SABADO 30 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť Gladiator, Erin Brockovich y Quills, entre las cintas más destacadas
El 2000, mediocre año para las producciones de Hollywood
Dpa, Buenos Aires, 29 de diciembre Ť Por lo general, cualquier balance anual en Hollywood debe hacerse al revés: fines de noviembre y diciembre son los meses para los que los estudios suelen guardar sus films más importantes, aquellos que esperan recaudar millones durante los feriados de Acción de Gracias, Navidad y Año Nuevo.
Muchos de ellos también aspiran a quedar más frescos en la memoria de los votantes de la Academia de Hollywood cuando deban elegir a los ganadores del codiciado premio Oscar.
Precisamente en términos de premios termina evaluando la historia, por lo general, a los mejores trabajos de la Meca del Cine. Y en este plan, el año 2000 se presenta como uno de los más flojos que se recuerde.
Por encima de la mediocridad de este año hollywoodense asoma la cabeza el director Steven Soderbergh, quien se destacó por dos películas, Erin Brockovich y Traffic. El realizador que saltó a la fama mundial con Sexo, mentiras y vídeo obtuvo dos nominaciones para los Globos de Oro de la Asociación de la Prensa Extranjera en Hollywood, y ambas cintas también compiten en el rubro máximo.
Por su parte, Julia Roberts, quien en 2000 se convirtió en la única actriz que figura entre las cinco mujeres más poderosas de Hollywood, coronó un año positivo con una nominación de mucho peso como mejor actriz dramática, y aspira a tener también un muy buen comienzo de 2001 embolsando este Golden Globe y por qué no el Oscar.
El reciente estreno Cast Away marcó la reaparición del niño mimado de la Academia Tom Hanks en un espectáculo casi unipersonal, mientras que en lo que a actores se refiere éste bien podría ser considerado el año del neozelandés Russell Crowe. Su elogiada labor en la superproducción Gladiador aún se guiría generando comentarios, si no hubiera quedado casi sepultada por su romance con Meg Ryan, su coprotagonista en la recién estrenada Proof of Life, la cual provocó gran revuelo al separarse del también actor Dennis Quaid tras casi una década juntos.
Un drama de época del realizador Philip Kauman, Letras Prohibidas: la leyenda del Marqués de Sade (Quills) -con Geoffrey Rush, Joaquin Phoenix, Michael Caine y Kate Winslet-, comenzó a hacer olas por su destacado elenco y la reciente distinción de la National Board of Review -aunque sólo dos nominaciones para los Golden Globes-, mientras que nadie ha pasado por alto el film de artes marciales El tigre y el dragón (Crouching Tiger, Hidden Dragon), del taiwanés Ang Lee.
Mientras algunas "apuestas seguras" como la ecuación Kevin Spacey-Helen Hunt en Pay it Forward o la cinta de Robert Redford con Matt Damon y Will Smith La leyenda de Bagger Vance no obtuvieron el respaldo esperado, otros largometrajes ganaron más atención de lo previsto. Entre ellas el film animado Chicken Run, la cinta sobre alpinistas Vertical Limit y Billy Elliot, con la soberbia actuación del adolescente Jamie Bell.
También quedaron de relieve el retorno de la dupla M. Night Shyamalan-Bruce Willis (Sexto sentido) con El protegido, el último film de los hermanos Coen, O Brother, Where Art Thou?, el drama rockanrolero de Cameron Crowe Almost Famous, la controvertida American Psycho, el debut de Sofía Coppola en un largometraje con The Virgin Suicides, el reestreno de Fin de semana de locos (The Wonder Boys) -con Michael Douglas, que había debutado a principios de año y volvió al tapete por chances al Oscar y varias nominaciones para los Golden Globes- y la entronización de Mel Gibson en What Women Want.
Tampoco pasaron desapercibidas la historia de cómic The X Men, la superproducción con George Clooney La tormenta perfecta, la reunión de veteranos convocados por Clint Eastwood para Jinetes del espacio y las elogiadas actuaciones de Ellen Burstyn en Requiem for a Dream y Denzel Washington en Remember the Titans.
Pero una de las mayores sorpresas del año no provino de Hollywood, sino de la usina del danés Lar von Trier y con la cantante Bjork en su primera actuación en Dancer in the Dark. La película que ganó la Palma de Oro en Cannes muy posiblemente sea, según los críticos, una presencia fuerte en las próxima entrega de los Oscar. Por lo pronto, los cronistas extranjeros nominaron a Bjork como mejor actriz dramática. Si de taquillas se habla, el estreno prenavideño de El Grinch, con Jim Carrey, permaneció varias semanas al tope de las recaudaciones, mientras que tampoco se puede pasar por alto la versión cinematográfica de Los Angeles de Charlie, con Cameron Diaz, Drew Barrymore y Lucy Liu, ni la segunda parte de Misión: Imposible, con Tom Cruise.
El 2000 fue también el año en que la sensación española Penélope Cruz hizo su desembarco en Hollywood, con la no tan alabada Las mujeres arriba, aunque si participa en una de las cintas a las que los críticos asignan chances de premiación: All the Pretty Horses, con Matt Damon.
A propósito de españoles, en un año en el que de Antonio Banderas se supo poco y nada, muchos hablan ya "en inglés" de Javier Bardem, distinguido por la National Board of Review como mejor actor por su interpretación del escritor cubano Reinaldo Arenas en Antes que caiga la noche, de Julian Schnabel, film también destacado en el Festival de Venecia. Barden está nominado asimismo para un Golden Globe como mejor actor dramático.