MARTES 26 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Padres de familia rememoran sus años mozos, jugando en los parques

Yo tuve uno, pero no era tan bonito y ligero

Jorge Caballero

En el Parque México, en la colonia Condesa, como en muchos otros de la capital, la onda es el patín. Niñas, niños y sus padres lo utilizan y han invadido pistas y pasillos de esas zona recreativas. Los adultos, quizás más entusiasmados que los pequeños, disfrutan del juguete y recuerdan su época de popularidad.

"El patín del diablo estuvo de moda en los sesenta y setenta aquí en México, cuando yo tenía como 10 años. En mis tiempos era uso exclusivo de los niños; las niñas casi no lo pedían. Eran de fierro colado, las llantas eran de caucho negro y a veces se pintaban de azul o rojo; el manubrio era de madera y tenía un tornillo para subirlo y bajarlo", dice el señor Rodolfo Landa, padre de la pequeña Diana.

Juguete de temporada

El señor Ricardo Zúñiga afirma: "Mis dos hijas, de 12 y 10 años, me lo pidieron y como tengo un niño de 5 años ¡ni modo que no le comprara otro! Los compré en Tepito costaban 400 pesos, pero me bajaron cien por llevarme tres; la marca es Wings y son made in China".

Blanca e Ivonne ?hijas del señor Zúñiga? dicen: "Todas nuestras amigas iban a pedir uno. Ojalá y se los hayan traído como a nosotras".

Adolfo Ramírez también pasea con sus tres hijos por el parque, cada uno con su patín, se muestra un poco reacio al preguntarle por sus sus hijos y los juguetes; sin embargo, al fin el jefe de familia opina: "Regresó la moda por la comercialización en la televisión; hace 30 años yo tuve uno, pero no eran tan bonitos. No sé cuanto costaron estos, yo no me encargo de eso".

Era una maravilla

Los papás hablan de los patines animadamente: "Era una maravilla, a mis cuatro hermanos y a mí, los Reyes nos traían patines y salíamos todos a jugar; claro no eran tan bonitos como estos. Estos como que se ven más frágiles, esperemos que duren".

El niño Adrián Benítez opina: "Es muy divertido subirse; lo quería porque todos tienen uno".

Los papás también aprovechan la oportunidad y se suben con sus hijos en ellos para dar una vuelta y la pareja de cónyuges aprovecha para montar juntos: "Sí aguanta súbete"; anima el señor Fabián a su esposa Laura.

La marca que más abunda en el Parque México es Spinvector, pero también hay Mongoose, Wedge, Blazer y Winds; ninguna es de las originales que, al parecer, tienen los derechos de la patente; los precios van desde los 400 a los mil 200 pesos; aparentemente todos se ven iguales pero hay los que tienen base de madera o plástico, los tubos de algunos son más gruesos y otros son más difíciles de armar.