Ť Buscarán más víctimas de la represión en el área 

Encuentran 20 osamentas en una base militar guatemalteca

Ť Los restos serían de indígenas asesinados por soldados en 1982

Ť Los militares los mataron quebrándoles la columna vertebral

Afp y Dpa, Guatemala, 21 de diciembre Ť Un total de 20 osamentas de indígenas guatemaltecos fueron encontradas en un antiguo destacamento militar, a 80 kilómetros de la capital del país, donde se cree que se  encontraría el cementerio clandestino más grande de que se tenga conocimiento de la represión militar.

Voceros de la Fundación de Antropología Forense de Guatemala dijeron que los restos hallados serían de indígenas asesinados por soldados en 1982, de acuerdo con excavaciones hechas en terrenos donde operó un destacamento militar en la aldea de Choatulum, municipio de San Martín Jilotepeque, en Chimaltenango.

Versiones de campesinos sobrevivientes de la matanza señalaron que grupos de militares guatemaltecos llegaron a la aldea y amarraron a hombres, mujeres y niños a un tronco horizontal, y luego los doblaban por la espalda hasta que la columna vertebral se les quebraba, para luego ser lanzados en fosas clandestinas.

El coordinador de campo de la Fundación de Antropología Forense de Guatemala, José Suasnavar, indicó que éste es el mayor hallazgo que se ha hecho, ya que anteriormente los cadáveres en fosas comunes sólo llegaban a ocho.

Sin embargo, el funcionario dijo tener sospechas --por algunos elementos que se desprenden de la investigación-- de que "la fosa fue saqueada con el propósito de eliminar evidencias".

El investigador, quien ha colaborado en tareas similares en Yugoslavia, indicó que no se sabe si los asesinos fueron juntando a la gente poco a poco para luego matarlas en una sola acción, o si los capturaron el mismo día y de inmediato los masacraron.

Otro hecho que dejó al descubierto la investigación es que los cadáveres no presentan impactos de bala, lo que parece confirmar las versiones de familiares de que fueron ahorcados.

El destacamento militar comenzó a operar desde principios de los 80 y dejó de utilizarse a mediados de los 90, por lo que se teme que el número de víctimas podría ser todavía mayor.

De momento fueron suspendidas las excavaciones, y serán reanudadas a mediados de enero, además de que se cavará en otros sitios de la zona.

Acorde con denuncias de familiares presentadas ante la fiscalía, el ejército llevó a ese lugar a personas acusadas de ser colaboradores de los militares y miembros de las paramilitares Patrullas de Autodefensa Civil y de brindar apoyo a las guerrillas, y nunca más se les vio salir de allí.

En Guatemala se estima que alrededor de 200 mil personas fueron ejecutadas y desaparecidas en operativos efectuados en su mayoría por el ejército, acusadas en su mayoría de colaborar con los rebeldes.

Las fuerzas militares cometieron al menos 626 masacres durante los 36 años de conflicto armado interno, que finalizó con la firma de la paz en 1996, como quedó de manifiesto en el informe de la Comisión de Esclarecimiento Histórico que patrocinó la Organización de Naciones Unidas.