JUEVES 28 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť Alarcón responde a la sugerencia hecha al mandatario
Clinton sería recibido en Cuba como cualquier estadunidense
Ť La Habana "no ha fijado las prohibiciones para viajar a la isla"
Ť Optimismo sobre una futura desaparición del bloqueo económico
Afp, Ap y Dpa, La Habana, 27 de diciembre Ť Cuba recibiría al presidente Bill Clinton como a cualquier otro estadunidense, si acepta la sugerencia de un grupo de estadunidenses de viajar a la isla antes de abandonar, el 20 de enero, la Casa Blanca.
"Si se siente motivado, sería recibido igual que los cubanos reciben a cualquier estadunidense", dijo el el presidente del Parlamento de la isla, Ricardo Alarcón, al ser interrogado al respecto durante una conferencia de prensa.
Más de un centenar de personajes civiles y académicos, divulgaron la víspera una carta solicitando a Clinton que realice un viaje a Cuba antes de dejar el poder, como prueba de voluntad de cambio de política hacia la isla.
"Nosotros no somos los que hemos establecido las prohibiciones de viaje", dijo Alarcón, quien recordó que el propio Clinton firmó varias de estas restricciones, que impiden a los estadunidenses viajar libremente a la isla.
Añadió que muchos estadunidenses visitan Cuba actualmente, entre ellos congresistas, que en ocasiones vienen acompañados por sus cónyuges. En este sentido, Alarcón señaló que si la actual primera dama y futura senadora por Nueva York, Hillary Clinton, decidía visitar el país y acompañar a su esposo, el Parlamento local la recibiría como a otros legisladores de Estados Unidos.
Interrogado sobre el futuro de las relaciones entre Washington y La Habana con el próximo presidente, el conservador George W. Bush, el ex canciller consideró que nadie está en condiciones de hacer pronósticos sobre "un gobierno surgido de estas circunstancias", en alusión a la larga controversia por el resultado electoral, que culminó con una decisión de la Corte Suprema de Justicia.
Pero, agregó, ante la reciente tendencia en la sociedad y entre sectores legislativos estadunidenses por un cambio de política de Washington hacia la isla, "yo soy profundamente optimista a largo plazo, no tengo la menor duda de que las sanciones estadunidenses que pesan sobre Cuba desde hace cuatro décadas son una política condenada al fracaso", concluyó.