VIERNES 22 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť Fueron su apoyo financiero en la campaña
Bush será el presidente de petroleras y trasnacionales
Ť Condoleezza Rice, "el símbolo perfecto" del nuevo gabinete
Ť Podría cambiar la política exterior hacia Medio Oriente: analistas
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 21 de diciembre Ť Condoleezza Rice es el símbolo perfecto del nuevo gabinete del presidente electo George W. Bush. Nació en Brasil en 1993, y desde entonces ha viajado constantemente por todos los mares del mundo; en noviembre pasado visitó Cape Town, Sudáfrica.
Y es que Condoleeza Rice es, según Oil & Gas Journal, un super buque tanque petrolero de doble casco de 259 metros de largo propiedad de la Chevron Oil Company, nombrado así en honor de una integrante de la junta directiva de esta empresa, que esta semana fue designada como la próxima directora del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
La académica afroamericana de 46 años de edad es seguramente la primera funcionaria de la Casa Blanca en la historia que tiene un super buque tanque nombrado en su honor y, ese solo hecho, más que cualquier otro dato particular, brinda la mejor clave para entender las fuerzas que determinarán la política exterior del gobierno de Bush.
Más que cualquier otra cosa, Bush será el presidente del gran petróleo y del empresariado trasnacional. Los principales contribuyentes financieros a su campaña fueron los ejecutivos de empresas petrole ras; su vicepresidente Dick Cheney es ex presidente de una de las mayores empresas de construcción y mantenimiento del sector energético, y su candidato como secretario de Comercio, Don Evans, es otro hombre del mundo petrolero de Texas.
Pero nadie ejemplifica mejor el vínculo entre Bush y las grandes trasnacionales que su principal asesora de asuntos de política exterior, Condoleezza Rice. La ex profesora y administradora de la Universidad de Stanford también fue funcionaria de bajo rango en la Casa Blanca durante la administración del presidente George Bush (padre del presidente electo), y ha sido miembro de la junta directiva de Chevron, donde tiene acciones por un cuarto de un millón de dólares.
Asimismo, Rice es integrante de la junta directiva de la casa bursátil Charles Schwab y está en el "Consejo Internacional" de la poderosa firma financiera J.P. Morgan (donde participa junto con Claudio X. González, presidente de Kimberly Clark de México, entre otros). Muchos de los miembros del nuevo gabinete, entre ellos ejecutivos o directores de grandes empresas -incluyendo a Rice, Cheney, los nuevos secretarios de Comercio Evans y del Tesoro Paul H. O'Neill, ex presidente de Alcoa Aluminum Company-, no comparten una profunda fe en alguna ideología, pero sí amplia experiencia en el negocio internacional.
Estos vínculos con la industria petrolera internacional, señalan algunos analistas, podrían llevar a un cambio en la política exterior de Estados Unidos en Medio Oriente, que se enfocaría menos en Israel y sería más receptiva a las preocupaciones de los países petroleros árabes. Según otros, este enfoque empresarial a nivel internacional también podría implicar un cambio para Cuba. De hecho, antes de ser nombrado candidato a la vicepresidencia, Cheney fue promotor del levantamiento del embargo contra Cuba, y opositor a las sanciones económicas a otros países, incluyendo Irán. Por su lado, Evans dijo hoy que su prioridad como secretario de Comercio será "la promoción de la libre empresa, primero en América y después en el exterior, el libre flujo del capital; la competencia libre y abierta".
Más allá de la promoción del libre comercio y los libres mercados, estos miembros del gabinete comparten una historia común: varios de ellos trabajaron en los gobiernos de Ronald Reagan y Bush (padre) en los años 80, cuando la guerra fría aún definía la política exterior estadunidense. El nuevo secretario de Estado Colin Powell fue el asistente principal del secretario de Defensa Caspar Weinberger en 1983 y, en esa función viajó a Centroamérica con su jefe y el entonces desconocido mayor de los marines (después coronel) Oliver North.
En ese tiempo, Powell estaba muy involucrado en los programas de asistencia a la contra nicaragüense y los investigadores Robert Parry y Norman Solomon han documentado el papel que desempeñó Powell en los arreglos para el envío de misiles a Irán como parte de lo que se convirtió en el escándalo Irán-contra.
Pero el general Powell, quien participó en las fuerzas armadas estadunidenses en Vietnam, aboga en favor de la reducción de las actividades militares de Estados Unidos en otros países, y por recurrir a la guerra sólo en situaciones como la de Irak, en las que Estados Unidos pueda desplegar una fuerza abrumadora contra un adversario, y donde haya una "estrategia de salida" muy clara.
Pero al seleccionar su gabinete, Bush también debe satisfacer a la ultra derecha de su Partido Republicano que ayudó a llevarlo al triunfo, o arriesga una rebelión entre estas filas. "Si Bush no nombra más conservadores a puestos del gabinete, su gobierno estará en apuros", declaró un funcionario republicano a un diario este jueves. "Algunos de nosotros estamos pensando que tal vez sea hora de irnos a Florida para demandar un recuento".
Aparentemente, el vicepresidente Cheney, quien cuando era senador votó contra una resolución legislativa que pedía la liberación de Nelson Mandela, no está suficientemente a la derecha. Estas presiones, dicen algunos políticos, son en parte la razón del nombramiento de Mel Martínez como secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano.
Martínez, quien llegó siendo niño a este país por la operación Peter Pan a principios de los 60, fue uno de los principales promotores de la campaña para retener a Elián González y quien arregló la visita del balserito cubano a Disneyworld.
Para reforzar a su ala conservadora, Bush está considerando nombrar al ultra conservador ex senador de Indiana Dan Coats como secretario de Defensa, y al gobernador de Oklahoma Frank Keating, quien trabajó en el gobierno de Reagan, como procurador general.
Este día, David A. Keene, director de la Unión Conservadora Americana, advirtió que Bush necesita nombrar a Keating para asegurar el equilibrio de su gabinete. Los conservadores están particularmente preocupados porque los "pragmáticos" pro empresariales como el secretario del Tesoro, O'Neill, no comparten un compromiso con las reducciones tributarias y posiciones conservadoras sobre asuntos sociales.
La prueba para Bush, quien probablemente llegará a la Casa Blanca como uno de los presidentes más débiles de la historia estadunidense, será cómo construir un gabinete que pueda complacer a estos diversos sectores de su partido y, a la vez, tenga la capacidad de lograr algo.