SABADO 23 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Confía que en Atenas se logre la gloria olímpica


Exitoso año para el canotaje mexicano: Gheorge Simionov

Rosalía A. Villanueva Ť Convencido de que el canotaje mexicano alcanzó un éxito con el sexto lugar de José Ramón Ferrer y José Antonio Romero, en los Juegos Olímpicos de Sydney, el entrenador Gheorge Simionov, abriga la esperanza de que si se trabaja adecuadamente y se mantienen los apoyos para el siguiente ciclo, en Atenas 2004, su deporte podría alcanzar la gloria olímpica.

El búlgaro no duda que el canotaje cerró bien el año tomando en cuenta también la actuación que lograron los juveniles al coronarse en los Campeonatos Panamericanos, y el séptimo lugar mundial que obtuvo Gilberto Soriano, una de las firmes promesas que se perfilan para la justa griega.

Satisfecho de su labor, pero sobre todo de que en Sydney se cumplió con los pronósticos que hizo hace cuatro años cuando regresó de Atlanta, el técnico indicó que lo más importante es que "los canoístas mexicanos entendieron que para lograrse estos resultados tienen que sacrificarse, porque de lo contrario, no se puede hacer nada''.

Resaltó que uno de los factores que influyeron para que Romero y Ferrer llegaran a la final olímpica en la canoa doble, una actuación que no se tenía después de 32 años cuando Juan Martínez consiguiera el cuarto lugar en México 68, fue haberlos mantenido cautivos durante seis meses fuera de México, alejados de toda distracción y de la monotonía de la pista de Cuemanco, pues el objetivo era llevar toda la preparación olímpica en los campamentos de Europa y Bolivia, y las regatas de Rumania e Italia.

Simionov dijo que en principio fue muy duro separar a los canoístas de sus familias, a los que por momentos los invadía la nostalgia, pero que por fortuna entendieron que debían esforzarse si en realidad querían ser finalistas olímpicos, porque la mayoría de los competidores que estuvieron en Sydney, se prepararon fuera de su terreno.

Aunque se pensaba que los mexicanos se retirarían después de la justa por su veteranía, el entrenador les hizo ver que aún tienen futuro para Atenas y que su edad (34 y 36 años) no es un impedimento, puesto que estarán en igualdad de condiciones que sus adversarios, pues se ha comprobado que entre más años tenga un canoísta, mayor resistencia adquiere para dominar la técnica.

Lo primordial, señala el búlgaro, es trabajar ahora con los juveniles y conformar el equipo centroamericano, panamericano y olímpico, aunque en este último dependerá de la clasificación que, a decir del técnico, será difícil porque sólo califican 10 botes.

Para ello se realizaron tomas de tiempo en Cuemanco y se reclutó a 26 preseleccionados, 10 canoístas, 11 kayaquistas y cinco mujeres, quienes se sumaran a los que surjan de los centros de alto rendimiento que hay en Yucatán y Tamaulipas, donde ya se encuentra laborando su hermano Thomas, ex campeón olímpico, en la detección de talentos, para integrar el equipo del próximo año con miras al Mundial de Sevilla, el Centroamericano y Panamericano del 2002 y 2003.