JUEVES 28 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Excesivas dosis de sexo y violencia se presentan a diario en las pantallas cariocas


Critican censura gubernamental en la televisión brasileña

Reuters, Brasilia, 27 de diciembre Ť Desde adolescentes con los senos al desnudo peleando por una barra de jabón hasta la brutal tortura de una niña de tres años, los brasileños pueden ver y ven todo por la televisión.

Pero esta dosis de sexo y violencia que gana rating podría estar amenazada ahora por lo que los críticos están calificando como una intervención de la censura gubernamental en el mayor mercado de medios de América Latina. El Centro de la controversia es la telenovela más popular del país: Lazos de familia, un crudo drama que toca temas como la prostitución y el incesto.

La gigantesca cadena de televisión Globo -productora del programa- pegó el grito en el cielo después de que el gobierno obligó a que se transmitiera por la noche para que los menores no la vieran. Después un tribunal de Río de Janeiro agregó sal a la herida al prohibir que actuaran niños en Lazos de familia, con el argumento de que las escenas estaban corrompiendo a los menores de 18 años del elenco.

Globo por su parte califica la decisión como censura y está encabezando una intensa campaña para que el gobierno anule las nuevas regulaciones: "Cuando alguien obliga a que un programa se transmita a cierta hora, eso es censura"; dijo Luiz Erlanger, presidente de Central Globo Communication. "Es un problema para toda la sociedad. Comienza con una telenovela, pero quién sabe dónde podría terminar"; abundó.

Todo es por dinero

Por otro lado Globo envió a la estrella de Lazos de familia y modelo ocasional de la versión brasileña de la revista Playboy, Vera Fischer, para que le planteara el problema al presidente Fernando Henrique Cardoso en un almuerzo organizado por la cadena televisiva. La prensa aprovechó la ocasión para fotografiar a ambos en una amistosa charla. Pero en la batalla por los 130 millones de televidentes de Brasil, el debate sobre las regulaciones no es nada amistoso.

El Consejo Nacional de Obispos exhortó a Cardoso a no cambiar las regulaciones sobre la televisión, destacando que el mandatario no debe "venderse por un plato de comida", en una oscura referencia bíblica al Antiguo Testamento.

Entretanto, respetados académicos han dicho que las reglas son un retorno a la censura de la dictadura militar de 1965-1985; mientras que las televisoras se han unido para presentar un sistema de regulación al gobierno.

Pero la secretaria de Justicia, Elizabeth Sussekind, dijo que el asunto es una cuestión puramente económica, afirmando que Globo estaba quejándose de la censura para defender su horario de Lazos de familia y los altos precios de publicidad. "Esto no tiene nada que ver con la censura ni con la dictadura militar; Globo se está quejando porque va a perder público".

Globo tuvo hace tiempo entre 70 y 80 por ciento de los espectadores del país, cifra que se ha reducido a 50 por ciento en las últimas tres décadas, al entrar nuevos canales con mayor dosis de violencia y sexo en Brasil.