Ť Las bajas, consecuencia de la Ley de Cuadros
La Armada reduciría 40% su nómina de almirantes activos
Ť Según fuentes castrenses, las iniciativas del secretario Peyrot repercutirían en el "adelgazamiento" de mandos del Ejército
Jesús Aranda Ť El establecimiento de la Ley de Cuadros en la Armada de México significará la reducción de casi 40 por ciento de los 247 almirantes que la dependencia tiene en activo.
Lo anterior trascendió en fuentes castrenses, según las cuales las iniciativas del secretario de Marina, Marco Antonio Peyrot González, para crear el Consejo de Almirantes y la Ley de Cuadros tendrán en el futuro una repercusión en el Ejército Mexicano, que se verá obligado a seguir los pasos innovadores que se empiezan a dar en la Marina.
Ello, sobre todo en relación con el "adelgazamiento" de mandos (generales) que, se afirma, también son más de los necesarios y cumplen funciones que no corresponden a su "jerarquía".
Dijeron que es inminente la salida de unos cien integrantes de alto rango de la Marina (básicamente contralmirantes y vicealmirantes), porque la Armada quedará sólo con diez almirantes en activo ?todos recién ascendidos, entre ellos el propio secretario Peyrot?, quienes ocuparán los principales puestos en la dependencia, así como la comandancia de las seis regiones navales que hay en el país.
Una vez que se formalice la constitución del Consejo de Almirantes, en las primeras semanas de enero, se pondrá énfasis en afinar la Ley de Cuadros para determinar cuántos y cuáles puestos deberán ocupar los integrantes en la Armada, para que sus responsabilidades sean acordes a su experiencia y capacidad.
En el consejo mencionado participarán Armando Sánchez Moreno, subsecretario de Marina; Raúl Niembro, oficial mayor; José Antonio Carreón, inspector y contralor de la Armada, así como Casimiro Martínez Pretelín y Daniel Zamora, comandantes de las fuerzas navales del Pacífico y del Golfo, respectivamente.
De acuerdo con la idea que ha esbozado de manera pública el secretario de Marina, en esa institución se quedarán sólo "los mejores".
Sin embargo, para evitar problemas con los almirantes que no permanezcan en la dependencia, el alto mando naval inició ya una serie de acercamientos con diferentes dependencias federales y estatales que estén interesadas en reclutar personal con experiencia en asuntos de seguridad o en temas marítimos.
Trascendió que la Marina ya estableció contacto con dependencias como la Policía Federal Preventiva, la Semarnat y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, entre otras. Además, se tiene previsto retirar a los almirantes con prestaciones sociales suficientes para que acepten su salida.
La idea de crear el Consejo de Almirantes es, según el propio Peyrot", para que en la Armada dejen de tomarse medidas "unipersonales" en los asuntos más importantes que le atañen.
Medida sin precedente
Hasta la fecha, en las fuerzas armadas mexicanas no hay un antecedente de este tipo, por lo que se estima que la Secretaría de la Defensa Nacional se verá en la necesidad de seguir ese modelo, una vez que se demuestre en la Marina la utilidad de un cuerpo colegiado que se aboque al análisis de asuntos que van desde la aplicación y la distribución del presupuesto, la compra de armamento y equipo, así como la designación de los mandos navales.
Sin embargo, como lo reconocieron fuentes castrenses, el Ejército se ha caracterizado por llevar una política más bien "tradicional en este aspecto".
Lo mismo ocurrirá con la Ley de Cuadros, en la cual, una vez que la Armada concluya con su "adelgazamiento", se dijo, la atención se centrará en las acciones que tome el Ejército Mexicano, toda vez que también en ese instituto armado hay muchos generales.
Al interior de la Secretaría de la Defensa es conocida la expresión "generales de papel", que incluye no sólo a los que tienen una trayectoria castrense "gris" o que ascendieron porque en su momento los favoreció el secretario de la Defensa en turno, sino también los que ascendieron al amparo de su permanencia en el Estado Mayor Presidencial, entre los que destacan Arturo Cardona y Roberto Miranda, quienes alcanzaron el grado de divisionarios aunque no tuvieron el mando de tropa exigido.
El problema con la aplicación de una nueva Ley de Cuadros, aceptaron fuentes castrenses, es que afectará "intereses creados" ?tanto en la Marina, como, en su momento, en el Ejército?, lo que demandará el pleno apoyo del Presidente de la República y comandante supremo de las fuerzas armadas a sus secretarios de Estado, para que estos cambios se lleven hasta sus últimas consecuencias.