rúa.

En cambio los organismos de derechos humanos --apoyados por personajes como el premio Nobel de Literatura portugués, José Saramago-- exigen que el mandatario defina su posición porque "se trata de vidas humanas y no es posible que se siga dilatando una acción oficial".

Mientras continúa la vigilia de los familiares y amigos de los presos frente a la casa de gobierno, esta tarde varios dirigentes de organismos de derechos humanos se reunieron para exigir ser recibidos por el gobernante argentino, quien al mediodía se reunió con los corresponsales extranjeros para un brindis de fin de año.

De la Rúa dijo a este periódico que ahora estudiará la resolución de la Corte Suprema de Justicia para buscar un mecanismo que permita tomar una decisión jurídicamente válida.

En vísperas de la Navidad, la situación de los presos, que han perdido un promedio de 20 kilos, es "desesperante", denunciaron hoy sus familiares, mientras que en cambio el Senado aprobó este jueves el ascenso de cuatro oficiales golpistas vinculados a alzamientos carapintadas.

Pero también es tensa la situación social. En la localidad de Fuerte, en la norteña provincia de Jujuy, una protesta de trabajadores municipales terminó con una inusitada represión policial, que dejó decenas de heridos.

Esto siguió a la acción de gendarmes y policías que la víspera, en el sur del país, escenificaron un teatro de guerra persiguiendo a grupos de manifestantes desocupados que huían hacia parques cercanos, como si se tratara de una guerra de guerrillas.

En tanto, la cesantía de 40 trabajadores ferroviarios provocó un paro de trenes, mientras el gobierno de la coalición Alianza (socia  ldemócrata) llamó a la conciliación obligatoria por el conflicto que esta mañana paralizó los servicios de trenes.

Los maquinistas del gremio La Fraternidad y los guardias afiliados al Sindicato de la Unión Ferroviaria cortaron vías en estaciones de la línea metropolitana y del gran Buenos Aires, lo que produjo un caos para los pasajeros. La situación se volvió difícil en estos días por el incremento del precio de los boletos dispuesto por el gobierno, que ha sido rechazado por la justicia.

Las empresas querían obligar a sus empleados a cobrar los au-mentos pese a varias decisiones judiciales en contra, y a su vez los empleados debieron enfrentar la furia de la gente.

Otra serie de problemas fueron surgiendo, pero los despidos de este día fueron la gota que desbordó el vaso de un ambiente social que cada día se carga más de situaciones explosivas.

Mientras el gobierno festeja el llamado "blindaje" financiero de casi 40 mil millones de dólares, un crédito del Fondo Monetario Internacional y bancos de algunos países, diversos sectores políticos piden un "blindaje social" urgente ante la grave situación que vive el país, que se ha reflejado en las últimas horas en la movilización de los trabajadores y los desocupados en distintas provincias ar-gentinas, donde también se registró una represión policial.