VIERNES 29 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Critican el "raquítico" aumento a minisalarios


Advierten priístas a Abascal: el pueblo no vive de bendiciones

Ť Desempolvan el discurso laboral que guardaron por décadas

Ť El secretario del Trabajo "parece diablo de pastorela", dicen

Ciro Pérez Silva y David Aponte Ť La diputación obrera del PRI desfiló ayer por la tribuna de San Lázaro y desempolvó el discurso que guardó por décadas para condenar, ahora sí, el ''raquítico'' aumento establecido por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos.

Punzantes, los legisladores del tricolor advirtieron que el pueblo ''no va a vivir de bendiciones'', como asegura el secretario del Trabajo, Carlos Abascal Carranza, quien, dijeron de paso, ''parece diablo de pastorela''.

Viejos conocidos, líderes y ex líderes de miles de trabajadores culparon al gobierno de Vicente Fox de la drástica caída de las remuneraciones obreras. ''El rezago histórico del salario representa para los trabajadores del país una deuda no saldada'', enfatizó la cetemista Hilda Anderson Nevares, quien encabezó el reclamo de los diputados de este sector.

Ninguno de los legisladores priístas se reconoció entre aquellos que, desde las mismas curules que hoy ocupan, avalaron las políticas salariales de los gobiernos de su partido, y sin pudor aplaudieron el llamado que la lideresa cetemista lanzó a todas las organizaciones obreras del país, ''para que rescatemos a los trabajadores asalariados del campo y la ciudad, y pugnemos porque se haga efectivo su derecho a organizarse y defenderse de la explotación de que son objeto por parte del capitalismo salvaje''.

Sólo faltó, murmuraban entre risas los panistas, ''que recitaran la frase aquella de proletarios del mundo uníos''. Y es que el perredista Luis Herrera Jiménez comenzó su intervención afirmando que, en materia salarial, ''el foxismo es la fase superior del neoliberalismo zedillista, es su continuador y su profundizador''.

A comprar poquito

Dijo que con la resolución de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, el incremento es en promedio de 2.45 pesos. El trabajador que recibe un minisalario, declaró, podrá optar por adquirir con este aumento 600 gramos de tortillas, tres piezas de pan blanco, 300 gramos de frijoles, 400 gramos de arroz, 350 mililitros de leche o un blanquillo.

El priísta Carlos Aceves del Olmo afirmó que al tomarse esta decisión, se daba por primera vez en el nuevo gobierno el virtual ''maridaje'' gobierno-patrones, y advirtió que si no hay flexibilidad en la parte empleadora durante las negociaciones contractuales ''haremos uso de nuestro derecho al estallamiento de huelga''.

Los diputados del sector obrero del PRI le recordaron a los panistas el añadido que hizo Vicente Fox al tomar posesión, cuando se refirió a gobernar ''por los pobres y necesitados''. Los del blanquiazul enviaron entonces a la tribuna a Héctor Méndez Alarcón, quien en tono conciliador defendió la estrategia salarial del gobierno foxista y dijo que, en ningún país del mundo, por mero decreto se puede cambiar la realidad económica.

Aseguró que estas medidas, si bien insuficientes, sientan las bases para comenzar un cambio de recuperación que las últimas dos administraciones ''despreciaron'', al utilizar los salarios como una herramienta para incidir en la productividad de las empresas.

Más que debate, fue un conjunto de lamentos y amenazas del sector obrero del PRI, que luego de décadas de avalar las políticas que hoy condenan descubrieron que, en materia salarial, no ha habido la recuperación deseada.