VIERNES 29 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Evalúa el diario ocho años del gobierno saliente


Clinton promovió en 1995 la democracia en México: NYT

Ť El rescate financiero permitió, además, redefinir la política exterior de EU y que se impusiera la diplomacia económica, escribe

De la corresponsalía, Nueva York, 28 de diciembre Ť En enero de 1995, el secretario del Tesoro de Estados Unidos informó al presidente Bill Clinton que México tenía 48 horas de vida. Al abordar esta crisis, no sólo se promovió la democracia en México sino que, según el New York Times, con este hecho se concretó la política exterior de la presidencia de Clinton de ahí en adelante.

Samuel Berger, director del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, comentó al Times que Robert Rubin, estrenándose como secretario del Tesoro "entró y esencialmente nos dijo que México tenía 48 horas de vida" como resultado de la implosión económica de la crisis del peso. Según el Times, el capital huía del país y el Departamento de Estado advertía que había peligro de disturbios y una inundación de inmigrantes indocumentados desde México.

Preguntados sobre cuánto costaría un rescate Lawrence Summers, entonces alto funcionario del Departamento del Tesoro, dijo que unos 25 mil millones de dólares, lo cual causó alarma entre los asesores políticos del presidente, quienes advirtieron que esta acción podría costarle su reelección.

Sin embargo, Clinton logró otorgarle el préstamo a México, lo cual fue repagado con mil millones de dólares más en intereses, y todo "funcionó". Según el Times, Clinton y sus asesores ahora argumentan que las reformas que demandaron de México a cambio del rescate financiero ayudaron a que floreciera la democracia en ese país.

No sólo fue un "éxito", sino que "México fue la prueba para lo que se convirtió en el cambio significativo de la política exterior estadunidense", señaló el Times en una serie de reportajes de primera plana al evaluar la presidencia de Clinton en los últimos ocho años. La "diplomacia económica" quedaría al centro de la política exterior en el mundo posguerra fría. Esto, resume el Times, se definiría en que "la promoción del capitalismo estilo americano eventualmente promovería la democracia estilo americano".

Señala que el uso de incentivos económicos serían utilizados para promover cambios políticos, incluyendo la suspensión de embargos de la guerra fría y la promulgación de más de 300 acuerdos comerciales. Esto, según el rotativo, fue aplicado desde Rusia, China, y hasta en Irlanda.

Pero, no todas estas iniciativas rindieron frutos, como lo evidenciaron las crisis de Asia, Rusia, y otros países. Al poner la política económica en el centro de las relaciones internacionales, el Tesoro empezó a ser el principal encargado de la política exterior estadunidense, dejando en un rubro secundario al Departamento de Estado.

Robert Rubin, hoy ejecutivo de Citigroup (matriz de Citibank) comentó que viendo hacia atrás, "la crisis financiera asiática y la mexicana fueron causadas por las instituciones financieras de los países industrializados" y por el mal manejo económico de los países en vías de desarrollo. Señaló también que Estados Unidos puso demasiado énfasis en la apertura de esos países a la inversión extranjera y no lo suficiente en cómo manejar esos flujos internacionales.

Clinton jamás logró convencer a poderosos sectores de su partido de apoyar las políticas económicas internacionales. Aunque su primer gran logro fue la aprobación del Tratado de Libre Comercio y después la aprobación de la Organización Mundial de Comercio, sufrió una derrota cuando el Congreso no le concedió una renovación del llamado fast track, legislación clave para acuerdos comerciales internacionales. Sufrió otro revés en la reunión de la OMC en Seattle, cuando no logró que arrancara la famosa "ronda del milenio" de negociaciones comerciales, y donde se expresó el malestar público en las calles de sectores otrora vinculados y fieles al Partido Demócrata.

El Times comenta que "la crisis asiática confirmó lo que muchos países subdesarrollados sospechaban: la globalización era un juego de países ricos, y las reglas estaban manejadas para favorecer a los más competitivos". Argumenta que, en parte, esto llevó al fracaso de las negociaciones en la reunión de la OMC en Seattle, mientras en las calles se marcó la primera gran manifestación popular contra sus políticas internacionales.