MARTES 26 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť Estudio del investigador Flores Verduzco
Siguen los problemas para la comercialización de granos
Ť Los agricultores quedaron a merced del intermediarismo, que los castiga con precios por debajo de los costos de producción
Angélica Enciso L. Ť La cosecha de granos primavera-verano, que actualmente realizan unos 3 millones de campesinos, presenta problemas para su comercialización, al igual que en los dos años últimos años, debido al intermediarismo y los bajos precios internacionales en los que se basan las cotizaciones mexicanas.
En el caso de maíz, en este momento el precio en zonas de consumo se ubica en mil 144 pesos la tonelada, mientras que en la bolsa de Chicago está en 88 dólares. En tanto, el trigo se cotiza en 86 dólares y en las zonas de consumo, en mil 127 pesos. En ninguno de los dos casos es suficiente para cubrir los costos de producción.
Durante la última década, los agricultores enfrentaron serios problemas de rentabilidad, ya que los precios reales de granos y oleaginosas tuvieron fuertes caídas; tan sólo entre 1993 y 1998 se registró una pérdida real del valor del maíz en 46.2 por ciento; en el frijol la caída fue de 51 por ciento; el trigo registró una depreciación de 32 por ciento; el arroz, de 5.7 por ciento, y el sorgo, de 22 por ciento, indica el investigador Juan José Flores Verduzco en el estudio El TLCAN y los granos y oleaginosas de México.
Con difíciles perspectivas de mercado y de rentabilidad, está en pleno la cosecha de maíz que se estima llegará a los 14 millones de toneladas. Se produce básicamente en Chiapas, Jalisco, Guanajuato, estado de México y Michoacán, y debido a la sequía no será de 18 millones, pronóstico de las anteriores autoridades de agricultura, precisa Víctor Suárez Carrera, director de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras (ANEC). En el caso del frijol la producción estimada es de 712 mil toneladas.
Con la desaparición de la paraestatal Conasupo, que se hacía cargo de las compras de maíz para la industria molinera y nixtamalera, los agricultores quedaron a merced del intermediarismo, que los castiga con cotizaciones por debajo de los costos de producción. El precio que se pagó en los tres últimos años a los campesinos por este grano fue el mismo: mil 350 pesos por tonelada.
Insuficientes, los apoyos estatales
Aunque se dan apoyos estatales de cien pesos por tonelada en Chiapas, Sinaloa y Jalisco, los agricultores obtendrán mil 450 pesos como mínimo, explica Suárez Carrera. Esto tampoco es suficiente para cubrir los costos de producción que son en promedio de mil 800 pesos por tonelada.
En Jalisco se estableció un esquema para que los productores retuvieran el grano y administraran la oferta con el objetivo de que el precio se mantuviera por encima de los mil 450 pesos por tonelada, además de que se acordó que los apoyos a la comercialización se entregarían cuando la cosecha terminara.
En Chiapas, detalla, se fijó un precio de mil 410 pesos, a lo cual se suman cien pesos que el estado aportará para que la cotización sea de mil 510 pesos, pero el problema en este momento es que hay una gran demanda, las grandes empresas especulan y retienen las compras con la esperanza de que en enero se liberen los cupos y el precio descienda.
Severa crisis en la venta de frijol
En cuanto al frijol, desde hace dos años los productores viven una severa crisis por las importaciones, el contrabando y el desorden del mercado, ya que además este alimento estuvo fuera de los apoyos a la comercialización que otorgó el gobierno en los últimos seis años.
Ahora, ante las manifestaciones y movilizaciones de productores de frijol, sobre todo de Zacatecas, el principal estado productor, la Secretaría de Agricultura, el Consejo Mexicano de Productores de Frijol y legisladores federales acordaron que se establecería una ayuda emergente por 25 millones de pesos, a fin de apoyar los precios en la entidad ya que la cosecha acaba de terminar.
Asimismo, decidieron establecer para el próximo año una línea en el presupuesto por 416 millones de pesos, que serviría como "una bolsa revolvente" en apoyo a la comercialización del frijol en las entidades productoras -Chihuahua, Zacatecas, Durango, Sinaloa y Nayarit. Sin embargo, aún no se sabe si ello quedará considerado en el Presupuesto de Egresos del año próximo.
Mientras tanto, la Secretaría de Agricultura impulsará que dependencias gubernamentales como Diconsa, IMSS, ISSSTE, y Secretaría de la Defensa Nacional compren la leguminosa a los agricultores, en lugar de adquirir importaciones, ya que podrían hacerse del alimento en seis pesos el kilo y así apoyarían a los productores, toda vez que el coyote les ofrece 2.50 pesos.
El Consejo Mexicano de Productores de Frijol pretende que los 418 millones de pesos se constituyan en un fondo para compensar los recursos financieros que requieren las empresas integradoras de los productores de frijol, a fin de pignorar y comercializar conjuntamente sus cosechas. Actualmente, estas integradoras (una por cada estado productor) tienen acceso a créditos prendarios, pero sólo cubren 70 por ciento del valor de las cosechas.
De igual forma piden que se suspendan las importaciones de frijol que se realizan a través de los cupos, ya que afectan todavía más el mercado. Este año, las pérdidas fueron por 60 mil toneladas.
Flores Verduzco destaca que después del Tratado de Libre Comercio con América del Norte se buscaba la reconversión productiva de granos a otro tipo de productos, pero el resultado no ha sido ese, ya que ahora se tiene que la superficie orientada a esos productos es aún la mayor. Detalla que entre 1991-1992, 18 cultivos básicos se sembraban en 70.9 por ciento de la superficie total, para 1998 el área destinada a ellos fue 66.9 por ciento, lo que representa un ligero decremento en el periodo, pero no un cambio sustancial en los cultivos.
Específicamente, la superficie sembrada de maíz presentó un incremento, ya que en 1980 el maíz ocupaba 7 millones 597 mil hectáreas y para 1999 llegó a 8 millones 482 mil hectáreas. En el frijol también se presentó un incremento en la superficie sembrada, ya que hace una década se tenían 1.9 millones de hectáreas cultivadas, hoy se tienen 2.3 millones de hectáreas. La misma situación se presentó en el sorgo, ya que se sembraban 1.6 millones de hectáreas y ahora 2.1 millones de hectáreas.
La reducción se dio en el arroz, el cual hace 10 años se sembraba en 153 mil 600 hectáreas y ahora en apenas 87 mil hectáreas, y en trigo, pues se cultivaba en 777 mil hectáreas, y ahora en 689 mil hectáreas detalla el especialista del Centro de Investigaciones Económicas Sociales y Tecnológicas de la Agroindustria Mundial.