Ť Jordi Pujol, a la cabeza de la marcha
Manifestación silenciosa contra ETA; repudian miles la violencia
Ť Condenan en el País Vasco el asesinato del policía Gervilla
Ť Podría ser desmantelado el comando de la zona: Mayor Oreja
Afp, Ap, Dpa y Reuters, Barcelona, 21 de diciembre Ť Unas 150 mil personas salieron esta noche a las calles de Barcelona en una manifestación silenciosa, pese a la lluvia y el frío, para protestar por el asesinato del miércoles del policía Juan Miguel Gervilla, quien murió baleado por presuntos miembros de la organización armada vasca ETA, cuando el uniformado los sorprendió empujando un coche-bomba en una de las calles más transitadas de la capital catalana.
Gervilla advirtió a dos individuos que empujaban un auto Fiat rojo y se acercó a ellos. Según testigos, uno de los dos hombres le disparó en la cabeza y en el pecho matándolo en el acto, y después huyeron hacia una estación del Metro. La policía encontró mas tarde el cargador de la pistola, a la que le faltaban dos balas.
Dentro del auto fue descubierta una bomba fabricada con
una olla de presión y 13 kilos y medio de explosivos, misma que
fue hecha estallar controladamente por expertos.
Fuentes de la lucha antiterrorista española dijeron
que el auto y el material abandonado por los atacantes podrían servir
a la policía para identificar y desmantelar al comando Barcelona,
estructura fija con la que ETA contaría en la capital catalana,
donde ha efectuado cuatro atentados en los últimos tres meses.
A la cabeza de la manifestación marcharon el presidente del gobierno regional catalán, Jordi Pujol, el alcalde de Barcelona, Joan Clos, así como el canciller español Josep Piqué, el secretario general del Partido Popular (PP gobernante en España), Javier Arenas, entre otras autoridades.
Al medio día miles de personas participaron en marchas contra ETA en toda España que se congregaron ante ayuntamientos y sedes institucionales para guardar cinco minutos de silencio en memoria del agente.
En el País Vasco los miembros del Parlamento del gobierno regional participaron en una manifestación de condena al asesinato de Gervilla a las puertas del edificio de la Cámara, en Vitoria. En dicha movilización participaron el jefe del gobierno vasco, Juan José Ibarretxe, el presidente del Parlamento regional, Juan María Atutxa, y numerosos parlamentarios y dirigentes de todas las formaciones políticas con representación en la Cámara con excepción de la coalición Euskal Herritarrok, considerada brazo político de ETA.
En la sesión plenaria de la Cámara, celebrada este jueves, numerosos políticos tuvieron hasta 15 minutos de tiempo para expresar sus condenas contra ETA y exigir al grupo su disolución.
El ministro del Interior español, Jaime Mayor Oreja, aseguró que la intervención de Gervilla, calificado en los periódicos como "el guardia que no esperaba ser héroe", no sólo impidió que el coche-bomba estallara, probablemente al paso de alguna personalidad, sino que obligó a los presuntos etarras a cometer errores y dejar tras de sí pruebas y huellas, en el auto y el cargador del arma con que ejecutaron el policía, que podrían llevar a su captura.
Mayor Oreja manifestó la esperanza de que no sólo sean atrapados los asesinos de Gervilla, sino que podría llegar a desmantelarse todo el Comando Barcelona, considerado responsable de los asesinatos de los concejales José Luis Ruiz Casado, Francisco Cano y del ex ministro socialista Ernest Lluch.
El ministro, en declaraciones radiofónicas, aseguró que hubo al menos una decena de testigos del asesinato, por lo que también se cuenta con descripciones detalladas de los atacantes. Por lo pronto, toda la policía catalana está en estado de máxima alerta y las autoridades pusieron a disposición del público una línea telefónica para quien quiera que pueda aportar información sobre los atacantes.
La policía analiza también grabaciones de cámaras de vigilancia de algunos comercios de la zona donde se cometió el asesinato, en las que se localizó ya a una mujer que podría haber participado en la planeación del atentado.