LETRA S
Diciembre 7 de 2000 
Editorial

Cuando una nueva administración inicia su gestión suelen crearse expectativas de todo tipo sobre el rumbo que seguirá. Para unos significa la oportunidad de cambio, para otros la posibilidad de retroceso. El nombramiento del doctor Julio Frenk al frente de la secretaría de Salud genera confianza en lo concerniente al problema del sida. Por sus antecedentes, miembro de la Fundación Mexicana para la Salud que preside el doctor Guillermo Soberón y de la Organización Mundial de la Salud, se trata de un funcionario muy sensibilizado sobre el tema, por lo que se espera no sólo se siga considerando al sida un problema prioritario de salud sino en consecuencia, a diferencia de la administración anterior, se destinen los recursos pertinentes. A propósito de los recursos y según información de las autoridades salientes, hay un préstamo del Banco Mundial en trámite por 20 millones de dólares para ser destinados al combate de la epidemia en nuestro país que sólo espera el visto bueno de la nueva administración panista.

Por otro otra parte, las políticas de prevención del VIH/sida, como la difusión de la información y la promoción del uso del condón, han logrado un gran consenso en la sociedad mexicana y, por tanto, procede no sólo la continuidad de dichas políticas sino su profundización.

Por su lado, las organizaciones civiles dedicadas a la lucha contra el sida han alcanzado mayores grados de desarrollo y participación que les han permitido ir más allá de su carácter contestatario y de meras prestadoras de servicios pasar convertirse en verdaderas interlocutoras y copartícipes en el diseño de las políticas públicas. Y esto, que es nuestro principal patrimonio para enfrentar al sida, deberá tomarse muy en cuenta a la hora de tomar decisiones.